miércoles, 29 de mayo de 2019

Maldeojos. Muñoz Molina


Muñoz Molina
(Artículo publicado el sábado, 25 de mayo, en diarios del grupo Prensa Ibérica)

     Ya sé que con Imprescindibles nunca se sabe. Nunca se sabe si lo que estás viendo el domingo a primera hora de la noche es una entrega nueva o una que ya han repetido no una sino cinco veces. En el fondo pasa como con Reportero de la historia, que ahora ha vuelto a La 2 por las mañanas, un trabajo de divulgación histórica que firma Jacinto Antón. Es tan bueno, tan entretenido, tan diverso, que va y viene de la parrilla como lo hacía antes Verano azul, y no pasa nada. Pues Imprescindibles, igual. Seguro que el dedicado a Antonio Muñoz Molina se ha emitido más de dos veces. ¿Más de tres? Yo no lo había visto, y compruebo que está firmado en 2015, pero como no lo conocía, para mí es como si fuera la primera emisión. El Imprescindibles de Antonio Muñoz Molina, y sin duda lo es, cuenta con Elvira Lindo, su mujer, y Antonio Muñoz Vico, su hijo, es decir, personas muy cercanas que hablan con él y transmiten lo que se pretende, o sea, cercanía sin empalago, complicidad sin cursiladas, nada que ver con parejas que por lo mismo suenan a mera pose, incluso ridículas en su pretendida distancia cuando se relacionan como profesionales y montan el show del “adelante, Pastor, hola, Ferreras”.

     Me cuesta destacar algo del escritor de Jaén recocido en Granada –fue ahí, en Diario de Granada, cuando coincidí con él firmando cada semana en el periódico-, y me cuesta ya que Antonio Muñoz Molina es de esos tipos que cuando hablan, e insisto, jamás suena a hueco, a pedante, a resabiado, a tonto, dan ganas de tomar apuntes. Su conocida timidez lo hace aún más entrañable. Busquen este Imprescindibles. El propio escritor se define cuando dice que “la pompa me da mucho por culo”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario