jueves, 28 de febrero de 2013

Maldeojos. TOC-TOC. Jueves, 28 de febrero de 2013



TOC-TOC

       Esta tarde, en el Abba Acteón Hotel de Valencia, cinco alumnos de Comunicación Audiovisual de la Universidad estrenan un corto como trabajo de curso. Me han invitado para que sea yo quien haga de maestro de ceremonias. Y de verdad que este detalle no tiene importancia. Lo que llama la atención en un panorama social tan desolador, tan ruin y desesperanzado, es que apenas nos damos cuenta de que, en paralelo a este desánimo, hay chicos que se toman en serio su formación, que hay profesores que no se rinden ante el acoso casi programado al que son sometidos por quienes debieran ver en ellos unos aliados para salir de este aturullamiento. Sería bueno,  medios de comunicación incluidos, destacar de vez en cuando que en este horrible mar encrespado que nos rodea hay fogonazos de esperanza y empuje que surgen de la misma sociedad machada, pero no hundida.
 
      Estos chicos han logrado hacer un trabajo impecable, hacer que Croma Audiovisuals, productora profesional, crea en ellos y se implique, y han organizado el estreno de un corto como si se tratara de un largometraje. No habrá alfombra roja, no la pisarán estrellas de relumbre, pero esta gente está abriendo la puerta del futuro. Y lo mejor, frente a la imagen de una juventud garrula, soez, ensimismada, burra y zafia, imagen que recibimos de Hermano mayor, Hombres y Mujeres, Gran Hermano, o el patético Gandía Shore, con ejemplares que se jactan de su burricie, hay otra juventud que pide paso y se forma, que hace las cosas bien. Esa juventud llama a la puerta con un TOC-TOC –como el nombre del corto que presentan- demostrando que no todo está perdido.

martes, 26 de febrero de 2013

Maldeojos. Desahucios y audiencia. Martes, 26 de febrero de 2013



Desahucios y audiencia


      A la carrera. A ver quién es más pinturero y se pone a la cabeza de la solidaridad contra los desahucios. Ya sabemos que este asunto solivianta a una parte de la sociedad. En la gala de los premios Goya se habló de ellos, pero los medios muy a la derecha del padre organizaron en los días siguientes un aquelarre muy hermoso contra esos “pijos que se visten con carísimos vestidos”. A Maribel Verdú, como recordamos, le tiraron a la cara un vídeo donde hacía publicidad de una inmobiliaria, y los gatos de los obispos, uff, se erizaron tanto que Antonio Jiménez llegó a culparla de ese drama con el mismo ahínco que la sociedad culpa a los bancos. La semana pasada, Antena 3 ha colado en su parrilla secciones para recaudar dinero y conseguir que 3.000 familias no pierdan su casa. Bah, seguro que presentadores, cantantes, y actores que se han prestado comen tres veces, se duchan con agua caliente, tienen casa, y se ponen vestidos caros. Son pijo progres. 

       Para redondear la semana en colaboración con Cáritas, anoche la cadena de Planeta, una pija en toda regla, una revolucionaria del copón, emitió un especial de Tu cara me suena en el que además de los artistas recurrentes, Paula Vázquez manejaba las donaciones desde un centro de llamadas. ¿Es lo de los desahucios un bocado, aprovechando la orgía dramática que se vive en la calle, que no hay que dejar escapar? Por favor, no sea tan miserable, responde Ana Rosa Quintana desde un monísimo vídeo que ha urdido sin pensar en datos de audiencia ni nada, ni siquiera en la competencia, que la adelantó en la iniciativa. Ella es asín. Ella lo llama solidaridad. Otros lo llamamos oportunismo. Está bien que los medios hagan estos gestos. Pero la responsabilidad es del Gobierno.

lunes, 25 de febrero de 2013

Maldeojos. Burbuja informativa. Domingo, 24 de febrero de 2013



Burbuja informativa


      La cosa está que arde. Los rojillos de La Sexta lo llaman Al rojo vivo. Todo el mundo sabe de qué hablamos cuando hablamos de burbuja inmobiliaria, que dio nombre a la burbuja sanitaria, a la burbuja de las TDT, y ahora, más que nunca, podemos empezar a hablar de burbuja informativa. Estamos rodeados de programas de actualidad, al margen de los telediarios. No meteremos en este recorrido, por consideración a los colegas de las otras cadenas, lo que dedica Telecinco a este nuevo impulso de la información, ya que esta gente entiende la actualidad de forma muy, muy particular. Pero no, no cuela como actualidad la memez que a veces le endonan a Emma García con el nombre de Materia reservada, donde debaten las chuminadas de la ruptura –o no- de José Campos con Carmen Martínez Bordiú, la situación de la monarquía desde el punto de vista de los tacones de Letizia Ortiz, o las triquiñuelas para seguir en portada de la asesora del amor Miriam Sánchez, más conocida como Lucía Lapiedra, actriz espatarrada como estrella porno, y el repulsivo Pipi Estrada. Así que no cuela. Dejemos a Telecinco en su justo sitio otorgándole el reconocimiento de ser de las primeras que apostó por el debate político con El gran debate, aunque obligada por lavarse la legaña de La Noria, que tan mal sabor de boca le dejó. Ahora, las cadenas se dan tortas por estrenar a un ritmo endiablado espacios de contenido político. Es verdad que esta fauna hace mucho para mantener el interés día a día. Lo curioso es que La 1, la televisión pública nacional, despacha los asuntos con un desleído Los desayunos y con un sonámbulo El debate, que de tanta corrección han perdido fuelle. Cuando Pilar García Muñiz aparece en pantalla un poco antes de las doce de la noche del jueves, está todo debatido.

La Sexta, en cabeza

      Hay que reconocer que la corona de esta burbuja informativa se la lleva La Sexta. Tiene pocos programas de producción propia, pero la mayoría están dedicados al análisis, la información, el reportaje de actualidad. Al rojo vivo es uno de los debates más vibrantes y plurales. Antonio García Ferreras deja clara su postura ideológica, y mete puyas más allá de lo que hace tiempo se entendía como moderador. Es activo, toma partido, se enzarza en discusiones, abre vías de opinión, matiza, no es un moderador institucional, es más, es vehemente, peleón, gesticulador, se encara, y con su mano izquierda, como el que para a alguien, organiza silencios, da paso a conexiones, o desvela nuevos datos sobre lo tratado, eso sí, caballero, después de la guerra, despide a sus invitados con un apretón de manos. Lo que me llama la atención es la excesiva presencia de Eduardo Inda –El Mundo- que está en todas las salsas de la cadena. Por la noche llega El Gran Wyoming y su particular informativo gracias al cual, aunque “ya conocen las noticias, ahora les contaremos la verdad”. Y lo consiguen. Desde el humor se entera uno de muchas cosas, entiende muchas otras, ve matices donde sólo había follón y lío. Desde el humor se desenmascaran datos, mentiras, y en sus años de existencia ha conseguido un lenguaje propio con el que la audiencia fiel se identifica. La Sexta Noche, con el eléctrico Íñigo López, irrumpió los sábados para competir con su gemelo en Telecinco. Y también va asentándose en un clima de avaros consumidores de noticias explicadas desde distintas ópticas. Más vale tarde amplía su radio, y aunque dice estar “dirigido a aquellos que demandan información y análisis plural en tiempos de convulsión social”, y lo presenta Mamen Mendizábal, de informativos, tiene un papel destacado Manuel Marlasca, experto en sucesos y ahora jefe de investigación de La Sexta. Es decir, lo mismo hablan de la peineta de Bárcenas que de la lluvia de meteoritos. La Sexta columna, Equipo de investigación, y Salvados –cinco años ya siendo un referente- completan la nómina de programas de actualidad desde el reportaje y la investigación.

Obregón 0, Bárcenas 10

      Antena 3 deja huecos para el análisis de la actualidad económica y política en Espejo público, igual que hace Ana Rosa Quintana en su magacín. Son mesas tertulianas de pega, una presencia que tiene que ver más con “para que no se diga” que con la apuesta decidida por acercarse a una actualidad que no sea la social en su faceta más sórdida. La cadena de Planeta anuncia nuevo programa nocturno semanal centrado en “el debate, la actualidad, y la investigación”. Es lo más in, la moda, la crema de este café para todos, pura burbuja informativa que se debe, cómo no, a una demanda de la audiencia. Con que en este nuevo espacio no esté Albert Castillón casi sería suficiente. Con que no se debatieran e investigaran los casos Marta del Castillo habidos y por haber se agradecería. Hay que reconocer que El gato al agua dio en la tecla hace casi 7 años. Le fue bien a Intereconomía con ese debate y con su presentador, Antonio Jiménez, que supo llegar a una audiencia de derechas que necesitaba pura dinamita, confirmación de sus ideas, sentirse protegida y que alguien dijera las cosas como allí se decían, y dicen, sin equidistancias, sin miramientos, sin pretensión de objetividad, retorciendo hasta la manipulación más burda y grosera todo lo que no encajara en su canon. Desarmado y en retirada este ejército, la banda abandonó el barco y se pasó a 13tv, cuyos curas han acogido a esta camada de gatos como lo que tiene que ser, un regalo del Espíritu Santo. En la burbuja informativa juegan diversos factores. Es barata, existe una demanda de mercado, y hay productos que se venden solos. Desinflada la burbuja rosa, su lugar lo ocupa la burbuja informativa. Lo que le pase a Ana Obregón es una antigualla. Ahora importa lo que le pase a chorizos y corruptos, a los gobernantes y allegados. Ahora las estrellas son Luis Bárcenas, Jesús Sepúlveda, Ana Mato, los Pujol, el espionaje, el Rey y su trapisonda familia, los cuentos de Rajoy, el miedo pavoroso del PP… 

La guinda                                                                                                 

Premio rebotado

Ha hecho lo que tenía que hacer. Julio Somoano, director de informativos de La 1, al que ahora el mismo PP que lo puso no sabe qué hacer con él porque las cosas no están saliendo como esperaban, fue a recoger el Premio Nacional de TV que Cultura le dio a su antecesor, Fran Llorente. ¿Qué dijo Wert? Que se lo daban a los informativos de TVE por su independencia. Perfecto. ¿Qué ocultó Wert? Que era de la etapa anterior.

domingo, 24 de febrero de 2013

Ay, ay, cómo tengo la mimosa

La mimosa del patio. Belleza fugaz, como tantas otras bellezas.

Atardecer en el pueblo

El río se pierde en el sombra de las choperas, aún sin hojas

Maldeojos. Bendiciones de farsante. Sábado, 23 de febrero de 2013



Bendiciones de farsante

      Hay mucha gente que se troncha de tanto reírse cuando ve a un engañador catódico muy profesional al que sacan en las madrugadas de algunas emisoras. No me refiero hoy a especímenes como Alfonso Rojo, al que sacan no sólo por la noche sino por la mañana, quizá porque este periodista se alimenta con pastillas de bilis y se retuerce como un gato cuando la realidad no se ajusta a sus uñas. Recuperen el vídeo donde en el programa de Ana Rosa, su ex, apenas digiere el enfado que le provoca Beatriz Talegón, la joven socialista que les cantó las cuarenta a sus líderes internacionales. El intrépido periodista acusó a la chica que ser una ganapanes de la política. Beatriz, serena, mirándolo, sin perder la sonrisa, le recitó su currículo y le recordó que sí, que ella cotiza como el resto y paga el IVA cuando debe. El acorralado periodista, humillado, refunfuñó su ridículo.

      Otros personajes producen semejante hilaridad, y sus tronchantes artimañas son carne de zapping. Hablemos del farsante Sandro Rey, brujo nocturno con pelo negro hasta el culo –peluca o no, o te descojonas o te acojona- atiende llamadas en la madrugada de señoras mayores y señores –pocos- en apuros. Insisto, a mucha gente le produce mucha risa. A mí me produce mucha rabia. El lunes estrenó La Sexta Así nos va, otro intento de reflotar sus tardes con el peso –cada vez más pesado- Florentino Fernández y la muy pizpireta Anna Simón, que eran pareja en Otra movida y Tonterías las justas, dos fracasos por creer que la audiencia se conforma con caritas, posturitas, y pamplinas. Los de 7 y Acción, la productora de Pablo Motos, han fichado al farsante Sandro Rey para reírse de él y con él. Malditos rescates del averno. Que se meta sus bendiciones por allí.

viernes, 22 de febrero de 2013

El origen del mundo. El diputado



El diputado

-¿Cuánto tiempo tengo, señor presidente?, preguntó el diputado al subir a la tribuna.

-Ya lo sabe, señoría, el de siempre, contestó el presidente del Congreso tapando con la mano el micrófono de la sala, cuando quiera.

-Allá voy, respondió el diputado, va por ustedes.

      Se quitó la chaqueta como si estuviera en su casa, concentrado, y la tiró al suelo, luego se fue desabrochando la camisa poco a poco, mirando a la bancada del Gobierno. Se hizo un silencio tan dramático que sólo el clic de algunas cámaras rebotaba en la bóveda del hemiciclo. Una ministra, tocándose la raja de las tetas, saltó del banco como una gacela abriéndose de patas en la mesa de las taquígrafas, que ya andaban con una mano buscándose el coño, y con la otra, zarpeando en la entrepierna del conserje, que se acercó porque a la ministra se le habían desparramado los papeles de su intervención en la tribuna, donde el diputado ya había lanzado al aire los pantalones, y tocándose la punta del capullo que le salía por los calzoncillos de pernil, se relamía los labios y gemía sin escuchar al presidente, que con medio cuerpo fuera de su mesa, tratando de alcanzar la nuca del diputado, le decía que se volviera un poco, que desde arriba no veían nada, que no siguiera así porque de lo contrario le quitaría el turno de palabra, palabras mayores para un diputado, que al momento se volvió con la picha mirando a la presidencia, donde se organizó un pequeño tumulto porque sus miembros, sobre todo la vicepresidenta, que aún no la había catado, se rifaban al diputado con mejor polla del Congreso, la más larga, la más gorda, la que más duraba tiesa, la que iba corriendo de coño en coño, de culo en culo, y de boca en boca hasta que al final, cuando el Presidente había tenido su ración, el diputado de la oposición miraba a la ministra tumbada como una marrana en la mesa de las taquígrafas, y dirigiéndose a ella dando manotazos para apartar a los moscones, presionando con fuerza la cabeza de su tranca, la soltó en el momento en que el diputado se corría como un mulo en la boquita de la ministra, que se arrodilló para comulgar con el debido respeto. Un aplauso unánime y de convicción democrática recorrió los escaños del Congreso, mientras el resto de diputados y diputadas se recomponían limpiándose los restos de su desvergüenza.