jueves, 31 de julio de 2014

Maldeojos. El maestrillo



El maestrillo
(Artículo publicado el martes,  22 de julio, en diarios de EPI PRESS)

      Habrán observado que si un programa de actualidad, sobre todo en formato división del mundo en dos, es decir, el día y la noche, derecha e izquierda, su Paco Marhuenda y su Antonio Miguel Carmona, si un programa así, con su presentador avezado tipo Iñaki López, el de La Sexta noche, no tiene a su maestrillo económico de cabecera es como si no pudiera ser porque es imposible. Seguro que hubo otros antes, pero fue el inefable, y cansino, todo hay que decirlo, Miguel Ángel Revilla, el de las sardinas, el ex presidente cántabro que resultó ser una Belén Esteban de la política aprendiendo a vender su libro como la otra su vida –y su libro- el que popularizó con su tiza y sus maneras de profesor antiguo eso de hacer de la economía un punto en el sumario de los programas, incluido La Sexta noche, donde se fajó. Era el gran mago, el hombre del pueblo. Un charlatán.

      De aquella pizarra de pizarra se ha pasado a una pizarra que ya es electrónica y que sólo manejan quienes saben de economía y de electrónica. Como el cántabro era una putita que se iba con cualquiera, se quedó sin unos y sin otros. Así que La Sexta lo sustituyó por el profesor Gay de Liébana, experto en explicar con palabras sencillas lo complejo de la economía –dice que Rajoy no vive en el mundo real porque la situación no es para ser optimistas-. Pero Susana Grisso le echó el ojo y se lo llevó, sin pizarra. ¿Se quedó La Sexta noche sin profesor, sin experto económico que nos guíe por el orbe oscuro de esa materia que o te llena la nevera o te la vacía? No. El último en llegar con su tiza electrónica a la pizarra del programa es Daniel Lacalle, un fulano que se crió en los brazos de la City londinense, palabras mayores. A ver cuánto dura este maestrillo.

miércoles, 16 de julio de 2014

Maldeojos. De Ramadán



De Ramadán
(Artículo publicado el martes, 15 de julio, en diarios de EPI PRESS)

      Dentro de una semana también yo estaré en Marruecos, y también viviré los últimos días del mes sagrado musulmán, el Ramadán, ese mes que las televisiones despachan cada año de la misma manera, igual que lo han hecho este, es decir, se acercan a una familia, casi siempre marroquí, que vive en España, y nos enseñan una mesa repleta de alimentos que sólo se comen cuando en la tarde no se distingue un hilo blanco de otro negro. Millones de personas viven este ayuno en todo el mundo. Que Mohamed VI, como ya hiciera con el rey Juan Carlos I, reciba a Felipe VI en estas fechas tan especiales, donde la vida en el país vecino da un vuelco y el día no parece día y la noche no parece noche, contiene en el lenguaje diplomático un guiño, un valor añadido, una deferencia que pocos jefes de Estado han recibido.

      Hemos visto imágenes de la cena de anoche en los jardines del palacio real de Rabat. Y como esas cenas se prolongan, los reyes de España hicieron noche allí. Al ser un mes de mucha relación familiar, de mucho esfuerzo por dominar los instintos más básicos, sea comer o beber, la visita de la familia real española en Ramadán es un privilegio. De ese Marruecos oficial sólo hemos visto unos minutos de imágenes con comentarios que ya habíamos escuchado en la visita de hace unos días a otro país vecino, a Portugal. Pero al margen de la diplomacia y de la suntuosidad de la cena de agasajo, como si las familias reales se vieran por estas fechas como tantos otros parientes, la mayoría de ciudadanos vive el Ramadán de otra manera. Y aunque no sale en la tele es la que emociona.


 
Imagen de la recepción oficial marroquí al jefe de Estado español en los jardines del palacio real, en Rabat. Lo destacables es que esa visita se haga en ramadán, una deferencia que se da con quien hay una relación casi familiar.

lunes, 14 de julio de 2014

Maldeojos. Marta Nebot



Marta Nebot
(Artículo publicado el domingo, 13 de julio, en diarios de EPI PRESS)

      Parece que lo que se pedía de ella, que fuese más graciosa y follonera que incisiva, más dicharachera que reportera, ya pasó. O pasó ampliándose a otro perfil, el de periodista sin más, sin gansadas, sin destacar el sentido del espectáculo sobre la información. Una revista matinal como el programa de Ana Sosa Quintana lo ha conseguido. Hablo de Marta Nebot. Hablo, para quien no la sitúe aún, de la periodista a la que el estadista sin complejos José María Aznar le metió en el escote un bolígrafo como respuesta a la pregunta, incómoda, que le hizo la sevillana. Marta Nebot tiene asiento reservado en la tertulia seria del programa, donde rodea a la reina madre Quintana, siempre en estado de revista, bien cardada y lacada, lo más florido del periodismo patrio, desde la risa de hiena, cínica y fría de Eduardo Inda, al beligerante torticero Alfonso Rojo.

        La periodista Marta Nebot tiene una sección doble. Hace un reportaje de crónica política que suele incluir una entrevista de actualidad, y se sienta como tertuliana en la mesa de opinión. Debería de ser lo normal, pero cuando un día dijo que para prepararse la entrevista con Pablo Iglesias se leyó el programa electoral de Podemos, me pudo. Eso no lo hace nadie, o poca gente. Bien por falta de tiempo o por exceso de desidia, o porque nadie exige a ese supuesto periodista información rigurosa sino información de relleno. Marta Nebot no sólo hace bien esos reportajes, aderezados con chispas pícaras de quien está informado, sino que en la mesa de opinión no sólo está a la altura de los tertulianos estrella sino que en más de una ocasión se los come con patatas. Señora, enhorabuena.

 
Marta Nebot ha pasado por muchos programas, y siempre se esperó de ella algo de chispa, sentido del humor, su vena gamberra, y todo eso sigue teniéndolo la periodista andaluza, pero ahora, en el programa de Ana Sosa demuestra, además, que se toma muy en serio su trabajo.

domingo, 13 de julio de 2014

Maldeojos. Pestiño Telecinco



Pestiño Telecinco
(Artículo publicado el sábado,  12 de julio, en diarios de EPI PRESS)

       Que no he venido aquí a pelearme, coño, que he venido a estar a gusto. Lo dice una señora de las que participan con sus ex en Ex, ¿qué harías por tus hijos? Si en esta columna sólo pudiera escribir una línea para comentar los programas, este programa de Telecinco lo despacharía así. Que no he venido aquí a pelearme, coño, que he venido a estar a gusto. Esa frase resume todos los ingredientes que le molan a Telecinco para que un programa le guste a la cadena y al público más radical. En Fuerteventura 10 ex parejas, con nominaciones y esas chorradas, están dispuestas a pasar una serie de pruebas, las típicas que no llevan a ningún sitio, para llevarse 100.000 euros para sus hijos. Álvaro de la Lama maneja esos momentos Telecinco, diatribas, reproches, carne triturada para servir como martingala en otros programas de la cadena.

      La otra cara de esta estupidez la maneja en el plató doña Emma García, eminente y muy reconocida manipuladora de carne en descomposición, con familiares y amigos de los ex que los defienden a muerte y grito. Pero… Pero este invento, que en Israel tuvo mucho éxito, se ve que mientras no atacan a los palestinos tienen tiempo de hacer otras cosas, hasta televisión, aquí no ha dado resultado. Es más, si empezó con un 13%, en la tercera gala, la del jueves, el desastre rozó el 8%, un auténtico batacazo que ni siquiera petardas como Rosa Benito u otras estrellas de la factoría han logrado revitalizar con su absurda presencia. ¿Aguantará Telecinco el feo, la humillación de sus fieles, o barrerá de golpe a los divorciados quitando ese pestiño? Es cosa de familia. Que se las apañen.

Pantallazo del programa en la web de Telecinco. Hay que fijarse en el texto de reclamo que usa la cadena: críticas, peleas, insultos... es decir, Telecinco a tope, da igual el tipo de formato. Una mierda.



viernes, 11 de julio de 2014

Maldeojos. El paro y TVE



El paro y TVE
(Artículo publicado el jueves, 10 de julio, en diarios de EPI PRESS)

       No aprenden. No quieren aprender. No aprende. No le da la gana de aprender. Hace nada dejó Ignacio Corrales la dirección de TVE, una forma decente de reconocer su desastrosa labor, su errática forma de dirigir la televisión pública. Pero uno de los elementos más criticados, tanto de fuera de la casa como de dentro, véase el guirigay que le monta cada semana el Consejo de Informativos, es Julio Somoano, a las órdenes del Gobierno, dirigiendo unos telediarios tan manipulados que, al perder su credibilidad, ni siquiera valen para conseguir su objetivo. En la última edición de La Sexta Noche, que contó de nuevo con Pablo Iglesias, el flamante eurodiputadomdijo que en la redacción de informativos tienen la orden de no dar noticias de Podemos.

       No sé si será así o no, pero lo cierto es que resulta no sólo raro sino inadmisible que en la televisión pública, y al líder de un partido que ha tenido 1´3 millones de votos, nadie lo haya entrevistado. En el cortijo que dirige Somoano, con vallas anti trepa para evitar que nadie escale y pueda arañar la hegemonía del PP, encaja esa orden. Igual que la burlesca lectura que hicieron el otro día del barómetro del CIS al inicio del Telediario. Para cerca de un 77% de la población el paro es la gran preocupación, por encima de cualquier otra, incluso al doble de distancia de otra que escala puestos a la velocidad de los sinvergüenzas que la provocan, la corrupción. ¿Qué lectura le hicieron decir a Pilar García en su entradilla? Que la preocupación por el paro es la tasa más baja desde hace cuatro años. Toma castaña. Pues para el PP aún es poco servilismo.

 
Doña Pilar García, a la que le hacen decir unas cosas feísimas en los telediarios. Como la del otro día, que en vez de decir que el paro sigue siendo la mayor preocupación de los españoles se despacharon con que ese 77% es una fruslería que nos lleva a que la preocupación por el paro es la más baja desde hace cuatro años. ¿Entendido?