viernes, 30 de junio de 2017

Maldeojos. Cañita Brava



Cañita Brava
(Artículo publicado el martes, 27 de junio, en diarios de EPI PRESS)

     Supongo que lo recordarán. Hablo de Cañita Brava, o Manuel González Savín en su carné de identidad –que he tenido que consultar-. Era la España de 1995, y Narciso Ibáñez Serrador, el del Un, dos, tres, endilgó a TVE y a la audiencia una de sus más chocarreras travesuras, El semáforo, un programa de talentos pero, cómo decirlo, de talentos raros, extravagantes, de talentos como salidos de la barraca de los monstruos. En El semáforo era el público el que después de la actuación de un minuto decidía si el desconocido merecía el aplauso o el horrísono estruendo de las cacerolas. En ese caldo de risas no exentas de una sensación de mal rollo porque te descubrías riéndote del otro por su fealdad, por su dislexia, por su estrambótica forma de cantar, moverse o lo que tuviera que hacer, nació Cañita Brava, que tenía todo lo anterior. Es el talento del idiota.

     Cortito de luces, pero con gracejo y, lógico, sin pudor, consiguió plaza en Crónicas marcianas, donde le tiraban de la lengua para que diera espectáculo. Pero como tantos muñecos, no sé si rotos o enteros, dejó de aparecer en pantalla, al menos en un espacio diario. Ni que decir hay que Santiago Segura, según me documento, contó con él para una entrega de su estomagante saga, quizá la primera entrega, que es cuando el gallego estaba en la cumbre gracias a El Semáforo. Pero digamos que desapareció. Hasta ahora. ¿Han visto el anuncio donde le vemos en un decorado que semeja el saloncito de una casa, donde Cañita aparece sentado en un sofá, con impermeable, cubriéndose con un paraguas, y negando que su casa haya humedades? Apenas se entiende lo que dice, y por eso está ahí. El anuncio es desternillante y surrealista. Como Cañita Brava.

martes, 27 de junio de 2017

Maldeojos. Con mucho orgullo



Con mucho orgullo
(Artículo publicado el domingo, 25 de junio, en diarios de EPI PRESS)

      Así promociona La Sexta su decidido apoyo a estos días de fiesta y reivindicación de los derechos y libertades de LGTBI. Mucho Orgullo. Es una cortinilla de apenas unos segundos en la que se ve la pantalla con rayas que recuerdan los colores del arcoíris. Oh, no, aparta de mí ese cáliz de veneno, Satán, retira de mi vista esa terrible visión del pecado, no permitas que niños y jóvenes se contaminen con esos mensajes de tolerancia, respeto y alegría, no lo permitas, Señor. Haz como yo, que dirijo la radio y tele públicas y desde ahora te digo, oh, lucero del alba, que soy un caballero, católico, apostólico, y romano, y que TVE no está para esas fanfarrias. Firma, José Antonio Sánchez, menda que preside RTVE, el mismo que dijo votar al PP, el mismo que está dispuesto a que le caigan desde el cielo y el infierno críticas por su gestión avalando un periodo aciago de manipulación y descrédito de La 1 ya que, “puf, menos mal que estoy bien pagado”, se le oyó decir al pájaro en la comisión de control de RTVE en el Senado. Ahora, ante uno de los acontecimientos de carácter planetario, el World Pride 2017, que convierte estos días a Madrid en el centro del mundo con la celebración de actos festivos, informativos, y con el Desfile del Orgullo el 1 de julio, el caballero católico, apostólico y romano, dice que esas ¿mariconadas? no son rentables y, además, contesta el pelanas católico al diputado del PSOE Ignacio Urquizo, “otras grandes cadenas tampoco lo retransmiten, como Antena 3 o Telecinco”. Tócate la flor. Y no nos toque la nuestra. Otras grandes cadenas, sacristán mío, tampoco retransmiten las misas del domingo, tampoco, que yo sepa, son rentables, y la tele pública, su tele pública, sí las emite. Mire, José Antonio, señor Sánchez, usted puede ser el caballero católico, apostólico y romano que le dé la gana, pero cuando se sienta en su despacho, esas intimidades, guárdeselas. No ofenda. Menos mal que su culo huele a culo arrojado por la ventana del nuevo consenso.

World Pride 2017
     El nuevo consenso adoptado por PSOE, Podemos, y Ciudadanos –el PP se unió en el último momento- para elegir presidente de RTVE como se eligió en la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, por dos tercios del Congreso y no, como cambió el PP con su llegada al poder, por mayoría. Se llegó al acuerdo, así que antes de que acabe el año, señor Sánchez, mi querido votante confeso del PP, mi enternecido sacristán, usted saldrá de la presidencia de la corporación pública por la puerta de atrás dejando un rastro de fango y descrédito casi sin precedentes. Frente a esta tele pública de la que no sólo no me siento orgulloso –con programas sin pulso, con telediarios vergonzantes que ocultan la realidad cuando la realidad se convierte en una apisonadora para el Gobierno, con un Canal 24 Horas que es el hazmerreír de los canales todo noticias, con una programación obsoleta cuyo único fulgor llega de un cansino Masterchef- está la nueva Telemadrid, que dirige José Pablo López y que ha logrado darle la vuelta al calcetín, que aún olía a los podridos potajes de Esperanza Aguirre, la gran dama de la mentira y la tele como arma partidista y tendenciosa. Telemadrid sí se volcará con los eventos en torno al World Pride Madrid 2017, y no sólo emitirá el desfile sino que elabora programación especial. Como La Sexta, sin duda la cadena que hoy por hoy ocupa el puesto que debería tener TVE, y no sólo en su decidido apoyo en la lucha contra la homofobia sino contra atisbos de machismo, maltrato a la mujer, xenofobia o racismo. La Sexta también emitirá el desfile del 1 de julio, y este viernes, para analizar su significado y trascendencia, dedicó La sexta columna a analizar de dónde venimos y dónde estamos. Venimos de un país que metía preso al maricón, y estamos en un país que conquistó, para ejemplo mundial,  el matrimonio igualitario, aunque deduciendo que “la homofobia sigue viva, pero tiene cura”.

Pito, chichi
     Un ejemplo. Esta misma semana, a raíz de la presencia del rey Felipe VI en una corrida de toros, imagen caduca y reprobable, innecesaria y desafortunada, escribe Jorge Javier Vázquez reprochándole esa presencia real al jefe del Estado, y de inmediato, como una horda de energúmenos, los tuiteros como buitres se han lanzado contra el presentador. ¿Por su pésima gracia literaria, por su nefasto trabajo en Sálvame? No, nada de eso. Se han tirado al gaznate por su condición sexual, o sea, porque le gustan los tíos. Claro que es necesario un Día del Orgullo. Y dos. Otro ejemplo, sin salir del corral de Telecinco. Me llamo Chelo García Cortés, tengo 65 años, me acuesto con quien me da la gana y soy una mujer. Aplausos del público del programa, que la apoya por los comentarios jocosos sobre sus gustos sexuales, incluso sobre su aspecto físico, poco femenino, Kiko Hernández y Jesús Manuel. Y otro. Hace unos días, en Espejo público, Susana Griso invitó al presidente de Hazte Oír, los tarambanas que echaron un bus a la calle con aquello de que el pito es una polla y el chichi es un coño, y la presentadora quiso saber qué haría Ignacio Arsuaga si un hijo le naciera gay, marica, homosexual, de la acera de enfrente, que soltara aceite, que no fuera normal, términos que millones de pelanas usan en la intimidad. Lo tendría claro, dijo, buscaría ayuda. ¿Buscaría ayuda? ¿Para curarlo? ¿Hablaría con su confesor? Dios, qué locura. Está claro que falta mucho camino por andar, mucho terreno que conquistar, mucho ignorante al que informar. Y la tele pública, TVE, que debería dar ejemplo, no sólo no es un orgullo sino que es una vergüenza. El apoyo al Worl Pride llega hasta The walking dead, unido a la causa poniendo en su portada de junio cómo Jesús, personaje homosexual en cómic y serie, mata a un caminante atravesándolo con el palo de una bandera del arco iris, todo un guiño al movimiento LGTBI. Por cierto, otra cadena, DKISS, patrocina el Worl Pride. Con mucho orgullo.

La guinda
Sin estrellas
En unos días, como cuando los políticos alcanzan acuerdos en silencio para subirse el sueldo sin levantar polvito en los platós, los platos se quedarán vacíos de estrellas. Las más rutilantes, de Ana Rosa a Susana Griso o El Gran Wyoming, nos dejan por unos meses de playa, o de descanso en familia o en islas remotas sin focos y sin maquillajes. Pero sigo preguntándome. ¿Quién descansa de quién, ellos, o nosotros de ellos?

lunes, 26 de junio de 2017

Maldeojos. Pornografía



Pornografía
(Artículo publicado el sábado, 24 de junio, en diarios de EPI PRESS)

     Vamos, limpieza de casa, vamos, arriba, limpieza de casa. Así irrumpe un tío dando voces por un megáfono en tu casa mientras tú estás en la cama. ¿Te lo imaginas? Pues la escena es real. Se la inventaron, y llevaron a término, los febriles guionistas que mueven los hilos de la acción en Hermano mayor, que Cuatro emite los viernes. El que invade la intimidad de ese hogar con esas maneras de matón de circo es Jero García, que presenta el programa y trata de reconducir el comportamiento extraviado de jóvenes que se han ido convirtiendo en forajidos dentro de su propia casa, insultando, agrediendo, y a veces golpeando con saña a familiares cercanos, entre ellos, y sobre todo, a sus madres. A este potaje desbordado llega Jerónimo, ex boxeador, con la idea de hacerle ver al verraco que esas no son maneras de relacionarse con nadie.

     En la última entrega del programa, la del megáfono, el protagonista de la noche fue un menda llamado Alejandro. A ese se dirigía el presentador ayudado con el megáfono en la mano dando voces. Vamos, limpieza de casa, vamos, arriba. Se oyó una voz desde el interior del cuarto. Te voy a pegar un “mascazo” en la boca. Y no me grites, subnormal, deja de tocarme la polla, que estás en mi casa. A partir de ahí se desencadenó una de las escenas más desagradables que he visto en ese programa que, qué quieren que les diga, ha perdido su carácter de “ayuda” para convertirse en una cita pornográfica con una violencia que, visto lo visto, parece provocada para que estos descerebrados la líen ante la cámara. Alejandro, llamando hijo de puta al presentador, se desbocó tanto que hubo que parar la grabación. Bingo. Y aquí estoy, hablando de esta mierda.


Maldeojos. On/Off



On/Off
(Artículo publicado el jueves, 22 de junio, en diarios de EPI PRESS)

     Uñas de acero y piel de mantequilla, decía Iñaki Gabilondo hace unos meses sobre la relación con la prensa que tiene Podemos, el partido de Pablo Iglesias, ese político que a veces, según la cuestión, parece sacarse de su coleta un caramelito de regalo para el periodista que le hace “una buena pregunta” o un dardo de reproche por su atrevido interés en llegar al fondo. Al hilo de esa relación, el martes, huyendo como un jabato en celo de El hormiguero, a donde llevaron a las Nancis rubias, el grupo de pachanga de Mario Vaquerizo, me fui a El intermedio, que ni falla ni decae. Como informativo juguetón, después de hacer una especie de sorteo a ciegas entre partidos y sus posibles marrones, siempre cae algo en la cesta del interés que escapa a la lupa del resto de noticiarios. Al partido de Pablo Iglesias le tocó el marrón de su relación con los medios de comunicación, relación que sería otra si don Pablo pudiera manejar, más, el cotarro.

     Le pirra, le pirra un periódico, una radio, una tele. Pero si él decide lo que ha de hacer y decir, publicar y emitir. El último, increíble, nauseabundo y antidemocrático gesto, al estilo de un Donald Trump tarumba, es el veto a varios medios nacionales –El País, la Ser, El Periódico de Catalunya, pero ni con el delirante digital de Eduardo Inda puede estar justificado-. Los de Podemos organizaron un desayuno informativo para presentar a los portavoces estatales del partido, pero bajo el concepto de off, o sea, off de record, en la jerga periodística, o un encuentro privado, como lo definió Noelia Vera, portavoz de Podemos para defender esa invitación selectiva. Ay, ay, don Pablo. Cada vez asoma más una pata que me aterra. Algo sabemos. Para ustedes hay medios on y medios off.

Maldeojos. Vaya sábado



Vaya sábado
(Artículo publicado el martes, 20 de junio, en diarios de EPI PRESS)

     Puf. Si a esta interjección le pudiera uno añadir otra f, quedando la cosa en puff, tendría lo que busco para hacer la crítica de No es un sábado cualquiera, penúltima alucinación salida de la La 1, que está más zumbada que las maracas de Machín. ¿Saben aquel que dice que un presentador se ríe más que el público del público y mucho, muchísimo más que el público de casa? Pues eso es No es un sábado cualquiera, casi al borde de hacer bueno Noche de fiesta, el inefable delirio de José Luis Moreno. El presentador de este disparate es el actor Fernando Gil, un guapito de sonrisa gentil y gestos mecánicos que sale acelerado, se desarrolla acelerado, y muere dando pingos. Lleva el guión en la masa de la sangre. O cayéndole por el pinganillo. Pero hete aquí, malandrín, polluelo, que un programa de entretenimiento no es una función teatral.

     Vamos, que está más sobreactuado que Ángel Garó, que sigue su particular desbarre cobrando por acomodar su culo al sillón de Sálvame. Fernando Gil confunde el medio. Que no, que no, que como presentador es más malo que un chiste de… Ángel Garó. No sólo hay un presentador que ni me roza el interés en No es un sábado cualquiera. Hay un batiburrillo donde el chiste sucede a la música enlatada, cadavérica, hay un momento baile que puede remedar a los musicales del cine, hay un momento muñeco con cara de Julio Iglesias que hace del Julio Iglesias más parodiable y sigo sin saber qué pinta ahí, y así, este guiñol. Vuelvo al momento chiste. ¿Se imaginan al grupo La guardia como guardias británicos, impávidos, mientras unos gañanes les cuentan unos chistes, siendo el reto que La guardia no puede reírse? Está claro, no es un sábado cualquiera.  Puff.