miércoles, 30 de noviembre de 2016

Maldeojos. Hora idiota



Hora idiota
(Artículo publicado el domingo, 27 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)

     Uno de los actores de La que se avecina, Ernesto Sevilla, lo ha dicho en crudo. Yo, para que no suene tan rotundo, lo diré más suave. Dijo que Javier Cárdenas es gilipollas. Y se quedó tan a gusto. Seguro que Pablo Motos, en cuyo programa andaba ese día, sintió por dentro que llevaba razón, pero no metió más candela al fuego. Seguro que al papá de Trancas y Barrancas le toca su barbita, como un Vincent van Gogh más presumido, que Hora punta, como El hormiguero, someta a Alejandra Castelló a un reto semanal tal como hace el programa de Antena 3 con Pilar Rubio. Uno de los más llamativos ha sido el de bañar a Castelló con “vómito de vaca”. Tal cual. El reto se celebraba el día en que Pepe Rodríguez, jurado de Masterchef, acudía al programa de La 1 para hablar de su edición para celebridades. Que nos guises unos sesos, le dijeron al chef, a ver quién se los come antes, o Alejandra o Álex Casademunt, el de OT, que ha encontrado en ese plató horma para su culo y se ha hecho el fuerte. Perdió la chica. El castigo, bañarse en vómito de vaca. ¿Asqueroso? ¿Cosa de gilipollas? Idiota. Creo que responde al tipo de humor, o lo que sea, que acuna el señor Cárdenas, un mundo idiota, un territorio idiota, una soplapollez detrás de otra. Es lo que siempre hizo este pelanas. Desde los tiempos de Crónicas marcianas apuntaba maneras. Cuando supo que Ernesto Sevilla le había llamado gilipollas en su sección de El hormiguero a cuenta de cosas que son gilipollas respondió que “Unos donamos una casa para luchar contra una enfermedad, y otros insultan sin motivo alguno”. Respuesta idiota. Más tarde, Ernesto Sevilla matizó diciendo que no quería insultar, y que se refería a la imagen que da en el anuncio de su programa de radio donde se pregunta si “es casualidad” que aumente el número de oyentes. Pues estoy de acuerdo. Todo es muy gilipollas.

Dandi de chiringuito
     A la quema de esta Bastilla de chichinabo se ha unido un tipo barbudo con poca gracia, todo hay que decirlo, que hizo un monólogo en el Late Motiv de Buenafuente, en #0, donde trataba de analizar las elecciones de EEUU, pero el tal Ignatius Farray es de los que van riéndose de sus gracias antes de que el público las ría, que no las ríe porque al escucharlo se queda uno con cara de espectador que espera y espera los momentos de llorar en “Un monstruo viene a verme”, pero como no llegan porque todo es demasiado obvio pues te dedicas a ver el truco y acabas más aburrido que el guardián de un campo de habichuelas, ay, Juan Antonio Bayona, yo quería, estaba dispuesto, entregado, pero no se produjo el milagro. Pues con este Ignatius, igual. La gente, con gana de juerga, sólo rió cuando comparaste a Donald Trump y Hillary Clinton diciendo que el dilema entre uno y otra es como elegir entre Esperanza Aguirre y Cárdenas. Vale, se acepta pulpo como animal de compañía. Lo único que saco en claro es que al presentador de Hora punta le está cayendo, nunca mejor dicho, la del pulpo. Hora punta es ese tipo de programas donde, como el mentado Ignatius Farray de Late Motiv, el equipo, con su presentador estrella a la cabeza, se ríe mogollón antes de que la gente se ría, ese tipo de programas embastados con cascajo de internet, con un tufo a cosa vista, trillada, a cosa superada, y desde luego impropio de una televisión pública que ha de apostar por la calidad sin fisuras, y Hora punta, señor Cárdenas, dandi de chiringuito, es un programa de tonterías, un programa idiota donde su ego, dandi de verbena de barrio, se empavona porque está pensado para rendirle pleitesía cada dos minutos. Pero si hasta es capaz de anular a sus colaboradores, dandi de corral, y quedarse con el gag que los guionistas pensaron para ellos.

Penosa dicción
     Usted no cambia. Si mis rastreos por la Red son ciertos, usted empezó en Al ataque, aquella cosa de Alfonso Arús en Antena 3 –años 90 del siglo pasado- que el mismo equipo definió como “cutre salchichero”. Y lo era. Nunca me gustó su humor, y como usted se quedó colgado en ese alambre de óxido y caspa, pero tratando a sus “víctimas” con tufillo de superioridad, tampoco me gusta su humor, dandi de gimnasio. Fue en Al ataque, antes de llevarse sus monstruos  a Crónicas marcianas, donde dio con pobres criaturas, hambrientas de fama unas, ignorantes e ingenuas otras, como Pozí, Carlos Jesús, o Paco Porras. ¿Recuerda, dandi de sacristía, la condena a pagar 15.000 euros por reírse de un discapacitado de Tenerife, hasta el punto de que la gente se reía luego del chico por la calle? Ah, qué momentos de gloria. Son tontos, pero tan graciosos los jodíos. Ahí sigue. En esa gloria de chumino trasnochado, rodeado de una claque entregada que le ríe las gracias, bañándose en un humor chapucero, ahora premiado por La 1, nada menos que la televisión pública, con una hora idiota. Ni la excusa de llevar invitados de programas de la casa en promoción, ya sea Paco TousVíctor Ros- o David Civera esta semana –para vender discos-, justifica este despropósito. La audiencia no se traga sus ruedas cuadradas. Y otra cosa. Vuelvo a El hormiguero. Se le nota mucho que ha bebido de esa fuente. Y es legítimo. En televisión, y cada día más, es difícil tener la orla de la originalidad, que por supuesto usted, dandi de puticlub, no tiene. Pero siendo legítimo beber de todos los programas de entretenimiento del mundo, que es lo que hacen todos, Hora punta se ha quedado en Hora necia, en Hora idiota. Y otra cosa, no lo conozco, ni tengo fobia ni filia hacia Javier Cárdenas. Cuando personalizo tanto y deviene en dandi de no sé qué, sólo hablo de lo que aparece en pantalla. Su vida real me interesa poco. A ese Cárdenas me refiero, al que veo en la tele. Menos mal que la hora necia apenas la ve un millón y pico de espectadores. Demasiados. La única razón que lo explica, creo, es que como su dicción es tremebunda, da igual lo que diga porque no hay dios que lo entienda. A ver si los idiotas son los que lo han puesto ahí.

La guinda
Pobre Rita
Un infarto se llevó a Rita Barberá. Descanse en paz. La familia ha dicho que sólo cree en la justicia del Todopoderoso. Ya da igual. La terrenal no ha podido juzgarla. Y eso se nota en el PP, que de golpe ha salido en los platós a decir que la muerta, es decir, esta mártir, ahora sí, es mía. Los mismos que, con Rajoy al frente, en un acto circense de cinismo partidista, la arrinconaron hace un par de meses. Maldita política. Qué asco.

martes, 29 de noviembre de 2016

Maldeojos. Balenciaga y achicoria



Balenciaga y achicoria
(Artículo publicado el sábado, 26 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)

     Empecé a ver con prevención  Lo que escondían sus ojos el martes. Una razón es por la cadena, Telecinco, cuya credibilidad para algo que no sean porquerías cotidianas, está bajo mínimos. Otra es su nombre, no me gusta la cursilada, Lo que escondían sus ojos. No ayuda mucho saber que se basa en la novela de Nieves Herrero, del mismo nombre. Y otra es que el torrencial amor entre el amigo de los nazis, el ministro de Exteriores y cuñado de Franco, el picha brava Ramón Serrano Súñer, y la marquesa de Llanzol, Sonsoles de Icaza, diluyera el retrato de una España bárbara y criminal. Y vaya si lo diluye. Pero es verdad que esa historia de amor se vive al margen de la situación de un país que aún está tapando la sangre de su guerra civil. Años 40.
     No es una serie histórica. Es una serie de amor que se da en un momento histórico, que por otra parte refleja la hipocresía del poderoso. Y es una serie que, y es una novedad, se cuenta desde el punto de vista de los vencedores de la guerra. En ella se ve una España elegante, de salones dorados y lámparas de araña, de señoras con vestidos suntuosos firmados por Balenciaga, una España que no sólo no pasa hambre sino que acude a cócteles, cenas, y divertimentos sociales donde el Möet&Chandon es como la achicoria de los pobres pillada en el estraperlo de las esquinas. La serie tiene una impecable factura. Y unas interpretaciones en las que sobresale el Franco de Javier Gutiérrez, que no lo parodia sino que inquieta, o la Carmen Polo de Pepa Aniorte. No así el Súñer de Rubén Cortada, bastante cortito, por muy bien que dé en cámara.



viernes, 25 de noviembre de 2016

Maldeojos. Sueño LGTB



Sueño LGTB
(Artículo poublicado el jueves, 24 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)

     Claro que sí. Viendo lo que pasa en Rusia con el llamado colectivo LGTB España es el paraíso, la meca soñada, el destino ideal. Lesbianas, gais, transexuales y bisexuales son la escoria que hay que eliminar, literal, de las calles, plazas, trabajos, y casas de un país en donde esos ciudadanos son perseguidos de una forma obsesiva, enfermiza, y no sólo por otros ciudadanos anónimos o asociaciones coordinadas para tal fin sino por un aire de permisividad, incluso de aliento, que llega de las instituciones, estando a la cabeza un gobierno desquiciado que ha visto en el mariconeo una espita útil para que afloren sin grandes tumultos la rabia por situaciones de desigualdad, falta de trabajo, de libertad y otros asuntos turbios que no interesa airear. Mientras la gente se entretenga soltando su agresividad y veneno contra el homosexual no pide explicaciones por otros temas.

     Las declaraciones de un tal Timur Bulatov, uno de los capullos significados que tienen la homofobia como sello de identidad del país, un energúmeno peligroso y violento, es de los que defecan cuando abren la boca para decir que “todos los homosexuales son pederastas”, y quien los apoye son objetivos a derribar. Y así es, acosan, persiguen, y les hacen la vida imposible, incluso consiguiendo que los echen del trabajo. ¿Qué hace la autoridad, la policía, la justicia? Alentarlos. Las leyes rusas criminalizan la relación entre personas del mismo sexo. Por decreto, todos son machos, hasta las tías. Contado aquí no da la misma impotencia y rabia que cuando vi el lunes “Viaje a la homofobia” en el nuevo programa de reportajes de Cuatro, Fuera de cobertura, que presenta cada semana Alejandra AndradeCallejeros, En tierra hostil, Encarcelados-. Felicidades.


jueves, 24 de noviembre de 2016

Maldeojos. Niños desechables



Niños desechables
(Artículo publicado el martes, 22 de noviembre, en diarios de EPI PRESS)

     Viendo el sábado en La 2 La noche temática no tenía cuenca para que mis ojos no se salieran desorbitados. No creo que tenga que ver con mi edad, que me pone sensible. En EEUU es posible adoptar un niño y más tarde poner un anuncio y deshacerse de él, o sea, traspasarlo como una mesa que no gusta, un sofá envejecido, una lavadora antigua. La cosa tiene un nombre rimbombante, yo creo que para que las cabezas no estallen de vergüenza y los legisladores puedan seguir a lo suyo, mirando sin remordimientos a otro sitio. La cosa se llama reasignación de hogar, es decir, la re adopción. La transacción es fácil. Un cortijo tiene más trámites para pasar de usted a mí que si me traspasara a un nene. Con que un abogado firme la transferencia parental es suficiente. Su hijo es mío al instante. Todo legal. En cuestión de minutos.

     La entrega de La noche temática se llamó, con toda crudeza y razón del mundo, “Niños desechables”.  Ver a estos críos de diferentes edades, incluso adolescentes de 15 ó 16 años, contar a cámara su experiencia, su dolor, su desolación y desesperanza porque hay algunos que han estado en tres, incluso en cuatro familias distintas, transferidos gracias a anuncios en Facebook o mediante empresas dedicadas a este mercado, te deja en un estado de perplejidad del que te cuesta salir. Uno de los momentos más dramáticos, más delirantes y más turbios vividos por los asistentes como se vive un día de feria fue la organización de un desfile, con pasarela y todo, de chicos y chicas a transferir ante las familias interesadas en ellos. Hay catálogos con el material expuesto. Todo legal. Todo inhumano.

martes, 22 de noviembre de 2016

Riofrío. Caviar de esturión

Caviar de Riofrío, Granada
 
El otro día me fui a comer con un grupo de amigos a Riofrío, cerquita de Loja, a un paso de Villanueva Mesía. El nombre del pueblo es el nombre del río, Riofrío. Y así es. El agua parece de cristal helado bajando por un cauce estrecho entre árboles, remansos, y pequeñas cascadas entre chopos, sauces y juncos. El nacimiento del río, a las faldas de la Sierra de Loja, es de una belleza serena, sin aspavientos, como si fuera lo más normal ver salir del suelo, entre las rocas y la yerba. pequeñas bocanada de un agua tan limpia que se ve el corazón del mundo. Ese agua es la que baja hasta el pueblo, hasta Riofrío, que cría unas truchas de primera calidad. Por supuesto, hoy, en criaderos de enormes piscinas. Pero además de truchas se está desarrollando, y con muy buenos resultados, una gran industria dedicada a la producción de caviar de esturión. Dicen que tiene una calidad extraordinaria, capaz de competir con otras grandes zonas del mundo que venden su caviar como una exquisitez conocida en el planeta. No lo he probado aún. Pero lo haré. Baste hoy dejar testimonio de un somero acercamiento. Me contaron los trabajadores de la piscifactoría que el traslado que hacían de los esturiones era rutinario. Del "médico", a la gran piscina. Los biólogos compurban el peso, la longitud, el color del pescado... Y luego, pasada la revisión, y en pequeños barreños metálicos, llevados en camión a las enormes piscinas donde van creciendo hasta adquirir el tamaño adecuado. 
 
 
 El Riofrío a su paso por el pueblo, Riofrío, repleto de restaurantes donde el plato estrella es la trucha

 El cauce del río se ha convertido en un paseo popular. Algunos días de la semana hasta se instala un mercadillo
 

 Una de las grandes piscinas donde crecen las truchas
 

 En estas instalaciones -cuyo interior no es visitable- se hace el control de los esturiones, pescado que no es de la zona pero cuyo clima y temperatura del agua posibilita que se críe en piscifactorías
 
 Traslado de esturiones a las grandes psicinas después de la revisión
 
 Dos trabajadores trasladan un esturión al barreño. Me dijeron que podían alcanzar entre 15 y 30 kilos
 



 Barreños de traslado de esturiones con agua dulce procedente del Riofrío
 
Logotipo que comercializa el caviar de esturión de Riofrío. No pude visitar la tienda porque estaba cerrada