martes, 30 de octubre de 2018

Maldeojos. Intercambio sin sentido


Intercambio sin sentido
(Artículo publicado el domingo, 28 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     A ver, ¿cómo duerme tu chico?, pregunta él. Pues a pata ancha, responde ella. No, digo que si… Ah, ya, le gusta dormir sin nada. La escena sucede después de ver cómo un maromo de cuerpo de acero se mete en la cama donde está a punto de meterse otra mujer que no es su chica habitual sino el “intercambio”, y cómo la chica, para evitar roces con el cabestro al aire del “desconocido”, pone un muro de contención en mitad del colchón formado con cojines. El que duerme en bolas es de Almería, tiene 34 años, y se llama Miguel. Su pareja, que duerme con otro en otro lugar, es Joana, de Vitoria, y tiene 31 años. Luego está Mónica, de Orihuela, 33 años, la de los cojines, que cree que sí, que es posible la amistad profunda entre hombres y mujeres, sí, salta el de Almería desde el sofá, “profunda porque te la mete hasta dentro”. Mira, rebate Mónica, mis compañeros de trabajo son todos chicos. Y qué, responde el semental de la árida tierra almeriense, ¿has probado a ponerte en pompa? Es el nivel. Así podría seguir un buen rato. Sólo es necesario estar atento a Intercambio consentido, que emite Antena 3 la noche del lunes. Y de verdad que no sé por qué, para qué, para quién. El programa es un batiburrillo de programas, siendo Cuatro la maestra. Es una especie de corta y pega que suena a visto. A Antena 3 le costará trabajo hacer feligresía estable con estas chuminadas. Quien consume este tipo de formatos, de albóndigas industriales, de comida para perros, tiene el diente más retorcido que un tertuliano del mundo rosa, que apenas sabe dónde hincarlo ahora. ¿Hay mundo rosa en la televisión? Se dice que Sálvame, que tiene una pizca de todo, ocupa ese lugar para dar cuenta de los mundos creados por Mediaset, que hace de ellos un cóctel bárbaro, un Armagedón, un mundo en llamas dominado por bestias salidas del infierno de Telecinco. Antena 3 lo intenta de nuevo, intenta crear sus propios infiernos, sus propias mierdas. Y volverá a fracasar.

Merluza de atrezzo
     El diente retorcido de los consumidores de este tipo de productos, del corazón o de los formatos llamados de ayuda, de citas de pareja, de busca de pareja, de parejas en apuros, de intercambio de familias –como el último invento de Cuatro, Me cambio de apellido, donde la familia Campillo, pescadores, humildes, vive por unos días en la casa de la familia de las Leoni, ricachonas, pijas, estultas y relamidas-, los consumidores de estos productos –de First dates a ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, de Casados a primera vista a Granjero busca esposa- están de vuelta y se lo saben todo. Intercambio consentido cuenta con un siquiatra, Iñaki Vázquez, y una entrenadora, una guía, una asesora –que no, que no me sale escribir coach-, Covadonga Pérez, que se supone estudian y dictaminan lo que pasa en la pareja en apuros para necesitar distanciarse e irse a vivir aventuras con otros hombres, con otras mujeres a ver si en la distancia se recupera lo perdido. Ocho parejas se intercambian para vivir con alguien desconocido a ver si el estímulo revitaliza la relación o la hunde del todo. Ahí está la oferta. Pruébenla. En estos casos siempre me pregunto lo mismo. ¿Yo haría eso? ¿Yo me dejaría guiar por un grupo de guionistas que está trabajando como el que trabaja en la mina, en una zapatería, o en un programa de intercambio de parejas? Creo que no. De hecho, las parejas de Intercambio consentido tienen menos frescura que una merluza de atrezzo.

Casado y Aznar
     El que de verdad ha hecho un cambio con sentido, con auténtico sentido, es el terrible José Antonio Sánchez, que salió de RTVE como los humanos del paraíso, perseguido por espadas flamígeras, y ha sentado su culo gordo en la COPE, que el cielo lo tenga barriendo guano de murciélago. La mano derecha de Rajoy en la tele pública es ahora la mano derecha del Señor en la radio de los curas. Recordemos que el obrero dijo sin que el partido que hoy lidera Pablo “Aznarín” Casado reventara por el descaro, que él era votante del PP y que al dejar su cargo de mamporrero en RTVE sería “de agradecer que el PP me busque un puestecito”. Y ya lo tiene a pesar de que la ley de regulación de altos cargos lo prohíbe. Y qué me dicen del intercambio sin sentido con más sentido de la televisión de los últimos meses. Que resulta que Paolo Vasile, en sus noches de pesadilla por darle carrete a los hormonados de Mujeres y hombres quitándolo de Telecinco y llevándoselo a Cuatro, no sólo hundió el derrengado programa de chonis en acción sino que hundió a la invisibilidad más opaca a Emma García, que apenas nadie ve aferrada a su pene inalámbrico sentada en las gradas de semejante estupidez. ¿Y qué? Pues que Paolo no para de hacer perrerías. Que le ha ordenado a Toñi Moreno, Viva la vida, que haga el petate, deje el programa de las tardes del fin de semana en Telecinco, y se vaya a torear a estos becerros que buscan fama clínex a Cuatro. Pobre Toñi. Ni TVE se libra de los intercambios. Ana IbáñezTelediario matinal de La 1, programas en el 24 Horas- y Diego LosadaLa tarde en 24 horas- pasan de informativos a España directo. ¿Y su titular, el andaluz triunfador Roberto Leal? Pues deja el programa que le dio la guita y la fama como reportero -¿lo recuerdan haciendo roscos en el aire con los dedos para remachar que el guiso de esa tarde estaba estupendo?- y se queda como estrella de grandes eventos, como Operación Triunfo. Y otro intercambio, con mucho sentido debido a su programación especial, el que tendrá lugar el martes en la parrilla de Antena 3. Juanra Bonet dejará el timón de ¡Boom! a Arturo Valls, que a su vez dejará el de  Ahora caigo en manos de Jorge Fernández, que pasará el testigo de La ruleta de la suerte a Juanra. Pero nada de lo dicho tiene la enjundia del intercambio consentido y con sentido entre el pimpollo Casado y el carlancón Aznar, que declaran sus amores en cuanto pueden. Yo que sus esposas, Isabel Torres y Ana Botella, estaba llamando a Intercambio consentido a ver si sus matrimonios tienen arreglo.

La guinda
¿Medio república?
Después de una promoción a la altura de su importancia, después de siete estúpidos años en el cajón, arrestada y con olor a censura, la nueva TVE iba a machacar la emisión de los capítulos que aún quedaban por emitir de 14 de abril. La repúblicaFélix Gómez, Alejo Sauras, Verónica Sánchez, Lucía Jiménez- enviándola a las madrugadas del sábado. Ante el revuelo, vuelve la sensatez. Mejor así.




lunes, 29 de octubre de 2018

Maldeojos. Élite es élite


Élite es élite
(Artículo publicado el sábado, 27 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     No soy un adolescente, incluso creo que jamás fui un “teenage” al uso, pero sí que me han metido en el coco la sensibilidad, los líos, las ambiciones, los amores y pasiones, lo maniqueo de Élite, la serie de Netflix que me he tragado sin rechistar desde el capítulo uno al ocho de esta primera temporada. A un colegio de adolescentes ricachones –por supuesto con padres corruptos cuya fortuna no es trigo limpio- llega un trío de pobres becados –una musulmana, un camarero, y un chulito buscavidas- que son el hazmerreir y la diana de los altivos pijos. Pero las cosas van a cambiar en cuanto el aceite se mezcla con el agua de este micromundo de arquetipos, y ese retrato mil veces visto empezará a descomponerse con los matices, con la magnífica evolución de los personajes, con la intriga de saber quién ha matado a la protagonista.
     Cada uno de los personajes –acertada elección de actores- tiene razones para acabar con Marina, rebelde hija de un matrimonio enfangado en las corruptelas de la construcción. Creada por Carlos Montero y Darío Madrona, Élite eleva de nuevo la ficción online en España a niveles donde se codea la élite mundial. No hay capítulo, dirigida la historia por Ramón Salazar y Dani de la Orden, que te deje indiferente. Prejuicios que poco a poco se desbaratan, de un lado y de otro, diálogos vibrantes, tórridas escenas de sexo, un montaje brillante, una música que potencia pero no agrede, y unas interpretaciones creíbles y eficaces –buenísima la mala de telenovela Dana Paola-, Élite aborda asuntos delicados con una naturalidad admirables –las tramas de Omar Ayuso, Omar, camello, gay, y musulmán, son ejemplo-. ¿De verdad que aún hay quien dice, bah, es española?


Maldeojos. Páralo, Monegal


Páralo, Monegal
(Artículo publicado el jueves, 25 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     En su show de La sexta noche Ferrán Monegal, un maestro en esto de la crítica, de los comentarios sobre televisión, tiene maneras de presentador antiguo, trasnochado, dando paso a la sarta de vídeos que componen su actuación estelar de la noche. Es de los que aún señalan con el dedo al realizador para que pinche el vídeo número ocho sobre el que el atinado observador disertará. ¿Recuerdan al histriónico, colapsado, gritón, e hilarante Boris Izaguirre y sus “páralo, Paul”, señalando al plasma con una varilla que terminaba en forma de mano? Su actuación, su show, se enmarcaba dentro de aquel chape chape de la madrugada llamado Crónicas marcianas, una forma de hacer televisión que abrió las puertas del infierno. Pues por ahí va lo que quiero decir. Quizá esto de mandar parar o poner vídeos sea lo de menos, como es la sección en sí.

     Me resulta envarada. Un parón en el kilométrico programa. Incluso sin chispa, apagados y mortecinos algunos comentarios sobre estrategias informativas para tratar noticias. La otra noche llevó a su sección a Gabriel Rufián, ese chulesco joven político que logra lo contrario de lo que pretende –su estúpido ego consiguió convertirse en noticia cuando la comisión del Congreso trataba de investigar, con Álvarez Cascos de cuerpo presente, la financiación del PP llamando “palmera” a la diputada popular Beatriz Escudero, que a su vez lo llamó imbécil, de forma que los titulares fueron para el de Esquerra y ni uno para Cascos y el PP, magnífica jugada, chaval-. Los dos, Rufián y Monegal juntitos, con casi arrumacos de amor y admiración mutua, son ejemplo de una sección casi fallida que apenas tiene el brío de la ironía y la mala baba.


Maldeojos. Campeones


Campeones
(Artículo publicado el martes, 23 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     A tomar por culo Donald Trump, decía uno de los chicos con los que Salvados volvió en su nueva temporada a La Sexta, y aseguro que lo hizo con un brío de meada de potro, como escribía García Márquez para referirse a la juvenil vitalidad de un personaje. No recuerdo en cuál de sus novelas, pero en una está esa imagen de una potencia atronadora que ahora me sirve para hablar del programa de Jordi Évole. Suave, con delicadeza de abuela, sin paternalismos, con naturalidad, Jordi habló con los protagonistas de la peli Campeones de Javier Fesser, todos con discapacidad intelectual, y sin embargo con una claridad de ideas extraordinaria. Los bancos son unos ratas, claro que el Gobierno les salvó la vida, y claro que me pareció muy mal porque ese dinero se debería de haber usado en pensiones, carreteras, hospitales, escuelas, dice Julio con aplomo.
     La historia del sueño y el intento de Stefan de volar para sentirse un avión –con papeles y con bolsas a modo de alas-, fue tierna y hermosa. Hubo otros momentos así, emocionantes sin ser dramáticos ni lacrimógenos, y de denuncia sin cargar las tintas en una sociedad a la que se suele culpabilizar por la forma de tratar a estos chicos y chicas, que sí, que hay aún cosas que corregir, pero este Salvados no iba por ahí. Hubo una curiosidad que me recordó, como dos gotas de agua, a la sorpresa final de Distintos, cortometraje producido por Asindown Valencia y dirigido por Josevi García Herrero. Como en Distintos, Salvados –ay, copiones- contó con Alejandro Sanz. El amor, el futuro, la política, los miedos, el trabajo, la autonomía personal pasaron durante la hora del programa con la elegancia y el tratamiento visual de un formato impecable.


miércoles, 24 de octubre de 2018

Maldeojos. Bah, ¿qué es la verdad?


Bah, ¿qué es la verdad?
(Artículo publicado el domingo, 21 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Dice el dicho que un tonto coge un camino, que el camino puede acabar, pero que el tonto sigue. Otra forma de decir lo mismo es la del perro que se aferra al hueso y no hay forma de que lo suelte aunque se le haga ver que no hay carnecilla que morder, y qué, dirá el can, pero hay hueso. Pues lo mismo. Lo mismo con la historia de Pedro Sánchez que se equivocó –por ególatra, porque en realidad quiere ser el rey y le jefe de Estado, y el amo de la pista, y el que siembra y corta las lechugas- en la recepción que dieron los reyes a las autoridades después del desfile de las Fuerzas Armadas el 12 de octubre. La imagen del presidente acompañado de su esposa, Begoña Gómez, la “otra okupa” de la Moncloa, deteniéndose junto a los monarcas en vez de seguir su camino, ha sido lo que ha quedado de ese bravo despliegue marcial, de esa imagen de potencia con corderos que marcan el paso legionario. Un comunicado de Moncloa, y sobre todo de la Casa del Rey, justificó el error diciendo que el presidente y su esposa siguieron en todo momento las indicaciones dadas, es decir, permanecer junto a Felipe VI y Letizia Ortiz para una foto con otras autoridades del Estado, pero que se inició el besamanos sin poderse hacer esa foto. Bah, ¿qué importa eso, a quién le importa esa puta verdad? Lo que cuenta es que “este tío es un tonto” con afán de protagonismo. El mal ya estaba hecho. Las redes sociales empezaron su carrera imparable. Algunos tertulianos, ciegos, y sordos a todo posible cambio de opinión, seguían propalando el bulo de que “este tío es tonto”. La escritora Elvira Lindo explicaba la cosa echando mano de la importancia, simple y sutil, que esconden dos consonantes, la c y la k. No es lo mismo “ocupa” que “okupa” en el imaginario colectivo. La derecha “ocupa” la Moncloa, la izquierda, aunque llegue a ese palacio de forma legal, siempre “okupa” ese caserón que representa el poder. Los gritos de la peña, española y muy española, contra Pedro Sánchez cuando llegó al lugar del desfile del Día de la Fiesta Nacional, van en esa dirección. El mantra es que está en el Gobierno, en la Moncloa, como okupa, arrinconando la verdad –llegó de forma más que legítima, democrática, según nuestras leyes- porque no sólo no interesa sino que es una putada, un estorbo, una jodienda en el discurso. O sea, un tonto coge un camino…

La “prueva” de Sastre
     La nueva TVE, sí, hay que decirlo así a pesar de que otro mantra da codazos con ímpetu para que no se instale la idea, abrió los informativos no sólo con el error de protocolo sino con los abucheos al presidente, como es lógico. Ni una edición del Telediario privó a la audiencia de esas imágenes, de esos sonidos, incluso esta semana, en la tertulia de los Desayunos, ahora en manos de un Xavier Fortes que ennoblece lo que uno entiende por periodismo y desde luego por servicio público, y que está llevando los datos de esa audiencia a cotas que superan la etapa oscura de manifiesta manipulación y seguidismo al Gobierno del PP del olvidable Sergio Martín, también se hizo eco de esa noticia. A pesar de ser una realidad, una verdad demostrable, a los cínicos cantamañanas que saca el PP para ladrar contra la nueva RTVE, les importa un higo revenido porque así, si de nuevo ocuparan el timón de esa querida barca, se sentirían legitimados para volver a sus andadas. No pueden reconocer que hoy se están corrigiendo los graves desmanes de la etapa aciaga de José Antonio Sánchez como presidente de la Corporación. Es más, hay un grupito de altos cargos, de responsables de área de informativos, de presentadores que fueron destituidos, que se rebelan con rabia contra la nueva situación. La caradura y la falta de honestidad y desvergüenza llega, en los últimos días, de la ex subdirectora de informativos, Carmen Sastre, que se pone la lupa para detectar irregularidades y, como una liebre que ama la excelencia, se mofa de un fallo en la rotulación de una noticia –Trapero y los otros tres investigados volverán a declarar por nuevas “pruevas” de la fiscalía-, culpando al nuevo equipo de la falta ortográfica, fallo que, oh, se cometió en 2017, cuando la propia Carmen Sastre era responsable del Telediario. Sobre el asunto, para que la verdad no escape y se diluya en el marasmo de las putas “fake news”, la periodista de TVE Alicia Gómez Montano –directora de Informe Semanal desde 2007 a 2012, ahora redactora de En portada- respondía a su colega, eso ocurría “hace un año, cuando @Carmensastre12 era la subdirectora de informativos. Me parece un espanto que salgan faltas de ortografía pero aún peor engañar a la gente”. Bah, la verdad, ¿qué es la verdad?

Planeta Romeo
     Que se lo pregunten a Íker Jiménez, el de ojillos pequeñitos como alfileres, el de boquita sumida como un agujero negro por donde se cuela todo vestigio de certeza y fiabilidad a pesar de que él se toma muy en serio las fantasías de Cuarto milenio, de espaldas a la verdad como una trola que corre a la velocidad de la luz por los barrios más peligrosos de Internet. Un tonto coge un camino… Incluso la que parece más viva que nunca sin dejar de ser una pobre zombi, la excelentísima doña Aramís Fuster –no tendrá para comer, pero ella no sale de casa sin siete u ocho pelucas por si acaso un Leslie encabritado, una necia Tejerina del PP hablando mal de los niños andaluces, un un manotazo en el plató de Gran Hermano- ha vivido de eso, de las bonitas mentiras, de la verdad como objeto decorativo –en cuanto el cretino Donald Trump se entere de que la dama de chichi pelado alarga penes con sólo desearlo, está organizando un viaje de Estado que deja turulato a Pablo “Aznarín” Casado, y a los de VOX con el pito de un bebé-. Eh , eh, pide paso Jorge Javier Vázquez, que dice que está harto de que le pregunten que cuánto le mide, que qué le va, que qué busca, y que si es activo o pasivo, preguntas formulario que se hacen en webs para ligar. Pues nada, Jorge, qué se puede decir, pues mentir. A quién le importa la verdad en Grindr, Planeta Romeo o Meetic. Bah, la verdad, ¿qué es la verdad?

La guinda
Chicote de oro
Hay lingotes de oro, y luego está Alberto Chicote, que convierte las audiencias que toca en oro, y sus denuncias en trepidantes casos para investigar. El miércoles estrenó en La Sexta ¿Te lo vas a comer? Se fue a ver qué les daban a los ancianos de una residencia de Babilafuente, en Salamanca, y tuvo que salir por patas en medio de una estruendosa cacerolada. ¿La comida? Ni para perros. Chicote es de nuevo el terror de las cocinas.   

lunes, 22 de octubre de 2018

Maldeojos. Bolsonaro


Bolsonaro
(Artículo publicado el sábado, 20 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     El día 28 se celebra la segunda vuelta de las elecciones en Brasil para decidir quién se lleva la presidencia del Gobierno, si el candidato de la izquierda, para entendernos, Fernando Haddad, o el de extrema derecha, Jair Bolsonaro. La ventaja, y mucha, la lleva en los sondeos este patán, este boca chancla peligroso, que añora la dictadura de los militares que gobernaron desde 1964 a 1985, un machista, racista, ultranacionalista y homófobo declarado. Y aquí me paro un poco para escribir un relatito corto donde el protagonista es este sujeto, en sintonía con esos aires oscuros que agitan al mundo y le dan alas auténticos canallas como Donald Trump, el ministro italiano Matteo Salvini, el austriaco Sebastian Kurz o el polaco Andrzej Duda, espingardas llenas de mugre y fuego arrasador en sus corazones de hielo y terror.
     Volvamos a Brasil. A la campaña de Bolsonaro –prefiero un hijo muerto a un hijo gay, dijo en una tertulia-. El otro día vimos en la tele a este tipo con quijada de tiburón y mirada de reptil junto a un mariquita muy ostentoso, muy amanerado, de mucha pluma y mucho huy, huy. ¿Quién los puso ahí, quién tuvo la idea de juntarlos en esa imagen atroz? El candidato parecía sonreír con las exageradas alabanzas del maquillador gay Lili Ferraz, que se derretía diciendo que Bolsonaro respeta los gustos sexuales de cada cual mientras el lobo, tieso, envarado, aguantaba el chaparón con evidente mala hostia fingiendo que era cierto, aunque no pudo evitar mostrar su incomodidad cuando Lili le echó el brazo por encima. Quita de ahí, coño, maricón, parecía decir el político. Yo creo que cuando la cámara se apagó, Bolsonaro dijo “ya sabéis qué hacer con esta escoria”.  

viernes, 19 de octubre de 2018

Maldeojos. Estupidez en OT


Estupidez en OT
(Artículo publicado el jueves, 18 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)
     El titular no es correcto, no responde al contenido de esta pieza. En Operación Triunfo hay de todo, incluso jóvenes que sueñan con ser algo en la música, quizá dar saltos de chota como David Bisbal, que nació en las mismas cocinas –lo siento, no me gusta ni el hombre ni el cantante, y desde luego jamás iría a un concierto pagando la entrada para escucharlo, o sea, que su música no es mi música-. Por no interesarme OT, ni siquiera veo el programa, y apenas sé nombrar a alguno de los concursantes, a sus profesores, al equipo que lo hace. Pero de repente Operación Triunfo ha saltado a este lado de la tele y lo ha hecho, supongo que estarán al corriente, debido a que María y Miki, que deberían de cantar Quédate en Madrid, de Mecano, que en su letra dice “siempre me han parecido los cariñitos una mariconez”, no se encontraban cómodos diciendo esa palabra.  
     Los aspirantes al premio de OT –en la gala de anoche se vio si optaron por la letra sin cambios, yo creo que sí- ven en “mariconez” una palabra homófoba, un insulto, y se posicionaron pidiendo cambiar el término por estupidez. La letra de José María Cano es de 1988, y no, en ella no advierto rastro de lo que la sensibilidad de estos jóvenes –sin duda admirable, en la onda de una sociedad tiquismiquis que se siente injuriada por casi todo- entiende como rechazo y ofensa por ser homosexual -¿maricón?, término a reivindicar para limpiarle la lacra del insulto-. Gente de la política, de la cultura, de la tele, desde Almudena Grandes a Jorge Javier Vázquez se han posicionado. ¿Estupidez? Ya digo, no acerté titulando. Pero si es mariconez, es mariconez. ¿Mecano, homófobo? Por favor. Escuchemos de nuevo Mujer contra mujer. Decir estupidez por mariconez sí que es una estupidez.

Maldeojos. Ana Blanco


Ana Blanco, 28 años
(Artículo publicado el martes, 16 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     No es toda una vida, no al menos la mía, que supera con creces la cifra de 28, pero casi. Se puede decir que Ana Blanco es de la familia. Ha sobrevivido, y ahí sigue, a tornados en la dirección de RTVE, a cataclismos políticos que llegaban de la Moncloa, a lluvias pertinaces y heladas que dejaban las alfombras como un desierto de témpanos en los pasillos de TVE. Pero Ana Blanco, inmutable, de media sonrisa, Mona Lisa catódica que sirve impávida para un roto y un descosido, ha creado escuela sin parecer que la ha creado, es decir, un triple salto mortal que siempre cae de pie. Son años, bastantes años, al frente del Telediario hasta el punto de que Ana Blanco es el Telediario. La dirección de TVE jamás la echó de la pista, fuese quien fuese el jefe, y la vasca ha visto pasar ante su melena egipcia –da igual cómo se corte el pelo, ella es una faraona- a mogollón de peña clínex con despachos de relumbrón que acabó en la cuneta.

     La han llevado de la noche al mediodía, y del mediodía a los especiales gordos, a los de prestigio, a los que sólo una enorme profesional como esta señora es capaz de solventar sin despeinarse. ¿Cuál es el estilo de Ana Blanco? No lo sé, pero sí cuál no es. Ahora, al enterarnos de que la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión le ha concedido el “Premio a la Trayectoria Jesús Hermida” es cuando uno se pregunta cómo no lo ha recibido antes para estar junto a nombres indiscutibles del periodismo televisivo como Rosa María Calaf, Rosa María Mateo, José María Íñigo, Hermida o Paloma Gómez Borrero. Alcanzar el prestigio que tiene esta mujer es un regalo labrado por ella misma. Impasible y de nuevo egipcia, por casi esfinge, ha logrado el respeto y la credibilidad.  


jueves, 18 de octubre de 2018

Maldeojos. Aranjuez es Ficticia


Aranjuez es Ficticia
(Artículo publicado el domingo, 14 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Sentados en la primera fila de butacas del Teatro Carlos III de Aranjuez me decía en un bisbiseo Álvaro Morte –el Profesor de La casa de papel, además de en Amar es para siempre o El secreto de Puente Viejo- que sí, que la vida le cambió con el maquiavélico y calculador personaje como jefe de una banda que quiere llevar a cabo el mayor atraco de la historia, pero quizá sólo en lo profesional, con más oportunidades para elegir trabajos, pero que en lo personal apenas ha cambiado, que sigue viviendo en su pisito de siempre, y que estaba que se salía del asiento pensando en cómo estaría uno de sus nenes, al que dejó en casa un poco malito. Álvaro Morte llegó a Aranjuez por la tarde para celebrar un encuentro con el público en el Centro Cultural Isabel de Farnesio dentro de la primera edición del Festival Ficticia dedicado a las series de ficción online, el primero que se celebra en España con estas características. En el escenario también estaba la actriz mallorquina Llum Barrera –teatro, cine, y televisión, en series como Servir y proteger, Seis hermanas, en La 1, o Aquí no hay quien viva, y en programas como Tu cara me suena, en Antena 3, o Zapeando, en La Sexta-. Fue un encuentro con un público entregado que supo a poco porque los grandes, sin mascaradas de diva, no tienen necesidad de sobrevolar a un metro del suelo, al contrario. Empecé a escribir esta pieza en el AVE, mientras volvía de Madrid a la estación de Antequera, en Málaga, para ir en coche desde allí a mi pueblo, en Granada –a ver si al fin, ya que han levantado campos, cortado olivares, trasteado terrenos, se consigue el ramal granadino que conecte la alta velocidad con una provincia olvidada-. He pasado en Aranjuez unos días intensos como presidente del jurado de Ficticia, que se presentó a los medios el día 4 de este mes con una alcaldesa, Cristina Moreno, ilusionada y dispuesta a seguir para hacer de Ficticia algo grande, y con Josevi García Herrero, director del festival, que está recogiendo todos los premios que en el mundo son gracias a su corto Distintos, una reflexión sin dramatismos sobre el síndrome Down.

Playz y Mambo
     Por unos días Aranjuez ha sido Ficticia, hermoso nombre, sugerente para un festival de ficción online que ha levantado junto a Josevi Julio Garma, productor, distribuidor, y el actor Ángel Acero, además de colaboradores  y empresas de la ciudad –comer en El rana verde junto al cauce del Tajo, a unos metros del Palacio Real, frente al Jardín del Príncipe, es un placer, comer en Casa don Pablo, en el centro de la villa, dejarse llevar por el baile de platos que acerca ceremonioso a la mesa el chef Sergio Guzmán es rozar las fronteras del cielo, capaz de hacerte levitar con unas verduras hervidas que saben a pura gloria-. La idea de Ficticia es clara, ambiciosa, y posible. Si San Sebastián es un poco la cita clásica con el cine, Vitoria la cita moderna con la televisión, Aranjuez es la cita vanguardista con las series de ficción online. Y a esa cita han acudido jóvenes con trabajos independientes, es decir, de bajo presupuesto –Pésame Street, A todo riesgo, Buster, Todos queríamos matar al presidente, o Peter Brandon-, series nacionales con producción más holgada –La peste, Paquita Salas, Cupido, Mambo, o Si fueras tú-, y grandes plataformas digitales como Flooxer, la de Atresmedia, Movistar, o Playz, la de RTVE. El futuro de la televisión pasa por los contenidos digitales, dijo Oriol Nolis en la segunda edición del Telediario del domingo pasado para hablar del premio que Ficticia dio a Playz gracias a “uno de sus mayores éxitos, este que ven aquí, Mambo, que el lunes estrena segunda temporada”. Protagonizada por David Sáinz, de mente en estado de ebullición permanente, la estrella anti estrella, reconocido como un futbolista por las calles de Aranjuez –autor del mítico Malviviendo-, consiguió en su primera temporada más de cinco millones de visitas. Teresa Segura, productora de los trabajos que hacen en Diffferent Entertainment, explicó que las series de ficción online es lo que demanda el espectador para ver una serie cuándo, cómo y dónde quiera, o sea, a demanda. Es la idea, como dijo el director de Ficticia cerrando la información, de este festival.

Estatuilla dorada
     Tiene Ficticia la excelente idea, y la generosidad, de saber a dónde va pero teniendo en cuenta de dónde viene la ficción en este país. Y viene de series míticas que el festival de Aranjuez piensa homenajear. Este año le ha tocado a la serie de temática adolescente Al salir de clase, que emitió Telecinco desde 1997 a 2002 antes de su deriva hacia unos contenidos chabacanos que glorifican la televisión basura. Recogieron el premio, una estatuilla dorada, estilizada, salida del estudio Smallgran, de los jóvenes valencianos Luis Herrero y Carles Marquina, los actores de aquella mítica ficción, Rafa Reaño y Fernando Andina, hoy personaje de otro clásico, Amar es para siempre, en Antena 3. En esta primera edición del festival de series online, el jurado, un pequeño tesoro que ya forma parte de Ficticia, ha premiado a Buster como mejor serie independiente, serie de la plataforma Flooxer, y a Cristina Perales como mejor directora por Raja.Raja. Los premios, todos los premios –desde la música, la fotografía, el sonido, el mejor actor y la mejor actriz, Manuel Lago por su papel en A todo riesgo, y Ana Caldas por Todos queríamos matar al presidente- son fruto de un debate donde rigor, profesionalidad y seriedad de sus miembros fueron los protagonistas. El jurado lo forman la directora de cine Eva Lesmes, el actor Jaime Pujol, la actriz Llum Barrera, el compositor Josué Vergara, y la productora y directora de cine Piluca Baquero. Para la segunda edición Piluca Vaquero se encargará de la producción de la gala de entrega de premios que será dirigida por Jaime Pujol, torrente de ideas, hombre de teatro, y alma forjada de músicas que salvan la parte oscura de la condición humana, y presentará la actriz María Zamora. El próximo año Aranjuez será otra vez la capital de las series de ficción online, y aquí se lo contaremos.

La guinda
Día de la Niña
No sabía que existía un Día Internacional de la Niña. Y por tanto que, por designio de la Asamblea General de Naciones Unidas, se hiciera cada 11 de octubre desde 2011. No es mala idea para tomar conciencia de la terrible situación que viven las más pequeñas en algunas zonas del mundo. Me enteré al ver en el Telediario que Ana Blanco compartió plató con la niña Gema Sánchez copresentando ese tramo del informativo. Aplausos.

Maldeojos. La banderita


La banderita
(Artículo publicado el sábado, 13 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Pues no, yo no saqué ayer la banderita. En mi balcón, que no tengo, ni en mi terraza, que sí, no suelo colgar ni mis calzoncillos ni mis camisetas, ni mis calcetines. Veo, y me gustan, los trapos colgados en las ventanas y balcones de la Alfama de Lisboa, un festín de colorines que se agitan con el viento de ese barrio alto desde el que la ciudad parece adormilada como una gata perezosa. Pero no, en mi casa no suelo sacar trapos a la calle. Ahora, el PP de Pablo Aznarín Casado, en un arrebato de liarse la bandera a la cabeza como el que se arma de un arma contra el otro, pide colgar “España en tu balcón”. La otra mañana, rauda, mirando por encima de sus gafitas de señora pícara, la reina del matinal de Telecinco dijo que jamás habría sacado una bandera porque “te llamaban facha y reaccionaria”, pero Ana Rosa aseguró que ayer sí la colgaría en su balcón.

     Emocionante. Y casi perturbador como un sueño de polvos encabritados. Enseguida me imaginé a la Quintana en bata, uno es así, en zapatillas de guata y borla –no crean, lo de la borla de pelito bamboleante en las zapatillas de andar por casa es la última payasada de algún “influencer” de esos-, bajando al chino de la esquina para comprar una España de cuatro metros o más –no me imagino el balcón de la reina de las mañanas con un voladizo menor-, llevarla a casa y, con cuidado y mimo, colgarla hacia la calle para dar fe de que “soy española”. A los de PP –toma, Rivera, tus colegas han sido más rápidos y han sacado el matasuegras antes- se les adelantaron los de VOX, que restregaron sus cuerpos en la bandera mientras echaban fuego xenófobo, machista y homófobo por las pantallas de los informativos. Así que uno, un año más, no sacó la banderita al fresco.

Maldeojos. Cómica Cospedal


Cómica Cospedal
(Artículo publicado el jueves, 11 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Tienen ideas que rozan la maravilla. Salvados no deja de sorprender. La última, entre la maldad, el disparate, el guiño político, la autocrítica y la agudeza promocional no tiene parangón. A quien menos esperaría la audiencia ver en la promoción de la nueva tanda de entregas del programa de La Sexta que presenta Jordi Évole es a la generala, a la sin par, a la única, a la mujer que no ha pisado un plató de la cadena porque con el diablo ya se sabe, cuanto más lejos, mejor, es a ella, a la que fuera secretaria general del PP, a la doña manchega, a su majestad María Dolores de Cospedal. Sí señor, ole por el equipo que lo ha conseguido y ole por la mujer, que ha aceptado el reto broma. La escena es ya conocida. Una cristalera, una mesa, y dos figuras sentadas una frente a la otra con un fondo de ciudad desdibujada en la lejanía.

     Se te avecina una temporada un poco difícil. Sin el Partido Popular en La Moncloa y con el PSOE en el Gobierno gracias a Podemos, ¿con quién te vas a meter ahora?, le pregunta a Jordi la política convertida en una estupenda actriz, perdonen la redundancia. Como Jordi no responde porque lee el Marca ella insiste, Jordi, Jordi, ¿que con quién te vas a meter ahora? Perdona, perdona, responde el presentador, es que pillo el Marca y me olvido del mundo –guiño y zurriagazo al gran lector de prensa deportiva Rajoy, que en paz descansa llevando a casa una talega de billetes acojonante-. Claro, te olvidas del mundo cuando ya no gobierna el PP, yo lo entiendo, vuelve la actriz como mirando sin gana por la ventana, pero tú, nada, a lo tuyo. ¿Tú crees que Lopetegui lo va a dejar?, responde Évole señalando el periódico. Eso, eso, Lopetegui, responde Cospe. Genial.


lunes, 15 de octubre de 2018

Maldeojos. Lomana, alcaldesa


Lomana alcaldesa
(Artículo publicado el martes, 9 de octubre, en diarios de EPI PRESS)

     Hace unos días, a raíz de un comentario en esta columna sobre Carmen Lomana, de la que este país no tenía ni idea hasta que por desgracia un programa de TVE, un brillante Comando actualidad titulado “Los ricos también lloran”, la sacó del anonimato del que jamás debería haber salido –los pobres, dijo, están acostumbrados a no tener, pero tengo amigos que tienen mucho patrimonio y no tienen dinero cash, y lo están pasando muy mal-, recibí un mensaje privado por Twitter de Carmen Lomana en el que la señora me decía “Hola. Quería hablar contigo, escríbeme por privado. Gracias”. Se ve que no le gustó dicho comentario a la mujer. Al día siguiente recibí un correo electrónico de un tipo que me pedía mi número de teléfono porque “la señora Lomana quiere hablar contigo”. Mi respuesta fue clara. Dígale a la señora Lomana que no le doy mi número a desconocidos, y yo no conozco ni a usted ni a esa mujer”. Más o menos.

     No conocer no significa que no pueda comentar lo que hace la pija. Así que como la pija no para de decir tonterías, aquí está de nuevo. Cada vez que la veo me hago la misma, la pregunta de siempre. ¿Cómo puede hablar con esos labios tan apergaminados, con esa cara tan atirantada de carísimas porquerías? Es normal, por tanto, que apenas entienda lo que dice. A la ahora concursante de Masterchef –sigo preguntándome quién es Carmen Lomana, qué hace en la televisión pública, por qué está ahí- se le ha subido la idiotez y el delirio a las azoteas del bótox y del VOX, y dice que quiere ser alcaldesa de Madrid para limpiar la ciudad de narcos, okupas, y de gente de poca higiene. Ay, Manuela Carmena, tiembla, que las muñecas de plástico tienen muy malas pulgas.


jueves, 11 de octubre de 2018

Maldeojos. Mamá, soy gay


Mamá, soy gay
(Artículo publicado el domingo, 7 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     La frase bandera de Concha Velasco a su madre, “mamá, quiero ser artista”, ha dado mucho juego desde que se hizo viral antes de que viral alcanzara el podio de la victoria en una sociedad pegada a las pantallas que convierte en miles de visitas imágenes tanto de lo más necio como de lo más excelso. Hemos visto versiones del “mamá, quiero ser artista” en casi todos los campos. La semana pasada, en La 1, después del capítulo correspondiente de Cuéntame, y en una entrega apasionante, se emitió Ochéntame otra vez, que analizó la situación sociológica y mental y política y religiosa y costumbrista de una España que empezaba a dar pasitos muy cortos en derechos y libertades, eso que decía la famosa Yenka del dúo holandés Jhonny and Charles, de casi la mitad del siglo pasado en un baile cuyo virus eléctrico contaminó guateques, discotecas, fiestas privadas, radios, y bodas, comuniones y bautizos, un baile que siempre nos mandaba a la izquierda, izquierda, derecha, derecha, delante, detrás, un dos, tres, y así hasta el infinito, y vuelta a empezar. Hablar de homosexualidad, de lesbianas, de transexuales en la España que intentaba sacar la cabeza por el lado menos salvaje, aplastada por la bota franquista, no fue fácil. Y Ochéntame otra vez supo reflejar aquel dolor, aquella marginación sufrida por miles de personas por algo tan innato y poco elegido como la condición sexual, la atracción inapelable, por mandato biológico, por un sexo o por otro. El programa se convirtió en un viaje casi alucinante, visto con la mirada de hoy, que se inicia en el Sitges de los 60, un oasis de mariconeo y sensación de burlar las garras de la dictadura, de la policía, del siempre eficaz cretino delator, y del machito sociológico, y acaba en los esplendores de la algarabía y el orgullo de ser lo que se es sin pedir permiso y sin agachar la cabeza, incluso con juerga, risas, y diversión, en las manifestaciones del Orgullo Gay de finales del siglo XX, cuando ya, aunque algunas criaturas con cráneos de mármol como cerebro lo intentan con sermones tan iracundos como patéticos y delirantes, sin vuelta atrás, al son de una Yenka nueva que sólo da pasos adelante.

Las pamelas de Ocaña
     En la entrega del programa vimos al hoy ministro Fernando Grande-Marlaska, que contó cómo su madre rompió con él cuando le dijo que le gustaban los hombres, vimos a un reflexivo y sensato Nazario que habló de un libre y provocador y divino Ocaña, terror de las Ramblas que se paseaba con pamelas estentóreas, abanicándose su altiva desfachatez, y abriéndose el vestido vaporoso de señora loca para enseñar el pito peludo a unos transeúntes estupefactos en estado de shock. Un emocionado luchador como Jordi Petit, María Giralt o la diputada Carla Antonelli completaron la lista de gente conocida que sufrió el latigazo de una intransigencia política, religiosa, médica, social, y afectiva hasta el punto de que la ley hablaba de los homosexuales como “vagos y maleantes”, incluidos por la dictadura franquista en esa ley republicana de 1933, que no contemplaba a ese colectivo. Ochéntame otra vez volvió a dar en la tecla del servicio público aunando entretenimiento, rigor y compromiso social que apuntala, no desde la ficción sino desde el dato real, la época en la que se mueve la momia viva de la familia Alcántara en Cuéntame. De la nada de aquellos años de las primeras luces mariconiles, de cuartos oscuros que empezaban a iluminarse, de descaros y aquí estoy yo, sí, y si soy maricón, qué, como le dijo Miguel Bosé a Mercedes Milá en la prehistoria de casi todo, de la nada de aquellos años, a todos los días sopa. Te descuidas un poco y te encuentras en la comida, merienda o cena al matrimonio entre Javier Ambrossi y Javier Calvo, Los Javis, en el pisito que les ha puesto TVE, de donde apenas salen, ya sea como jurado de Operación Triunfo ya sea como invitados especiales de MasterChef.

Paca la Culona
     Un sindiós porque, ya me dirá usted, si a lo que le da la pareja –fue Zapatero, una vez más, quien “vino a romper los cimientos de la familia española”, mandándola a tomar por culo, con perdón, aprobando la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo en 2005, y cerrando un glorioso círculo de luchas para conseguir lo obvio como quedó claro en Ochéntame otra vez-, lo que pone la pareja a sus invitados es una retahíla de la latas de conserva, que es lo que hicieron cuando fueron a cenar con el matrimonio, otra pareja S.A, Mario Vaquerizo y Alaska. Está claro que la España que está viendo el puto caudillo en sus paseos amojamados desde el carricoche en el que pasea su momia de juguete por Madrid un tal Dani Mateo, especialista en tocar las pelotas a la feligresía franquista junto al jefe de la banda rosa Wyoming, nada tiene que ver con aquella España de machos que dejó el menda, se ve que no tan atada y bien atada como otras cosas, Paca la Culona –maldad del criminal Queipo de Llano-, dictador de los cojones. Queda dicho, el matrimonio de Los Javis no para. Que estén casados es una anécdota. A esa normalidad –con matices, que siempre hay abencerrajes que la lían con insultos, soflamas desde el púlpito, y rechazos de tarugos-, ha colaborado la televisión como medio potente para eso, para normalizar hasta la indiferencia anecdótica que ames a quien quieras –cuestión aparte, aún, es la transexualidad-. Y programas chorras como Fisrt dates o ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, o antiguallas como el chocarrero El diario de Patricia –a principios del presente siglo- con Patricia Gaztañaga, que incorporó historias de amor homosexual en testimonios no siempre dramáticos ni paródicos, hicieron que la carreta de la igualdad avanzaran un poquito porque esos amores, todavía “raros”, se colaron en los hogares de millones de personas de la España menos sofisticada y más conservadora con este tipo de “modas”. La madre de Concha Velasco no pudo contener el gusto de la niña. Mamá, soy gay, le dice un joven a su madre. ¿Y?, contesta la madre, algo impensable en el pasado Ochéntame otra vez.

La guinda
Hora musa
Noche de gloria el martes en La 2. Si con Cachitos de hierro y cromo ya hay suficientes razones para quedarte pegado a la pantalla, imaginémonos que detrás va otro programa de música dedicado a la música –digo música, no musiquillas dirigidas por productoras e intereses comerciales, y sólo comerciales-. Ese programa se llama Hora musa, y lo presenta Maika Makovski. Ya era hora de que algo así se viera en la tele pública.

lunes, 8 de octubre de 2018

Maldeojos. No, corazón


No, corazón
(Artículo publicado el sábado, 6 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Un no así de grande, así de gordo, así de cabreado. No y no. No al agravio de que una tele pública, en concreto La 1, resumen, símbolo, norte, ejemplo que debiera ser del resto de las públicas, contrate a un puñadito de personitas cuyo mérito, su único mérito es tener tratos de diversa intensidad con alguien famoso. Veamos. ¿Quién es Lourdes Montes? No se amargue. No sufra. No le dé más vueltas. Yo tampoco sé quién es la señora. Pero TVE sí sabe que es la esposa de Francisco Rivera, el torerito que ahora torea en el ruedo del plató de Espejo público como un tertuliano avezado. Acabáramos. ¿Quién es Rosana Zanetti? Vale, sí, es una actriz, quizá ardorosa, torrencial –lo miro en Wikipedia- venezolana que salió de allí por no soportar ni antes a Chaves ni ahora a Maduro. Ah, por dios, también es modelo. Y, sobre todo esposa de David Bisbal, el señor ese que da pingos y gira como una pepona parodiándose a sí mismo.

     Ya, ya, vamos entendiendo. Y por último, ¿quién es Julián Contreras? Vaya pregunta. Pues el hijo de Carmen Ordóñez y hermano de los toreritos Fran y Cayetano Rivera. Es como si preguntaras ¿quién es Isa Pantoja? Vaya pregunta. Pues la hija de. Hasta ahí quería llegar. Que el decano de la tele rosa en España, Corazón, eche mano de este trío y lo contrate como estrellas porque su nombre va ligado a otros de peso, y sea esa la razón e ídem, es para llorar y no echar gota. Ya el propio programa debería de ser, sin piedad, revisado –buscándole a la gran Anne Igariburu otro destino, sí-. Así que no hay por dónde coger a estos personajes que a la semana tiene su colaboracioncita en el formato de chismes. Ay, corazón, corazón, no me hagas esto.


Maldeojos. Está vivísimo


Está vivísimo
(Artículo publicado el jueves, 4 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Vaya que sí. Más vivo que unas pascuas, más alegre que unas sonajas, más joven que un concurso de patinadores. Estoy vivo volvió a La 1 y no sólo no defraudó sino que dejó claro que detrás hay un sólido equipo a cuyo frente está Daniel Écija que sabe sacarle partido a los actores, a la idea –suplantar a un policía muerto en tu cuerpo pero no poder decir que eres el otro-, a la forma de contar la historia, a la parte dramática, a la cómica, a los efectos especiales. Javier Gutiérrez vuelve a demostrar que es un actor discreto que no necesita de grandes histrionismos para defender su personaje. Alejo Sauras, El Enlace –entre el más allá y el acá- ha vuelto a su bizarra –valiente, esforzada- angelical ingenuidad. Lo borda. Es un autómata sentimental que va aprendiendo las reacciones humanas a golpe de práctica.
     Con la aparición de la, hasta ahora, desconocida esposa del policía Márquez –Gutiérrez-, la trama ha dado la vuelta. Y se ha puesto a echar fuego. Es un producto potente, una ficción bien armada, una historia loca que te atrapa y que cumple con la ley literaria que dice que por más descabellada que sea una narración si lo haces verosímil en el mundo creado no hay problema de falta de credibilidad. Si los personales de García Márquez gravitaban a ojos vista y ningún lector podía dudarlo, ¿por qué los personajes de Estoy vivo no pueden ir del mundo de los vivos al mundo celestial con sólo apretar el botón de las puertas del otro lado para que aparezca la jefa de allí, Julia Gutiérrez Caba, y te lo tragues con delectación de bebedor empedernido? Ya tiene La 1 que ir pensando en el sí a la tercera temporada. Ya digo, Estoy vivo está vivísimo.

Maldeojos. Calleja volador


Calleja volador
(Artículo publicado el martes, 2 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Ha vuelto otra vez y lo ha hecho con la misma energía que se fue. Jesús Calleja tiene el don, que no se estudia ni con máster ni con doctorado ni con la mínima EGB, de saber echar el brazo por el hombro a alguien sin ser afectado, de escuchar al otro y ponerse en su lugar, de ser simpático sin ser cargarte, de hablarle de tú al personal sin parecer un privilegio real. Jesús Calleja ha vuelto a Cuatro con Volando voy, ha vuelto a pueblos y zonas que no están a diario en la tele, ha vuelto con su helicóptero, sobrevolando los pueblos que luego sus habitantes verán en la sala de proyecciones para echar unas risas con el propio aventurero y los paisanos. De este momento, del momento encuentro con la gente en el teatro o el cine del lugar, seguro que copió la idea El Paisano, que ahora emite La 1.
Este domingo Jesús Calleja ha viajado a Penelles, un pueblo de Lleida, y como siempre, a su paso ha dejado una buena acción, un regalo a la comunidad, en este caso un regalo de mucha emoción y muchos sentimientos  y que despertará el recuerdo de la gente más mayor del pueblo. Gracias a Volando voy se reinauguró el cine del pueblo, un local que el tiempo arrumbó y que ahora volvió a brillar atrayendo a la fiesta a la gente con sus mejores galas. La semana pasada el equipo visitó Las Hurdes, plaza extremeña de aires y resonancias tan deprimidas en lo social y económico. La huella de Calleja fue de una importancia sin matices. Construyendo “hoteles para abejas”, ante la tremenda amenaza de extinción, empezó la lucha para combatirla. Con Volando voy y Jesús Calleja Cuatro palia un poco el sambenito de cadena friqui y sin sustancia ni norte que tanto merece. 

Maldeojos. Abierto 24 horas


Abierto 24 horas
(Artículo publicado el domingo, 30 de setiembre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Hay dos grandes casas que no cierran sus emisiones ni un segundo, es decir, 24 horas al día todos los días de la semana. No ocurren grandes hechos, nada relevante. ¿Pero y si ocurriera y yo, supuesto espectador enganchado, me lo pierdo? Uff, quita, quita, no quiero pensarlo. Mira que si en esos minutos de despiste va El Koala e, inspirado en el corral, va y escribe otra letra a su altura. Y si, por casualidad, dios no lo quiera, quito un minuto los ojos de la tableta, del ordenador, del móvil, de la tele, y decide Darek, el ex maromo de Ana Obregón, que lo cató como una leona cata un manjar silvestre bañado del rocío de la noche, decide Darek quitarse el chándal apretado y dejar el culo al aire, un culo pétreo, fornido, un culo de majestuosa seda que ilumina la pantalla como la lleva a negro la horrible visión del traste pelado de Aramís Fuester. En fin, no quiero pensar que un seguidor incansable de Gran Hermano VIP se retire unos instantes a su propio váter y en ese preciso momento le dé a Isabel Pantoja por llamar a Telecinco desgarrada por la expulsión de su hija, la mema. Claro que este despendole no podía ocurrir hace unas semanas, cuando Telecinco era para la Panto el demonio, el ascua que no puedes coger, la mierda de perro que todo lo contamina, la peor enemiga de la gran folclórica ex presidiaria. Ahora le ha tomado el gustillo y llama a Telecinco como el que llama a los de la pizza para que te acerquen la más grande de cuatro quesos. Así que ya saben, si no tienen bastante con la ración de caca que la cadena expele a diario en su programación habitual, hay un canal que vigila las 24 horas a los habitantes para no perder detalle. TVE ha hecho lo propio con los suyos, con los encerrados por amor al arte. Y ahí está el canal 24 horas por ver si los nenes y nenas de Operación Triunfo componen una canción y el mundo está en otra cosa. ¿Y si alguno de ellos –lo siento, no conozco a ninguno, no sé ningún nombre, no quiero saberlo porque sé que lo olvidaré al instante- echa unas lágrimas diciendo que aunque no gane, “ya he ganado por estar donde estoy”? Qué aburrimiento, dios.

Canal Trena
     Viendo las ocurrencias tan monas que tiene Ana Rosa Quintana propongo que también ella cree un canal 24 horas por si, como en Gran Hermano VIP, pudiera levantarse la liebre de la maravilla y sus seguidores se perdieran las brillantes ideas de la dama de la mañana. Lo hizo el otro día. Como el precio del recibo de la electricidad sube hasta la amenaza –seguro que el gran Ánsar ha olvidado que fue él quien privatizó la empresa pública, que desde entonces ha subido el recibo de la luz un 80%, y que cuando se largó de La Moncloa fue a dar con su melena al consejo de administración de Endesa por 200.000 euros al año como pago de su traición al pueblo esss-pañol-, pues eso, que Ana Rosa introdujo en su mesa política el asunto de la luz dejando el plató en tinieblas y así poder decir, “oye, ¿qué ha pasado, habéis apagado la luz, nos la han cortado, no habéis pagado el recibo?” Esta mujer es un crack. Necesita un canal 24 horas para no perdernos alguno de sus repentes. Y con Andréu, ¿qué hacemos con Andréu Buenafuente? Al canal del menda este sí que me apuntaba yo. Está en #0, pero está que se sale, y además de Late motiv necesita otra ventana para derramar como un semental sus ideas. Oye, decía la otra noche, hay una leyenda urbana por la que si dices tres veces la palabra máster, y ya lo he dicho dos veces, aparece el director de diario.es, Ignacio Escolar. Y apareció. Vino a demostrar que Buenafuente sí tiene algún título por haber estudiado, y eso que tienen mucho curro investigando a políticos. Luego habló del gran líder Albert Rivera, al que le aparecen y desaparecen títulos como ministros y ministras bajo sospecha al gobierno de Pedro Sánchez, claro que nada es comparable con lo que haría desde el trullo la rata de cloaca José Manuel Villarejo, ex comisario que con un Canal Trena 24 horas chantajearía hasta a Epi y Blas por conversaciones grabadas donde  se les escucha decir que el guionista de Barrio Sésamo es homófobo por negar su amor. Si el chorreo sigue así con los ministros y ministras, a Sánchez le va a pasar como al currículo de Rivera, que “como siga recortándolo le va a salir la EGB a devolver”.

Santa Rosa María
     Y llego a la más, a la que sólo admiración y respeto me provoca, a la que ha elevado a categoría de soplo y dignidad recuperada a RTVE por unas palabras, una actitud y una energía que ha dejado a los políticos con el culo al aire. Claro que hablo de Rosa María Mateo, que ocupó espacio esta semana en las principales cadenas y magacines, incluso en el Telediario de La 1, lo nunca visto. La administradora única de la Corporación, ya la habrán visto y oído, mirando a sus señorías por encima de sus gafitas, los puso firmes y los dejó mudos. Si alguien tiene la altura moral de decir delante de los prebostes de la patria que “sólo les importa la televisión pública cuando la pueden controlar” yo, por esta santa, ma-to. Y pongo al cínico portavoz del PP, don Ramón Moreno, a barrer el suelo que pisa la señora. “RTVE no es ningún juguete que podamos manipular a nuestro antojo, ese tiempo espero que no vuelva más”, también dijo Rosa María en la comisión mixta Congreso-Senado. Para el pelanas Moreno, de la nueva escuela del PP que alimenta la mentira como forma de borrar el pasado, escuela Aznar a la que ahora se abraza con fruición de perro en celo Pablo Casado, “los informativos de TVE han dejado de ser objetivos, plurales e independientes”. No se le turbó la voz. No se le cayó la cara a pedazos. Este cachondo es tan exagerado, rancio y estulto que cuando habla, habla de su ignorancia. Que forme dúo con Isa Pantoja, se ponga un lazo en el culo, y entre a Operación Triunfo 24 horas por la puerta grande. Aquí tiene un seguidor. Pero no nos crea imbéciles. Y escuche a Rosa María. Toma Moreno, toma Moreno.

La guinda
Ahora, rabiosos
Hasta hace nada eran un puñado autista a las críticas, desavenencias o discrepancias sobre su demostrada, descarada e indecente manipulación en TVE. Ahora, los altos cargos que mangoneaban sin complejos, y ante la llegada de una nueva dirección a RTVE, que los puso en la calle, sólo tienen rabia. El Consejo de Informativos los denuncia por su “campaña de mentiras y acoso”. No tienen vergüenza.