viernes, 31 de mayo de 2013

Maldeojos. No, Wyoming



No, Wyoming

      No veo El Intermedio porque tenga que verlo para comentar sus cosas en esta columna. Veo El Intermedio porque lo quiero ver como espectador, porque lo elijo al margen de mi trabajo como lo elegiría cualquier ciudadano. Y disfruto con ese informativo. Ya, ya sé que es un programa de humor, pero sus guionistas hacen un trabajo tan excelente, su equipo disecciona la actualidad con tanta precisión, que convierten la cita en una cita ineludible para entender algunas cosas, las que se escapan en un informativo normal que sólo titula esa actualidad. Sandra Sabatés maneja ese chorreo de titulares desarrollados con soltura extraordinaria, y El Gran Wyoming les pone el contrapunto cómico. Ese estrambótico equilibrio funciona como un reló. Es verdad que quien ve El intermedio lo hace sabiendo en qué terreno juega. No engañan a nadie, ni lo pretenden. 

      Es un informativo satírico escorado, muy escorado, a la izquierda. No sólo es legítimo sino que, salvo que seas masoquista y lo veas para pillar berrinches de nivel peligroso, tus ideas se ven reflejadas en el tratamiento que hacen de la actualidad. Por eso lo ves cada noche, si puedes. Lo de Luis Bárcenas se ha convertido en fetiche, en un símbolo que resume muy bien la situación de una derecha tocada por una escandalera que hace aguas por todas partes. Pero… La otra noche, la del jueves, echaron mano de unos críos para que demostraran su grado de información sobre “Luis el cabrón” o sobre “el puto amo”. Fue desternillante, la verdad. Me reí con esos nenes hablando de corrupción, de cuentas en Suiza, de dinero negro, de millones robados. Pero… De nunca me gustó el “uso” que la tele hace de los niños. Nunca me parece ingenuo. Aquí tampoco. 


Pantallazo casero de la web de programa. Anoche, presentando El objetivo de Ana Pastor, que La Sexta estrena el domingo por la noche.


miércoles, 29 de mayo de 2013

Maldeojos. Riham Said



Riham Said

      El árabe no es un idioma que domine. Y con el inglés ando a tarascadas. Digo más. El estadista Aznar lo habla muchísimo mejor que yo, lo cual dice mucho y bien de mí, ya que formo parte de los españoles recalcitrantes a los que las lenguas se nos resisten por aquello de que “mi pueblo es el más bonico, como mi pueblo no hay ninguno”. Soltada la patochada garrula, entremos en materia. ¿Recuerdan la escena de la entrevista que dio la vuelta al mundo en la que veíamos cómo el pañuelo de Ana Pastor iba resbalándose por la seda de su pelo hasta quedar sin tocado delante del mismísimo Ahmadineyad, el presidente iraní? Menuda valentía, se dijo. Tonterías. Aquel accidente la hizo grande porque en ningún momento trataste de colocar la tela, sabiendo que en esa cultura la mujer “ha de ir velada” por cojones, pero se acabó. 

      Sin entender árabe –una pena- y manejándome con un rudimentario inglés, la escena que ha lanzado MenriTV.org del canal egipcio Al Nahar TV te pone la sangre a hervir porque lo entiendes todo, hasta los matices. Riham Said, que trabaja para esa cadena, invita al clérigo Yousuf  Badri, un anciano barbado de aspecto elegante y noble. La periodista, antes de la entrevista, le hace ver lo ridículo de imponer que una mujer lleve velo cuando está delante de un hombre. El clérigo le hace ver que a los ojos de Alá, con velo está radiante. Comienza la entrevista. Y Riham Said se viene arriba y se planta. Ni velo ni leches si no me da la gana. El gesto del apacible religioso se torna huracanado y amenazante hablando de insolencia y provocación. Pero Riham se levanta y dice, me voy. Viva tu madre, dice uno. Es el retrato del nuevo Egipto, convulso y dividido. 

Riham Said, momentos antes de la grabación, explicándole al clérigo lo absurdo de llevar un pañuelo sólo porque está delante de un hombre.


 
Yousuf Badri, enjaezado con sus galas de mulá, reprendiendo a la descocada periodista, que con su actitud ofende a Alá, con lo esplendorosa que estaría a los ojos de Dios con el pañuelo.

Mira lo que te digo, tunante, que me quito el pañuelo ante ti, y que la que se va del plató soy yo. No te jode...


Aquí os dejo el enlace por si queréis ver la escena completa


http://www.youtube.com/watch?v=E_OYVo00SEY



martes, 28 de mayo de 2013

El origen del mundo (ilustrado)



El origen del mundo (ilustrado)

      No deja de ser un juego, un divertimiento, un pasatiempo. Y justo por eso hay que dedicarle lo que merece. La serie de relatos eróticos El origen del mundo nació a principios del año pasado sin nombre siquiera. Creo recordar que fue entre marzo o abril de 2012. La cosa surgió a raíz del Salón Erótico de Levante que se celebró en Torre Pacheco, y donde Ángel Haro, para mí algo más que un artista reconocido con un talento en estado de ebullición permanente, participó junto a otros artistas exponiendo obras relacionadas con el tema. Hablando con él por teléfono me retó. ¿Por qué no escribes historias guarras, hago dibujos sobre el asunto, y a ver si las publicamos? Dicho y hecho. Esa noche empecé a escribir.

      Nada de cuentos largos –al estilo de Semen y celindas, libro de relatos eróticos que me publicó la editorial Mestizo en 1994-. Serían historias breves, como aldabonazos. Pura chispa. Y pocas, unas diez o doce. Salieron quince. Con el tiempo, a la idea se sumó el galerista y amigo común Emilio Morales, que amplió la idea con la participación del periodista Ángel Montiel en calidad de poeta. Se publicaría un libro de prosa y poesía erótica con ilustraciones de Haro. Y nació el nombre de la publicación, El origen del mundo, nombre que tomó Montiel del cuadro del mismo nombre del pintor francés Gustave Courbet -1819/1877-. Pero la publicación de nuestro libro no pudo ser.

Y decidí, cuando este blog empezó a convertirse en una estantería donde ir colocando todo tipo de ocurrencias, publicar esos relatos con el mismo nombre, El origen del mundo. Hasta ahora se han publicado 9 historias de las 15. Fue a raíz de Júpiter y Juno, acompañada con una ilustración sobre el mismo tema de Agostino Carracci –Bolonia, 1557, Parma, 1602-, cuando se me ocurrió invitar a 15 artistas para que participaran en este juego, que no deja de ser eso, un divertimento. Pero enseguida tengo que decir que esos mismos artistas me han sorprendido porque no sólo no pusieron reparos para participar sino que, la mayoría, ha elaborado obra nacida y pensada para la ocasión. Hay artistas de todos sitios y, como es lógico, con lenguajes distintos. Y no sólo pintores. Fotógrafos amigos también se han embarcado en esta historia.

      Mi emocionado agradecimiento a todos ellos. Aquí están, por orden de publicación.

Ángel Haro, Juan Llompart, Marcos Salvador Romera, Manuel Pérez, Rafa Cebrián, Manolo Belzunce, Ernesto Herrero, Ramón Garza, Antonio Denís, Pedro Gálvez, Miguel Fructuoso, ciskox, Pepe Domínguez, Antonio Pérez Martínez, y Josevi García Herrero.

En unos días, cuando reciba los últimos trabajos rezagados, retomaré El origen del mundo (ilustrado).



lunes, 27 de mayo de 2013

Maldeojos. Una sonrisa, por favor



Una sonrisa, por favor

      Hay un batallón de ladrones, corruptos, mala gente, criaturas siniestras, usureros a los que les ponen medallas, bandidos que juntan sus manos en los templos pero escupen bilis en cuanto notan discrepancias, cada día nos ahogan un poco más a ver hasta dónde aguantamos, nos quitan derechos que creíamos inamovibles, destrozan a conciencia, con milimétrico trazado, el futuro, machacan la educación con un plan malévolo y perverso, denigran hasta un estado de ignominia el prestigio de maestros y profesores, pilar básico de toda sociedad decente, digna, y orgullosa, arrogantes autistas como José Ignacio Wert sólo tienen orejas para fulminar una instrucción pública que se va a poner en manos de la superchería y la ambición sin medida de una iglesia que jamás estará conforme hasta que la claudicación política sea total y convierta la escuela en aulas donde la fe ciega arrodille a la ciencia y la razón, se dilapida una sanidad pública que será servida en bandeja a empresas sin escrúpulos, y personajes siniestros y mediocres como Ana Mato son meros muñecos en manos de intereses y grupos de presión sin piedad, tenemos a una ministra que lleva una cartera con el nombre de Empleo escrito en letras doradas, pero Fátima Báñez es más de la virgen del Rocío que de paparruchas para incentivar el trabajo, en el consejo de ministros se dan codazos los polluelos bajo una moral religiosa que es legítima hasta que da el salto y se planta en mitad de la mesa para dirimir las trazas que afectarán a todo el pueblo, estafado, afrentado, y degradado, estamos en manos de un presidente que se rindió desde el primer momento y se puso al servicio de los malos, y desde Mariano Rajoy al último se inició la carrera del cinismo cruel para pervertir el lenguaje y vender la claudicación a unos mercados asesinos y avaros como un triunfo que nos reportará el beneficio del trabajo bien hecho. Y sí, el trabajo es perfecto. Medido al milímetro. 

Momento mítico en que Fátima Báñez agradece el capote que, dice, asegura haberle echado la Virgen, pero ojo, no una Virgen cualquiera, no, sino la Virgen del Rocío. El top de las vírgenes.

 Es una cabra loca

      Cada día, viendo televisión, tenemos razones para insistir en ese desastre programado del que los de siempre –perdón por la simpleza- saldrán reforzados. Pero la columna de hoy quiere mirar a otro lado, ver otras cosas, resaltar otras orillas. Y es cierto que se pueden encontrar, porque las hay. Veamos. Seis jóvenes con discapacidad intelectual se atreven con su primera experiencia laboral como empleados de un hotel de lujo –vaya, que aprenda el hotel de Cabo de Gata que no dejó entrar a otro puñado de jóvenes con síndrome de Down a sus instalaciones, por si molestaban a los clientes, aunque luego la dirección de la cadena ZT Hoteles se disculpó-. Son Luis, 18 años, Laura, 19, Javi, 20, Irene, 21, Hugo, 24, Gloria, 19. Decía Irene en la presentación del programa, junto a Ignacio Corrales, director de TVE, que quieren demostrar que no tienen discapacidad sino “capacidades diferentes”. Durante los programas, gente conocida los está visitando. David Bisbal, Íker Casillas, y Mario Casas entre otros. En seis semanas aprenderán el oficio –recepcionista, ayudante de cocina, botones, camarero-. A Laura le encanta Mario Casas, y tiene la pared de su cuarto forrada con fotos del actor, escucha canciones románticas pensando en él, dibuja corazones para él, y habla de él con conocimiento, es delgado, dice, cachas, con tabletas, es decir, “es el hombre de mi vida”. La madre de Laura, Pilar Andújar, dice que su hija es muy selecta, y que si el resto de amigas ya tiene novio ella no, ella espera algo mejor, no tiene los pies en el suelo, sentencia la madre. Javi es tímido con las chicas, pero sólo al principio, que luego se suelta y es otra cosa. Una compañera de trabajo, que no es Down, se mete con él, lo pone al límite, le dice que está muy bueno, que se quiere casar con él, pero que si no, no importa, que ahora cuando estén solos en el ascensor, se va a enterar. El chico se ríe, y dice que como es tan tímido, la sobrelleva, y que se lo pasa bien con ella porque sabe que es de broma, y que es la cabra loca de la cocina. 

Luis, que aprenderá a trabajar como recepcionista, en un momento de la cabecera del programa, Con una sonrisa.


Más guapo que Mario Casas

      Hugo está aprendiendo a organizar banquetes bajo la supervisión de un profesional del hotel, de la cadena Sheraton, es decir, palabras mayores. El ambiente no sólo es bueno. Es excelente. Mientras, Laura aprende a limpiar la habitación de los clientes, a hacer la cama hasta que no quede una arruga, a retirar sin contemplaciones el edredón de un blanco impoluto porque tiene algo sucio, pues se tapa, dice Laura, no, contesta sonriente la gobernanta, se retira y se pone otro. Por cierto, Laura, ¿quién es tu príncipe azul? Mario Casas, responde la chica. ¿Y qué darías por ir a verle?, sigue la gobernanta. Lo que sea, responde Laura. Pues a mí me gusta George Clooney, pero hija, él nunca se fijará en mí porque lo hará en gente de su entorno. La madre de Laura interviene en el montaje asegurando que ningún chico sin síndrome Down se podrá fijar en ella “en plan pareja, y yo creo que Laura lo sabe”, pero es muy fantasiosa. A Laura la enseñan a tocar en las habitaciones antes de entrar. Ahora entra a una con sorpresa. Por allí anda su amor, Mario Casas. La chica se queda paralizada, como el que ve una visión. Al final corre hacia él, se abraza, le estampa un puñado de besos en la cara, y se sienta a su lado. Es la escena del sofá, y Mario, natural, sabe llevar la situación. No hay forma de despedirse de él, y cuando lo hace empujada por Rocío Arias, preparadora laboral de la Fundación Síndrome Down de Madrid, ya en el pasillo, Laura se viene abajo y llora lo que no lloró delante de su amor. Cuando Laura explica a Luis lo que acaba de vivir, Luis, como cualquier pimpollo, le responde lo obvio, yo soy más guapo que Mario Casas. Todo esto lo he visto en La 2, en Con una sonrisa –viernes, 23´15 de la noche-. Es un programa esperanzador, energético, vital, amable, de sentimientos nobles, de concienciación, de buena televisión pública.


Mario Casas abraza a Laura, que se queda turulata cuando ve al actor en la habitación que ella está arreglando.


La guinda                                                                                                   
Chef retocados
Es lo mismo, pero no es igual. Empezó MasterChef en La 1con unos bríos que tiraban para atrás. Tiraba para atrás la impostura de algunos maestros cocineros –insoportable Pepe Rodríguez por falso, demasiado teatral, envarado en un personaje devenido en cómico de tan hosco-, el montaje de videoclip, el corsé generalizado, y Eva González, su presentadora. Pero a MasterChef lo han retocado, suavizándolo. Y ha remontado. 

Un momento de la pasada edición de MasterChef, que ha sido remozado un poquito ganando en cercanía y buenos momemtos televisivos.