lunes, 20 de mayo de 2013

Maldeojos. Sobre héroes. ¿Y tumbas?



Sobre héroes ¿Y tumbas?

      Aún no le hemos visto las ubres a Loles León en Águila roja y el héroe volvió con más de cinco millones de espectadores. Al ver cómo se las ponen a Pepa Aniorte haciendo de gran chacha de la malísima marquesa siempre me pregunto lo mismo. ¿Cómo se hace eso? Duro, venía a decirme la propia Pepa, sobre todo porque al dejar tanta carne al aire es difícil colocar el micrófono. Si es que son unos exagerados. Se las levantan tanto que casi las suben al gaznate, con lo que eso tiene que molestar, salvo a la hoy olvidada Ana Obregón, que a saber los ensayos caseros para sacar la pechuga, caminar, y hablar al mismo tiempo. E inventarse el mundo. Lo cierto es que David Janer volvió a hacer de las suyas enfundado en las telas del aguilucho que suelta plumas. La semana pasada vimos al comisario Hernán Mejías, para mí el personaje más conseguido de Francis Lorenzo, buena gente, pero pésimo actor en otras series, y lamentable presentador de mil programas que no se van de mi cabeza, tumbado en la cama de operaciones a punto de ser trepanado por un berbiquí que pondría los pelos de punta a la mismísima Ana Mato, conocida por sus implacables métodos sanitarios, más cercanos a un bandido de hospital que a un galeno. Bien, incluso esta dama de lo siniestro pondría reparos a salvajada tan de siglos pasados. Pero que nadie se alarme. Es cosa de tebeos. Ojo con los tebeos. El resto de cadenas sabe que nada se puede hacer contra Águila roja. Han tirado la toalla. ¿Con quién se bate Gonzalo de Montalvo? Contra el cine de Antena 3, contra el alicaído y en retirada CSI, Las Vegas de Telecinco, que en su vuelta apenas hizo un 9%, contra el fútbol de Cuatro, y contra El mentalista de La Sexta, que no pasa del 5%. El héroe de La 1 es mucho héroe. Es la escasa miel que liba Ignacio Corrales, su machacado director. 

Virgen santa, dijo Pepa Aniorte, Catalina en Águila roja, entrando a la estancia junto a la mismísima reina mientras la marquesa -simpatiquísimo trabajo de Miryam Gallego- se quedaba muda viendo lo que estaba viendo... el tamaño de un pedrusco de diamantes que este señor llevaba escondido en el pajarito.


Morfeo el cursi
      Pero esa miel tiene su hiel. Cuando escribo esto aún no se ha celebrado la gran final de Eurovisión. Pero lo digo con la boca llena. Fracaso. Fracaso de festival, de idea, de canción, de grupo, de televisión pública. Cada vez que he visto esta semana los intentos de TVE por animar el cotarro, hablando de la cosa en programas e informativos, sí, en informativos, más claro he tenido el disparate. Hasta el nombre del grupo, El sueño de Morfeo, es de una pedantería apenas digerible. Esa promoción con la cantante, una tal Raquel del Rosario, poniendo posturitas al tiempo que un caballo blanco, oh, cuán y original imagen, corre al borde de la playa, que termina con un puñado de mariposas, ay, que lloro de verdad, que se me coge aquí, a la garganta, un nudo que me impide en plenitud ver la obra, todo eso, sumado a la letra, es, ahí va, una payasada con mucho cuento. La letra es para analizarla poquito a poco, pero no lo voy a hacer. Baste recordar unas líneas versadas, o como haya que llamar a ese pastel. “Eres esa luz que a través del universo tú, me invitas a viajar contigo hasta el final”. ¿Qué me dicen? Lo digo yo. Pa´bernos matao. Eres esa luz que a través del universo tú. Toma. Por lo tanto, hay que tener madera de héroe, o ansias de popularidad aunque sea mala, para  viajar al Malmö Arena de Suecia con una canción tan estúpida y birria y creer que levantarán la espada victoriosa. El concepto es cursi, el grupo es cursi con pretensiones, la música es mala hasta para un festival benéfico de poetas amantes de los juegos florales, y TVE no debería de estar pringada en estas cosas. Escribo esto antes de que ocurra el desastre. Lo tengo claro. Es un desastre. Pero esa hiel tiene su miel. Lo es, y hay que agradecerlo, la apuesta de TVE por la ficción diaria de calidad. Dejó escapar con mal tino una de las series diarias que mejor ha funcionado en este país, Amar en tiempos revueltos, y tan buena y asentada estaba, tan fiel tenía a la audiencia, que Antena 3 no dudó en comprar la marca. Ahora, Amar es para siempre consigue cuotas que superan el 13% en la tarde, mirando de frente a ese esputo popular llamado Sálvame, que apenas consigue llegar al 16%, pero porque ese gargajo de Telecinco dura más que la Biblia, que 258 minutos son muchos minutos tragando caca. 

Un momento estelar del estelar fracaso de El sueño de Morfeo, el grupo que fue a Malmö, Suiza, a canturrear una estúpida canción de música insufrible y letra desquiciada en la que nada tiene sentido... Eres esa luz que a través del universo tú. O esta parte: Y llegas tú con todo lo que significas tú. Ya digo, pabernos matao.


Pulso entre iguales
      La miel por la que al fin apostó TVE, despejando dudas y adecentando parte de la tarde, es otro valor seguro. Hablar de Gran Reserva son palabras mayores. Desde el lunes, el origen de las familias Cortázar y Reverte tiene mucho que ver con la familia Miranda, un espejo pasado de lo que la serie original nos mostró que es hoy el malvado Vicente Cortázar, que ya apuntaba maneras. Como es habitual en las producciones de Bambú, todo está cuidado, mimado, medido, sin estridencias, sin trazos demasiado gruesos, y desde los actores –estupendo Víctor Clavijo haciendo de joven Cortázar, estupendo Manuel de Blas como Santiago Miranda, y así pasaríamos de los protagonistas a los personajes de menor relevancia- a la fotografía, la música, siempre la música, decorados o guión, todo eso forma un engranaje que no sólo no chirría sino que suena bien, suena muy bien. La tarea es formidable. A los Cortázar, Reverte, y Miranda, como personajes de ficción les queda algo parecido a los doce trabajos de Hércules para enfrentarse, y triunfar, a leones, hidras, aves –carroñeras- y a toda clase de fieras, siendo una de las principales la audiencia de la cadena, alicaída, huída, aburrida, abandonada por la propia cadena, y ese un trabajo del copón. Gran Reserva. El origen lo tiene difícil, pero estoy convencido de que no imposible. Sus guiones, sin perder las tramas cruzadas, o por eso, entre familias, han potenciado en este origen la parte amorosa de la historia, algo que no sólo no parece descabellado sino que es muy adecuado para su hora de emisión. Ojalá la, por ahora, lógica baja audiencia, empiece a remontar hasta medirse como lo hacen las heroínas con sus iguales. Ambas propuestas se merecen tener enfrente lo mejor. 

Víctor Clavijo como el joven Vicente Cortázar en Gran Reserva. El origen, que emite a diario La 1 en la sobremesa. Es un trabajo impecable y extraño para una emisión sin tregua de lunes a viernes. Excelentes actores, conjugando la sabiduría de veteranos -José Manuel Cervino, Petra Martínez, Carlos Álvarez-Novoa, o Manuel de Blas- con la sangre nueva de los jóvenes -Jesús Olmedo, Sergio Mur,Verónica Sánchez, o Marta Torné-, excelente iluminación, fotografía, puesta en escena, ambientación, vestuario, banda sonora...en fin, otro trabajo de alto respeto y cariño a la audiencia de la productora Bambú al mimar hasta el más mínimo detalle un proceso que se intuye costoso y complejo. Si la dejan, la audiencia remontará. El trabajo se lo merece.



La guinda                                                                                                   
Risto y el tiempo
Se veía venir. No cuajó su concurso Money Time, es decir, el de su productora, 60db, para las tardes de Cuatro. Aquí, sin más ánimo que el de constatarlo, lo advertimos. Lo de Risto Mejide, con su clepsidra y su Luján Argüelles, y sus concursantes tirando a jóvenes, y sus preguntas culturales, no está mal. Pero justo por eso. La gente miró a otro sitio. Risto sabe de qué va esto, y por eso dice que no lloriquea por el fracaso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario