miércoles, 8 de mayo de 2013

Maldeojos. La prótesis de Adrián



La prótesis de Adrián

      Sanidad ordena retirar una prótesis de 152 euros a un joven que no podía pagarla. Ya está, se dice uno, los de El Mundo Today haciendo chistes tan disparatados que sólo se toman en serio diputados de laxa convicción ideológica como Toni Cantó. Pero te lees entera la noticia, compruebas que el medio es Levante-EMV, ves la firma de quien la desarrolla, te das cuenta de que el compañero habló con los distintos protagonistas, y sobre todo que hay versión de la Conselleria de Sanidad, y entonces sí, entonces te sale el dragón que va contigo y escupes fuego por la boca y sueltas palabras que seguro han alcanzado a Manuel Llombart, responsable de una consejería que da miedo porque la explicación que dio es que “el caso entra dentro del protocolo oficial”. Cuando lees esto también te acuerdas de la mediocre, fría y brutal Ana Mato. No hay saliva para escupir.

      Resulta que Adrián García tiene 23 años, fue operado de la rodilla, y los especialistas aconsejaron ponerle una prótesis externa para mantener recta la pierna y consolidar la operación. Esa prótesis cuesta un dinero que los padres no pudieron pagar a la empresa ortopédica que visitó el hospital para recabar la cantidad. Pero… ¿No hay dinero? Pues me llevo la prótesis. La escena sucedió en el hospital Arnau de Vilanova, en Valencia. Pero podría pasar, y seguro que está pasando, en otros. Y de nuevo es cuando te salen los colmillos y te dan ganas de no ser educado, ni paciente, ni pagar tus impuestos, ni esperar a votar otra vez, te dan ganas de encararte, de ser mala gente, de escupirles a la cara, de enviarlos a todos, de la Merkel abajo, de Rajoy a Rubalcaba, del mercado a su puta madre, a un infierno del que jamás pudieran salir. Mañana hablaremos de la tele.

Adrián, cariño, mira esta prótesis. ¿No puedes pagarla? Vaya, pues me la llevo. No te ofendas,tu caso entra dentro del protocolo oficial.  
Mira, Adrián, hijo mío, tienes que estar contento, este chico se llama Alpha Pam, senegalés, y ha muerto. Claro, cielo, es que era inmigrante, no tenía papeles ni tarjeta sanitaria, y por eso ni se le atendió en Palma de Mallorca. No, no, mi vida, que no somos racistas, su caso también entra dentro del protocolo


 
Esta señora se llama Ana Mato. Y es ministra de Sanidad.

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