Paquito
(Artículo publicado el sábado, 26 de octubre, en diarios del grupo Prensa Ibérica)
Ya conocen la
noticia, ahora la vamos a exhumar. Así, de forma excepcional, comenzó el
especial de El intermedio dedicado al
acarreo de huesos del dictador desde el valle de la infamia al cementerio de
Mingorrubio. Nos quitamos de encima al último dictador enterrado en España,
decía un festivo Wyoming, cara más
visible de un programa que tenía sus propios planes, incluso su propio muerto.
Así que el festival franquista que el resto de cadenas retrataron con impiedad
sacando lo que es hoy el franquismo folclórico –otra cosa es el sociológico que
atufa en algunas cabezas-, con exaltados que gritaban desencajados su patetismo,
fiereza y odio –manotazos a periodistas, bracitos en alto, cánticos cara al
sol, exhibición de banderas con el pollo, y parafernalia fascista-, pues eso,
que el festival franquista del resto de cadenas quedó en La Sexta y El intermedio en el entierro de Paquito el Chocolatero.
En Mingorrubio
había tanto friqui, dijo Wyoming, que parecía una concentración de manga. Antes
vimos las imágenes que ya conocíamos de la mañana con los familiares del
pajarraco trasladando a hombros el féretro con su momia, el único esfuerzo
físico que esta banda ha hecho en su puta vida. Andrea Ropero, integrada a la perfección en el equipo, en un
reportaje más serio, habló con Nicolás
Sánchez-Albornoz, historiador que fue condenado a trabajos forzados en el
Valle de los Caídos, del que huyó. ¿Sobre el Valle, se preguntó el profesor? “Que
corten el grifo del dinero público y la naturaleza hará el resto” –o sea, que
se derrumbe-. Total, entre aspavientos, el muñeco Paquito fue enterrado. Con el
auténtico Franco, una losa nos hemos
quitado de encima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario