Ópera y reguetón
(Artículo publicado el sábado, 21 de setiembre, en diarios del grupo Prensa Ibérica)
Me envía mi amigo
Jordi Moltó, guionista de El hormiguero, un vídeo con el que esta
temporada abrió la compuerta de una imaginación desbordante. Siempre acierta.
Son pequeñas piezas narrativas que funcionan como un reló. Y siempre buscando
el centro del corazón, emociones que maneja como un maestro. Viendo el vídeo
recuerdo que la noche que se emitió en directo vi a un tipo que me sonaba de
algo, de otros programas, en la órbita de Mediaset, pero que me chirriaba en El hormiguero. Al ver a un tal Omar Montes, no sé, cambié de canal por
instinto. El mentado tiene carrerón. Fue el ganador de Supervivientes -200.000 cucos se llevó-, fue pareja de la hija de Isabel Pantoja, y es conocido en el
mundo cani por vídeos con letra y música que te vuelan el cerebro a los tres
segundos.
Junto a él, otro
tipo. Ahí va. RVFV. Sí, como lo leen, RVFV. Pregunten a sus jóvenes retoños
porque quizá sí sepan quién es este ejemplar. Es otro perlita de chándal caro,
gafitas oscuras, cadena de oro, deje sudaca, movimientos tontos de mano muerta
que se toca el paquete, y vídeos vistos por millones de personas. El
experimento del programa consistió en embridar el reguetón con la ópera, y nada
menos que con Ainhoa Arteta. Los
primeros decían no gastar un euro en su formación musical –Ainhoa invierte en
su carrera lo que gana-, no ensayan nunca, y si hay que calentar la voz lo
hacen sin piedad, dándole al trinque –decía RVFV-. Uno no se hace rico con
esto, decía la soprano. A mí me dieron por una actuación, dijo Omar, 70.000 u
80.000 euros. Corrí a escuchar la música de estos canis de zapatillas y gorras
carísimas. Aún estoy vomitando.
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