Asunción, actriz
(Artículo publicado el martes, 26 de noviembre, en diarios del grupo Prensa Ibérica)
La 2 reaccionó
de nuevo como debía. El domingo por la noche levantó lo que tuviera previsto y
volvió a emitir el Imprescindibles
dedicado a la actriz que fallecía el sábado 23
en Madrid, Asunción Balaguer
–que será enterrada en Águilas, el pueblo de la costa murciana donde lo hace su
marido, Paco Rabal-. Ya salió su
nombre, el de él, digo, como lo hizo nada más empezar el reportaje. Es curioso,
o no tanto, que en el programa dedicado a Asunción Balaguer buena parte del
contenido cayera en el saco del actor aguileño. Dijo mientras paseaba por la
orilla del mar que cuando Paco murió, feliz, brindando con cava, a ella se le
acabó la vida. Pero no fue así, nunca es así. Fue a partir de ese momento
cuando ella, como se titulaba su Imprescindibles,
fue Una mujer sin sombra, es decir,
sin fardo, sin su Paco, al que amó tanto como le hizo daño.
Pero en el
reportaje todo es dulzura, amor, entrega, comprensión, respeto, y ni siquiera
hubo lugar al reproche, que en vida tampoco hubo –ella sabía de sus “cosas”-.
Cuando Paco Rabal murió empezaron a llamarla para hacer cine, teatro, y
recuperó la felicidad que se había ido en Burdeos con la muerte de él al
recuperar su “auténtica vocación”. ¿Se arrepiente de algo? De nada, lo volvería
a hacer todo igual. Así se lo contaba, como amigas que se cuentan sus
intimidades, a Pilar Bardem.
Asunción Balaguer tomó una decisión, y fue feliz con el hombre al que amó, un
amor de 50 años juntos. Está claro que sin Rabal, Asunción fue la mujer sin
sombra, y que volvió a ser reconocida como la gran dama de la escena que es,
con el magisterio de las mejores, pero seguro que ahora, y para siempre, podrá
brindar con su amor el resto de la eternidad.
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