martes, 22 de enero de 2019

Maldeojos. Bien matados


Bien matados
(Artículo publicado el sábado 12 de enero en diarios del grupo Prensa Ibérica)

     Nunca ha pasado nada en Torrecillas, decía un personaje en el primer capítulo de una serie con muchos ingredientes para convertirse en algo grande por su interés, Matadero, que Antena 3 estrenó el miércoles con una audiencia que superó los tres millones. Y así es, en Matadero pasa de todo, hay de todo, puede ocurrir todo, y si algo puede ocurrir, ocurre. Hasta que muera un personaje fundamental en la primera entrega, el del actor Antonio Garrido, un vivales de espíritu corrupto que trafica con todo. Así que en esta ficción que cuece en la misma olla el humor y el drama se acumulan deseos, envidias, el tráfico de drogas, lo policial, lo sentimental, el guiño del orgullo de ser de un lugar, de Puerto Lumbreras en este caso, o sea, murcianico, como alardea Pascual, el personaje de Ginés García Millán, un malote sin escrúpulos ni sentimiento de culpa que trabaja para el capo Don Julio, jefe de un clan de narcos de la Ría de Arosa.

     Nunca ha pasado nada en Tordesillas, decía el jefe del puesto de la Guardia Civil del pueblo, el capitán Villanueva al que pone alma Janfri Topera. Pero vaya si pasan cosas que, mire usted por dónde, quiere investigar María, metódica y racional, enamorada de su profesión, la actriz Camila Viyuela, hija del actor Pepe Viyuela, el veterinario, un tipo sencillo que de golpe –nunca mejor dicho- abocará en una geografía vital en la que jamás pensó moverse. Vean Matadero, es divertido, emocionante, un gran espectáculo. Y el sobrenombre de Matadero, un thriller ibérico, perfecto para centrarse aún más. De Berlanga a los Cohen de Fargo, con tonos dorados como los atardeceres castellanos, la serie retrata la capacidad del ser humano para combinar mercadeo de cerdos con drogas, bondad y maldad extremas, ingenuidad y astucia. Vean este formidable entretenimiento.


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