viernes, 8 de febrero de 2019

Maldeojos. Nutricionistas


Nutricionistas
(Artículo publicado el sábado, 2 de febrero, en diarios del grupo Prensa Ibérica)

     No lo conocía, pero ha nacido otra estrella, Julio Basulto, y en su caso al amparo del matinal de Susana Grisso, que además de seguir machacando como una posesa sobre el asunto de la muerte de Julen tiene tiempo para hablar con Fernando Savater sobre la pérdida de su mujer en 2015,  incluso para dar pábulo a las opiniones de barra de bar del torerito Fran Rivera, que habla de genocidio en Venezuela, palabrota que el periodista Ramón Amón le afea por inexacta, incluso hay tiempo de ver al mentado asesino de herbívoros astados en un bloque de publicidad, al más puro estilo de la irremediable Paz Padilla y Joaquín Prat con los colchones, de una revista dedicada a la prensa rosa. Ha nacido una estrella, decía. Julio Basulto es nutricionista, dietista, y escritor de mantras sobre la buena comida, es decir, la más sana, gurú que predica en la misma casa de la presentadora de Espejo público, que en su hogar siguen a pie firme los consejos de este hombre que ironiza sobre quien lo ve como un talibán de la dieta.

     Por lo pronto, el azúcar es para él el nuevo demonio. Y el limón, lo peor. Nada de un trago en ayunas, que te deja los piños sin esmalte. ¿Y el jamón, qué decir del jamón y sus grasas y sus vetas y su tocinito? Que no, que es un alimento tratado, y eso es como pegarle a un padre en la cara con los calcetines sudados después de un día de trabajo en el campo bajo un sol implacable. Los de Más vale tarde también tienen su nutricionista, aunque Mamen Mendizábal, más hedonista que sufridora, se echa a veces unas risas con los consejos de Luis Alberto Zamora. Total, que como espectadores, si hiciéramos caso a los nutricionistas de la tele nos volveríamos locos. Ole los potajes de la abuela.

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