miércoles, 20 de febrero de 2019

Maldeojos. La Voz laboral


La Voz laboral
(Artículo publicado el sábado, 16 de febrero, en diarios del grupo Prensa Ibérica)

     Lo he intentado, de verdad que lo he intentado. Lo intenté algunas veces cuando La Voz se emitía en Telecinco, pero no pasaba la prueba, me repelía, sentía una regurgitación a la altura del esternón que me doblaba en cuanto asomaban los piños de Rosariyo Flores diciendo ay, qué bonito cantas, o las caras de mal teatrero de David Bisbal haciendo ver que tenía una situación difícil porque no sabía si elegir al concursante o tirarse por el puente de su pueblo, en fin, que cuando enfocaban a Melendi o a la insulsa Malú yo ya no era yo ni mi casa era mi casa. Cuando el formato pasó en esta temporada a Antena 3, donde se emite con éxito de audiencia, lo intenté de nuevo tratando de lavar el prejuicio que arrastraba. Nada. Ver los fingidos titubeos de Paulina Rubio, sus labios apretados, la mano que quiere pulsar el puto botón, ver las guerritas entre Antonio Orozco y Luis Fonsi, y sus manos de nuevo temblorosas ante las tremendas dudas me supera.

     Y en estas llega La Voz laboral. Y me cautiva. La voz laboral es la parodia de ETB, la tele vasca, de La Voz en el programa Vaya semanita, que se mantiene vivo y del que a veces nos llegan momentos memorables como este. En La Voz laboral el planteamiento es claro. Los llamados “coach” –tiene perejiles el palabro tan cateto- han de elegir entre los aspirantes a un trabajo al concursante que destaque por su espíritu baboso, entregado y lameculos, por su odio a los sindicatos, por trabajar a destajo, y cobrar en b, actitudes que el jurado, con sus caritas de aprobación, valoran hasta el delirio, alegrándose una de las “coach” porque el empresario que lo ha elegido “es un artista de la evasión fiscal y de la explotación laboral”. Busquen el vídeo y disfruten.


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