Arusitys,
113
(Artículo publicado el domingo, 17 de febrero, en diarios del grupo Prensa Ibérica)
Si mis cuentas
no fallan, el programa de Alfonso Arus
en la temprana mañana de La Sexta lleva 113 programas. Parecen pocos, pero en
este negocio no es así. Hay formatos que se quedaron en eso, en el estreno y
poco más. Arusitys llegó a La Sexta
en el mes de setiembre de 2018 para amenizar las mañanas de la cadena con
humor. Ya hay que tener ganas de llegar al plató antes de las siete de la
mañana y ponerse en modo chistoso. Así es. Arusitys
enciende las luces a las siete y media y las apaga a eso de las once, cuando el
testigo pasa al hombre aspa, que desde el segundo uno empieza a meter presión
informativa y hace de una encuesta del CIS una bomba de relojería, de un mitin
del tío del caballo un acontecimiento planetario, del último viraje a la
extrema derecha de Pablo Casado, el
vendedor de dentífricos, un paro cardiaco. Qué energía, Antonio, qué energía, Ferreras. Desde que se estrenó Arusitys he seguido el programa con
altibajos, pero no por desinterés sino por picotear en otros gallineros a la
misma hora. Lo que no falla, lo que no ha variado en estas 113 citas, es el
morenazo o lo que sea que lleve en la cara el presentador, entre tostado y
naranja como un Trump calvo. Si
Alfonso Arús se maquilla con ese tono, ha de levantarse una hora antes para que
lo embadurnen con esa plasta compacta, y si es tostado de máquina, la factura
de la luz será apoteósica. Sea lo que sea, hasta Arús hace chiste con su
adicción al bronceado. Fue el pasado año, en El intermedio, cuando Wyoming
bromeó con esta dependencia diciendo que el catalán es negro como Luther King, a lo que Arús respondió que
era más negro que el negro con su enorme sonrisa, otro de los misterios que lo
enlazan con otro grande de la tele, el provecto, eterno, matusalén de la
pantalla, viajero del tiempo Jordi
Hurtado que, como Arús, es capaz de hablar con los dientes apretados sin
dejar de sonreír. Arús, igual. No sé si en casa hará lo mismo, si con sus
amigos y familiares hará lo mismo, pero en la tele sí. En cuanto se enciende el
piloto rojo, Arus enciende su sonrisa y así se pasa las casi cuatro horas de
programa. Que termina con agujetas en los carrillos no tengo duda. A veces me
carga, la verdad, pero Arusitys es
algo más que Alfonso Arús.
Goya
al jinete
El programa
mezcla la parte más divertida de la política, del deporte, de la propia tele,
incluso echando unas risas con programas de la competencia como Gran hermano, que tiene mogollón de
razones para troncharse con las barrabasadas de sus patéticos, fatuos y necios
encerrados, y por supuesto con la sopa boba que cae en el sumario con el maná
de las redes sociales, de internet, donde hay vídeos de todo tipo, material que
Arús lleva usando desde que en los 90 del siglo pasado presentara en Antena 3 Al ataque. De golpe aparece en pantalla Pilar Gutiérrez no en Arusitys sino en Espejo público, magacín que a veces vira y se convierte en un
programa de humor tronchante. A la señora Pilar la han llamado “la mujer más
franquista de España”, y de verdad que la tía tiene su chispa. Lo último que ha
expelido su delirante imaginación es que ha llegado el apocalipsis y ha
empezado en su casa porque en los últimos días de tormenta y viento desatado un
puto pino cayó sobre ella, válgame el cielo. Para redondear el gag, la voz de Gonzalo Gans. No es una voz cualquiera.
Es una voz de ultratumba, una voz no profunda sino telúrica, surgida del núcleo
de la tierra, de la primera arena de la masa del planeta. Gonzalo Gans merece
un aparte. Este madurito apuesto, de pelo azabache y ensortijado, fue pescado
en las aguas procelosas de Intereconomía, la tele de Julio Ariza que está más a la derecha que todas las derechas que en
el mundo son. Gonzalo Gans presentaba nada menos que un clásico de las
tertulias zombis, El gato al agua,
como lo leen. Cuando se despidió del equipo del programa para saltar a Espejo público lo hizo con un discurso
emotivo que el jinete de la derecha testicular sólo podría calificar como
impropio de machos, lleno de lagrimitas de monja. ¿Quién ocupa ahora su puesto
en ese púlpito gatuno? Pues José Javier
Esparza –ex comentarista de televisión, culto y cachondo-, la princesa de
Éboli con barba cana. Arusitys tiene
que estar pendiente de El gato al agua
porque te montan unos circos memorables. El último, la entrega de un Goya a Santiago el reconquistador para
burlarse de la gala de los premios de nuestro cine, a la que no fue invitado
ningún representante de su clan. Y allí estaban en el plató gatuno tíos como
castillos haciendo el teatrillo del Goya.
A
banderazos
Lo dicho, si Arusitys quiere materia dura, que mire
de vez en cuando las tertulias de esta basca. No decae. El pollito Pablo Casado –felón, traidor, ególatra,
ridículo, y okupa, ya saben, le dijo al “vende España” Pedro Sánchez- se queda en aprendiz comprado con lo que se dice en
el plató de El gato al agua, que ha
visto en la irrupción del tío del mulo el mesías verdadero que salvará a España
de sus males. Arús, hurga en las tertulias de esta peña. Lo agradecerás. No
falla. Tampoco Leonor Lavado, a la
que descubrí ahí, en Arusitys. Imita
personajes cuanto más cutres mejor. Los borda. De las cochineras de Telecinco
tiene unos cuantos, y todos rozan la excelencia. En los guiones de Arusitys, como es lógico, la actualidad
entra a saco filtrada por el humor. Y la manifestación de la banderita del
domingo pasado en Madrid no podía escapar a esta lógica, con momentos de gloria
que no se los salta ni el jinete ese. Resulta que el ingenio patrio no
desfallece, y el de los gaditanos es un potro desbocado. Contaron en Arusitys que seguidores del Cádiz
aprovecharon los autobuses gratis, fletados por el PP, para irse al fútbol y
ver el encuentro del Cádiz contra el Alcorcón mientras Santi, Pablito y Albertito se peleaban ante el gentío
por ver quién la tenía más grande –la bandera- y cómo no aparecer en la foto
unos al lado de los otros. Como al Gobierno sin presupuestos de Pedrito le quedan dos telediarios, Arusytis tiene mecha para rato. Anda que
con el juicio del “procés”.
La guinda
Raquel,
al paro
Lo siguiente que
TVE va a hacer con Lo siguiente es
retirarlo de la parrilla, y será el mes próximo. ¿Conocen el programa? No me
extraña. Presentado por Raquel Sánchez Silva tras el Telediario de la noche, compitiendo con El intermedio o El hormiguero,
Lo siguiente no ha conectado con el
público. No tiene entidad. ¿Y si TVE le echa valor y pone en su lugar Ese programa del que usted me habla
–ahora en La 2-? Qué chute.
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