Bombazo
(Artículo publicado el sábado, 30 de setiembre, en diarios de EPI PRESS)
Hablar de guerra
y de bombas es obvio. Hablar de una serie de televisión que se llama Tiempos de guerra, que emite Antena 3, y
que se está convirtiendo en un bombazo ya es menos corriente, puede pasar, pero
también puede no pasar que ese bombazo sólo sea uno entre los muchos que se ven
y escuchan en la pantalla y no el que se le da de forma popular. Es un bombazo
porque la serie está funcionando muy bien. Digo más, como se esperaba, está
funcionando como se esperaba y para el público al que va dirigido. ¿A qué
público? Tiempos de guerra se dirige
a todo bicho vidente, como es normal en un negocio que no hace distingos porque
su objetivo es el consumo de grandes, peques y medianos. Pero Tiempos de guerra sabe que el producto
está pensado para enganchar al público femenino. Y funciona. Bambú, la
productora que lo firma, lo sabe porque así lo ha venido demostrando en
anteriores trabajos como Velvet o Gran hotel.
La serie parece
que va de una cosa pero, como ocurre con las historias de Bambú, va de otra.
Nos sitúa en la guerra del Rif, 1921, en lo que se conoce como desastre de
Annual, donde los soldados españoles mueren a manos de los sublevados liderados
por el líder rifeño Abdelkrim. Así
que sí, se ven bombas y heridos pero como telón de fondo de las historias de
amor y dramas personales de “las damas enfermeras” enviadas al frente por deseo
de la reina Victoria Eugenia para
que atiendan a soldados y mandos. Como siempre, la producción es impecable, cuidada
y al servicio de la trama, que funciona como un reloj, eso sí, previsible.
Chicos y chicas guapos –me vuelve a chirriar la cara inamovible de Amaia Salamanca- para una historia de
amor y sangre.
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