Oración
(Artículo publicado el domingo, 9 de agosto, en periódicos de EPI PRESS)
Dios redentor,
redímeme y ten misericordia de mí. Jesús salvador, sálvame deluxe. Virgen
intercesora, intercede por mí con el resto de tu familia frente a un buen
capítulo de Los Simpson. Ana Blanco, no cambies nunca de peinado
ni muestres frío o calor ya estés en el polo norte o en mitad del Sahara.
Jesusito de mi vida, no soy niño como tú, pero como lo fui igual que lo fue Paloma Gómez Borrero, ayúdame a ver el Telediario sin blasfemar cada dos
minutos. Incluso te pido con humilde vocecilla que si algún día, por
equivocación, me topo con Amigas y
conocidas, y por casualidad el realizador, sin advertencia ni nada, pincha
un plano de Isabel San Sebastián y,
embelesado ante su arrebatadora belleza, sapiencia, y profundidad intelectual
caigo en sus redes, por favor, por favor te lo pido, arrebátame el mando de mis
manos o haz la tele indestructible.
San Prepucio
Bendito, por lo que más quieras, mándame como un mareíllo, como un vahído
oportuno, como una nube en mis entendederas para no disparar mi tensión a
niveles de colapso si alguna tarde, por esas cosas del destino, me topo con el
anuncio, o con la señora ejerciendo de presentadora, donde se ve a Paz Padilla vendiéndonos un colchón que
le viene muy bien a su espalda. Prepucio bendito, óyeme. De rodillas te lo
pido. Guárdame de aprender siquiera el nombre de los presentadores de una
cosa llamada Cazamariposas. Reconozco
que soy un soberbio sin límites, y que esa cosa está pensada para divertir a
mis semejantes con chuminadas de gente inventada. Reconozco que me tomo la tele
muy a pecho, por eso, con los brazos en cruz, os imploro que Jordi Hurtado siga intacto, sabiendo
elegir el tono de sus tintes de pelo. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario