Calleja flipa
(Artículo publicado el domingo, 16 de agosto, en periódicos de EPI PRESS)
El aventurero
leonés Jesús Calleja, de aventura
tan extrema como, a veces, majara, se ha dejado este verano de climas extremos,
montañas nevadas y tan altas como las barbas de dios, o lagunas en las tripas
de la tierra para mirar un poco a nuestro país, y por eso lleva semanas
recorriendo ese pelotazo que es hacer El caminito del rey, en El Chorro, de
Málaga, un camino de vértigo en la ladera del desfiladero de Los Gaitanes,
visitando lo que queda de las minas de Riotinto, en Huelva, para lanzar a la
estratosfera un globo de helio implicando a los vecinos, o dándose un garbeo
por Tenerife, lugares distintos, de distintas latitudes, pero con un
denominador común televisivo. Jesús Calleja recorre parte de esas zonas desde
un helicóptero, dando sentido al nombre del programa que emite Cuatro los
domingos, Volando voy.
La gente de la zona vive con pasión la
llegada del equipo, y en cada programa se usa algún artilugio de última
generación, desde drones a impresoras 3D, el mentado globo o cámaras ultra
sensibles, avances con los que sorprender a los habitantes de los lugares con
una proyección final, como cuando llegaba el cine a la aldea. Volando voy sabe entretener. Y Jesús lo
hace bien. Pero a veces se le va la pinza. En su afán por conseguir a Pablo Iglesias o Íñigo Errejón, y ante el silencio de los políticos, ha concluido
que no ir a su programa –Planeta Calleja,
Volando voy, el que sea- es un rasgo
de soberbia que echa por tierra el mantra de que Podemos es pueblo y está cerca
de él. Para, Calleja. ¿Quién es el soberbio? ¿Son los únicos políticos que te
han dado largas o calabazas?
Imagen del Volando voy dedicado al Caminito del Rey, en El Chorro, Málaga, uno de los circuitos volantes, sobre el abismo de la montaña, que más atrae al personal. Algún día habrá que hacerlo. |
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