Salvados por la tele
Nos enteramos de
que una científica acudió a Atrapa un
millón para poder seguir investigando en el CSIF, es decir, el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas. Desarrollo la sigla para que se vea en
su esplendor de qué estamos hablando. Lo recordó El Intermedio hace unos días porque Gonzo habló con María Luisa
Botella. La señora no tuvo ningún problema, no se le cayó ningún tubo de
ensayo al suelo como se le caen a algunas marquesas los anillos en cuanto hacen
algo que no va con su clase social, en acercarse a Carlos Sobera, con lo malo que es eso para los oídos, salvo que
lleves unos tapones de cera, y tratar de arañar unos euros para la causa. Su
causa es tan rara que las farmacéuticas no saben ni pronunciar telangiectasia
hereditaria hemorrágica, la HHT, una enfermedad genética con transmisión
dominante, independiente del sexo. Eso no es rentable, María Luisa. Pero María
Luisa sabe que su equipo de investigación está ayudando a mucha gente. De aquel
concurso se llevó 15.000 euros, un poco de aire para seguir unos meses más.
Contaba la científica en el programa que hacen de todo para poder seguir
investigando -en España sólo ellos investigan esta enfermedad-. Venden lotería,
organizan conciertos solidarios, no sé si posan desnudos para el calendario de
nuevo año, y se presentan a concursos de televisión. O se manifiestan y le
entregan al ministro Luis de Guindos
–no sólo es de Economía, también es de Competitividad, una especie de broma en
este páramo-, como hicieron la semana pasada miles de científicos alarmados por
la situación de asfixia de la investigación en España. En paralelo, como llega
el verano por más duro que sea el invierno, conocíamos otro chorreo de millones
de euros a los altos cargos del PP, sobresueldos de una indecencia que pone a
prueba tu paciencia. Aunque para Carlos
Floriano sólo prueba la persecución al PP.
La investigadora María Luisa Botella, hablando con Gonzo para El Intermedio |
María Luisa concursando en Atrapa un millón para seguir investigando... ¡en el CSIF! |
Políticos, a Supervivientes
Seguro que él,
ni político alguno, no necesita concursar para seguir a lo suyo. Por cierto, el
llamado señor Pérez Rubalcaba aún no
ha hecho públicas, tal como anunció, sus rentas de 2003 a 2012. Las haga o no, seguro
que los del CSIF se volverían loquitos. No, no me importa que se diga que esto
es pura demagogia. Pues sigamos con ella. ¿Por qué hemos de acostumbrarnos a
ver a un científico contar no sus miserias personales sino las miserias
colectivas, es decir, nuestras miserias, en un programa de televisión por ver
si mendigando unos euros puede seguir investigando? ¿Por qué nos escandalizaría
ver a Jesús Posada, el presidente
del Congreso, es decir, la tercera autoridad de país, acudiendo a Gran Hermano, sometido a la zafiedad sin
límites de Mercedes Milá, para
llevarse 300.000 euros y poder seguir el plan de retratar a los presidentes de
esa institución, y no nos abochornan los miles de investigadores de este país
pidiendo en la calle dinero para seguir trabajando? ¿Por qué nos
escandalizaría, o sería motivo de mofa pública, ver a María Dolores de Cospedal vestida de roquera tratando de someterse al
implacable veredicto de Pitingo en El número uno para grabar un disco,
venderlo, y tratar de llegar a fin de mes, y vemos con espantosa normalidad a
miles y miles de profesores de la enseñanza pública que piden una enseñanza de
calidad que sólo se consigue con dignos presupuestos? ¿Por qué sería un
hazmerreír ver a Rosa Díez en cueros
al lado de González Pons en bolas
para sacarse unas perras y pagar sus ipad de última generación si no se los
pagáramos todos y vemos con rutina, como si fuera normal, a una familia
acudiendo desesperada a los comedores sociales porque Mariano Rajoy, el que ya ve una luz al final del túnel –ya tenemos
a otro que ve luces- les ha quitado hasta los 400 euros de mierda que cobraban?
¿Por qué nos parecería una humillación que José
Antonio Griñán, el presidente andaluz, o Alberto Fabra, el de Valencia, o José Ramón Bauzá, el balear, se apuntaran a las pruebas de Supervivientes, se los llevaran a la
isla, y en taparrabos luchar por el premio en metálico para pagar sus coches,
tarjetas, teléfonos, comidas, asesores, viajes, hoteles, y nos resignamos a que
la Ley de Dependencia se vaya muriendo poquito a poco tragándonos el bulo de
que vivimos por encima de los fondos de caja como si el derroche fuera culpa
nuestra hasta hacernos olvidar que para unas cosas sí hay dinero y para otras
no?
Los buitres
¿Por qué hemos
de soportar que Diego Muñoz,
divulgador científico de Onda Regional de Murcia, que inició su programa Adelantos el 9 de enero de 2006, se despida
de su audiencia “por causas mayores”,
dijo, o sea, por un ERE que decide un tipo en su despacho, repantingado,
rodeado de flores frescas que cuida una empresa para darle empaque y dignidad
al cargo, y veríamos con asombro que ese menda y los mendas que le rodean
tuvieran que concursar –si los cogen- en Saber
y ganar? Por cierto, estos días pasados andaba el equipo de Jordi Hurtado homenajeando con
preguntas sobre vídeos de programas que hizo Constantino Romero en TVE, y en uno de sus concursos una de las
preguntas era cuántos tipos de buitre hay en España. Bueno, dijo Constantino, y
remedó Jordi con sorna abrazando la actualidad depredadora de dirigentes
políticos, banqueros, chorizos sin escrúpulos, ganapanes a nuestra costa,
enchufados, hablamos de buitres que vuelan, matizó, o sea, de zoología, no de
los otros. Estas sensaciones, seguro que demagógicas todas, simplonas, de gente
que se fija en la apariencia, están ahí, en la calle, en un enfado que se
macera a diario. ¿Por qué tenemos que ver con normalidad que casi 50.000
universitarios no puedan pagar la matrícula y nos va dejando fríos saber que
los cargos del PP se repartieron 22 millones de euros? Se acabó la broma, señor
Rajoy, con la sanidad pública, gritó Mercedes Milá en el plató. Mira, Merche,
cómo tiemblo, dice Mariano fumándose un purito mientras ve luces.
La guinda
James Soprano
La muerte
repentina en Roma de James Gandolfini
pilló a millones de admiradores a trasmano. Su personaje Tony Soprano, de la
eminente serie Los Soprano, pareció
estar hecho en exclusiva para él. Con su muerte, el mito se ha hecho más
mítico. Alabado en el mundo entero por su trabajo –muchos Emmy y un Globo de
Oro-, Gandolfini no podrá participar en Criminal
Justice, que su productora HBO preparaba. Ciao, colega.
El talento de James Gandolfini para crear a Tony Soprano es de los que marcan una época. Volver a verlo en algunas escenas da escalofrío. |
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