viernes, 7 de junio de 2013

Maldeojos. Carmen Polo



Carmen Polo

      La miniserie que hoy finaliza en La 1, firmada por Agustí Villaronga -cómo olvidar su magnética, asfixiante, bellísima y dura Tras el cristal, película que contó con Marisa Paredes, la única posible para su personaje- dedicada a la visita de Eva Perón a España en los años oscuros de la penuria y la hambruna, ha servido para algunas cosas. Llega cargada de premios, todos merecidos. Carta a Eva es una ensoñación que parte de una realidad histórica, y viéndola aún se le remueve a uno la tripa porque, aunque ficción, los hechos, en la intimidad de El Pardo, donde vivía aquel tenorito de un solo huevo, descorren una cortina de ignominia, frío, y crueldad entre misa y misa. Seguía el muy cabrón desayunando al tiempo que firmaba con abulia y desinterés condenas a muerte. Pero la serie nos deja otros hallazgos, como el trabajo de las dos protagonistas. 

      Viendo a Julieta Cardinali en su papel de Eva, uno tiene ante sí a una actriz de las que hacen de la vulgaridad de su personaje una cumbre del refinamiento artístico. Teatral y ampulosa, ordinaria y lista, bruta y con sentido de estado, uno no sabe si amar o escupir a esa dama que se mofaba de la otra, de la gorda. La Gorda es la cristiana, pazguata, despiadada, feroz, insufrible e inhumana Carmen Polo, la de los collares. La recreación que hace de ella Ana Torrent es milagrosa. Estira un poco más el cuello, aprieta un poco más los labios, bisbisea en el confesionario, y dirige Essspaña ordenándole a su capullo más fechorías, y se carga uno el plasma del salón. Hija puta. Lleva su personaje hasta el límite, antes de la parodia. Seguro que conocen el final, que sí es historia, pero da igual. El talento que derrocha esta serie lo convierte todo en nuevo, hasta el asco. 

Julieta Cardinali como Eva Perón en Carta a Eva, de Agustín Villaronga, maestro de mundos y atmósferas, de paisajes interiores, y de perversiones del espíritu.





Impresionante el trabajo de Ana Torrent como Carmen Polo, bruja y fría, mala, un retrato despiadado y cómico del poder que durante tanto tiempo humilló a este país. Estábamos en manos de unos desalmados de misa diaria.
 Aquí os dejo el enlace del primer capítulo -son dos- por si alguien quiere ver esta maravilla.
Y el enlace, y desenlace, con el segundo.

1 comentario:

  1. Brillante el papel de Ana Torrent, como Carmen Polo. No debió ser para ella encarnar a la mujer más mala del país, peor que Franco mil veces, al que manipulaba a su antojo. En la escena de la joyería, brillante interpretación también la de Pepa Charro, como la marquesa de Huétor. Así fue en realidad, la collares y la marquesa iban a las joyerías y se lo llevaban todo. Valientes putas, que bien están a dos metros bajo tierra igual que Paquito y que de allí no salgan nunca.

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