Arranca
en verde
(Artículo publicado el domingo, 3 de marzo, en diarios del grupo Prensa Ibérica)
Ni idea,
¿verdad? Se sitúa menos que el mesías con su caballo apatrullando la España en
descomposición permanente en una reunión de mujeres con las ideas claras. Si
hablo de Arranca en verde se sitúa
menos que una preñada, que según el pollo Pablo
Casado no tiene ni idea de lo que lleva dentro cuando el médico le dice,
señora, cuídese, está usted preñada, no sé si me entiende. Pues bien. Allá
vamos. Arranca en verde no es un
programa cualquiera, ni siquiera es el programa de un partido ecologista, Arranca en verde es un programa de
televisión que emite La 1 los domingos por la mañana casi al mismo tiempo que
La 2 se pone la casulla y el cura, a ser posible asilvestrado, un pelín
anticonstitucional, un pavo con ropajes dorados y boca tronante y envenenada,
hace el publirreportaje de su negocio en El
día del Señor, que el señor los perdone por hacer del domingo un aquelarre
de poder y ambición en nombre del dios de los católicos, judíos y musulmanes a
los que la tele pública les cede un espacio que no tienen ateos, agnósticos ni
el tío de la cabra. Arranca en verde,
aunque no lo parezca, en un concurso, así, como lo lee. Igual que Informativos Telecinco es un telediario presentado,
entre otros, por el señor Pedro Piqueras,
periodista, aunque no lo parezca, aunque parezca más bien un hombre espectáculo
que presenta un magacín de sucesos y curiosidades –ahora está malito, con
laringitis, haciendo de Piqueras Roberto
Fernández-. Aunque no se lo crea, Arranca
en verde lleva en las mañanas dominicales de La 1 tres temporadas, la
primera y la segunda presentadas por Sara
Escudero. ¿Quién, se preguntará usted? Sí, Sara Escudero, que formaba
tándem ideal en Zapeando con sus
colegas Anna Simón, Quique Peinado, o Cristina Pedroche, y que cada tarde, con su buen hacer, deleitaba a
la audiencia, pero pareció esfumarse de la pantalla al abandonar el formato de
La Sexta, caros errores sin apenas vuelta atrás.
Cotino
y 13tv
En su lugar,
esta temporada de Arranca en verde la
presenta Leonor Lavado, actriz,
humorista e imitadora de personajes cuanto más cutres mejor, porque mejor los
borda –véase por las mañanas en Arusitys,
lo de Alfonso Arús en el despertador
de La Sexta-. Leonor Lavado, con su
desparpajo natural, conduce el coche del programa que recorre las calles de la
ciudad que visita con un concursante que responde a sus preguntas sobre
seguridad vial y normas de circulación al tiempo que se fomenta la conducción
cívica y el respeto al medioambiente. El domingo pasado Arranca en verde visitó Zamora. Sí, le puedo asegurar que existe.
Es más, yo la visité de jovencito. Sin embargo hay quien no arranca ni en verde
ni en rojo ni en negro sino con una rápida pasada por la jeta mientras se
persigna en nombre del alto mandatario delos cielos, que siempre, siempre, está
de su lado, y para que siga estándolo, nada mejor que echar leña al fuego en
forma de espuerta generosa llenita de dinero. Hasta dos millones de euros
invirtió en 13tv, la cadena de los pobres obispos, Juan Cotino, hombre de fe, de mucha fe y más cinismo e hipocresía, el
valenciano de sonrisa beatífica, ex jefe de la policía con Aznar -¿le queda a este pelanas alguien que lo rozara y que no esté
pillado, imputado, manchado?- y ex
presidente de las Cortes Valencianas. Según la OCU, y en torno al dédalo de la
Operación Erial, el dinero metido en la tele de extrema derecha era más negro
que el alma de este sepulcro blanqueado con sonrisita de muñecona lela. Y como
ahora Todo es mentira arranca cada
tarde en Cuatro con un Risto Mejide
metido a Ferreras a ver si pita el
nuevo intento, lo mismo confirma que va a ser padre que cuenta que los
documentos originales de la caja B del PP acorralan, y quizá congelan, la
sonrisa de rana de Esperanza Aguirre
y la de hielo picado de Cristina Cifuentes,
a la que la fiscalía pide tres años de cárcel por el caso de su falso máster,
palabra horrible y endiablada de la que huye Pablo Casado en cuanto le preguntan los reporteros. Es escuchar
máster, y el aprendiz de reconquistador sale cortando por la pantalla dejando
una estela que de verde y ecológica no tiene nada.
Adiós
a dos
Por su parte, el
desinformado Ramón Moreno, el hooligan
del PP en la comisión mixta para el control de RTVE, vuelve a hacer el ridículo.
TVE manipula y se rinde a Pedro Sánchez,
dijo cuando en la tele y radio públicas entrevistaron al presidente sin saber
o, lo que es peor, a pesar de saber que el lunes, y también la misma “tele que
manipula”, y el mismo entrevistador, Carlos
Franganillo, presentador del Telediario
de la noche, entrevistaba a Casado, quien llamó a los maltratadores “esas
personas que no se portan bien”. Tócate la flor, Maripuri. Cada vez que sonríe
el líder del PP se resquebraja un poquito la capa de ozono, un gatito muere, un
hormonado de Mujeres y hombres se
salta un semáforo, un concursante de Arranca
en verde falla la pregunta sobre seguridad vial y Leonor Lavado no le da
los 500 euros del premio. No es extraño
que ante personaje tan inmoderado y rancio y alejado de su forma de pensar, Celia Villalobos haya dicho hasta aquí
y se haya bajado del coche con chófer gratis –vamos, Manolo, coño, que no eres
más tonto porque no te entrenas- y ahora, fuera de la política, la política
malagueña pueda jugar al Candy Crush sin abrir el sumario de El intermedio. Pero no, hay criaturas
que nacieron para estar siempre ahí. Hemos perdido a una política que lleva en
la cosa pública media vida, pero la tele ha ganado a una tertuliana, a una
humorista, a una mari bocazas, pizpireta, pelín ordinaria que tiene asiento
reservado en Espejo público con Susana Griso y quisiera tenerlo en Liarla Pardo, lo de Cristina Pardo en La Sexta, tal como se postuló ella misma en el
último programa. ¿Será el último programa el que se emitió hace dos semanas de Samanta Villar en Cuatro? La cadena
retiró la pamema La vida con Samanta
por baja audiencia. Y de repente el cielo se hizo más respirable, como si Arranca en verde fuera el programa de
cabecera de millones de conductores.
La guinda
Mamen
y el periodismo
Este miércoles
pasó por El hormiguero Mamen
Mendizábal, y sí, además de divertirse, como hacen los invitados del programa
de Pablo Motos, habló de lo que no debería de tratarse porque tendría que estar
claro. Malos tiempos para el periodismo, podríamos resumir, porque hay
políticos y medios, dijo, que hacen de la mentira, el bulo, y la media verdad
una verdad repetida. La guerra en televisión es aún más encarnizada.
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