Ritmo urbano
(Artículo publicado el jueves, 29 de noviembre, en diarios del grupo EPI PRESS)
Me acerco a Ritmo urbano con la certeza de que no es
un programa para mí, para la gente de mi generación, y a pesar de eso tengo la
convicción de que ha de existir, y de que La 2 no es sólo su lugar ideal sino
que es su obligación emitirlo. Lo primeo que piensas cuando empieza el programa
es que la juventud que hace Ritmo urbano y
la juventud a la que se dirige Ritmo
urbano están en otra galaxia, que no es la tuya. Pero si te quedas un
ratito y desbrozas la palabrería importada del inglés, esa puta tendencia a no
confiar en nuestra lengua, esa manía de catetos de echar mano de otras
expresiones como si no tuviéramos herramientas en la nuestra para nombrar lo
mismo, y no te dejas avasallar por términos como grafiti, “breaking”,
“beatbook”, “freestyle”, “showcase”, “bboyiong”, “skate”, “roller”, “parkour”,
si haces eso, si te quedas con la esencia de lo que hace la gente de Ritmo urbano, te das cuenta de que no son
tan marcianos.
Presentado por
el cantante y rapero alicantino, los troveros de toda la vida, nacido como Guillermo Rodríguez, y evolucionado a Arkano, -¿dónde va un gallito en una
pelea de ídem llamándose Guillermo?-, y dirigido por Francisco Reyes, el programa hace un repaso semanal los miércoles a
las 9 de la noche por eso, por la cultura urbana, y abarca el baile, la música,
la fotografía, su literatura, sus ídolos, o las tendencias en todo tipo de
creaciones artísticas relacionadas con esta pequeña gran selva. Ritmo urbano comenzó su andadura en 2012
presentado por El Chojín, otro rapero, que cedió el plató al de Alicante, al que
se le nota esa espontaneidad del que sabe improvisar ante el público. Vea Ritmo urbano con los adolescentes de
casa. Le ayudará a conocerlos.
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