Cuatro, irrelevante
(Artículo publicado el jueves, 15 de noviembre, en diarios del grupo EPI PRESS)
De verdad,
¿alguien ve Cuatro? La semana pasada la cadena de Mediaset cumplía trece años
de vida, y nada, no hubo celebración porque supongo que en la empresa del señor
Paolo Vasile no tenían nada que
celebrar. La audiencia tampoco. Cuatro ha ido poco a poco marchitándose,
arrugándose y quedando ahí, en un rincón del mando, cada vez más residual,
irrelevante para los espectadores. ¿Sabía usted que se ha emitido durante
algunas semanas, y que finalizó hace dos, una cosa llamada Bienvenidos al hotel –que trataba de saber quién era el mejor
anfitrión del negocio?-. No es el único que no tiene ni idea. La competidora
natural, por volumen, por edad, por ser otra hermana menor de un gigante como
Atresmedia, es La Sexta, pero La Sexta se come con patatas no sólo a Cuatro
sino que saca el cuello y a veces mira de tú a tú incluso a Telecinco.
Hay en La Sexta
una línea clara, algo que Cuatro intenta tener, y no, no consigue, o no es tan
atractiva como para que la gente se enamore de su oferta. Cuatro es hoy algo
que huele a mustio, desganado. Sin apenas directos –quitando los informativos,
que poco a poco son meras citas con una cascada de titulares- Cuatro sigue su
deriva hacia la nada con una parrilla sin apenas atractivo. Ni siquiera, como
pasaba hace un tiempo, llama la atención su desternillante apuesta por la
extravagancia y el mundo friqui. Insistiendo en la chuminada más asombrosa,
Cuatro estrenó el lunes Cuatro Weddings,
no Cuatro bodas, no, sino Cuatro Weddings –catetos- que no vio ni
el que se casaba. En fin, que se va por el desagüe la cadena que el mes de
octubre cerró con apenas el 5% de audiencia. Ni la llegada de Toñi Moreno a lo de los tarugos de MHYV
se ha notado.
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