lunes, 22 de octubre de 2018

Maldeojos. Bolsonaro


Bolsonaro
(Artículo publicado el sábado, 20 de octubre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     El día 28 se celebra la segunda vuelta de las elecciones en Brasil para decidir quién se lleva la presidencia del Gobierno, si el candidato de la izquierda, para entendernos, Fernando Haddad, o el de extrema derecha, Jair Bolsonaro. La ventaja, y mucha, la lleva en los sondeos este patán, este boca chancla peligroso, que añora la dictadura de los militares que gobernaron desde 1964 a 1985, un machista, racista, ultranacionalista y homófobo declarado. Y aquí me paro un poco para escribir un relatito corto donde el protagonista es este sujeto, en sintonía con esos aires oscuros que agitan al mundo y le dan alas auténticos canallas como Donald Trump, el ministro italiano Matteo Salvini, el austriaco Sebastian Kurz o el polaco Andrzej Duda, espingardas llenas de mugre y fuego arrasador en sus corazones de hielo y terror.
     Volvamos a Brasil. A la campaña de Bolsonaro –prefiero un hijo muerto a un hijo gay, dijo en una tertulia-. El otro día vimos en la tele a este tipo con quijada de tiburón y mirada de reptil junto a un mariquita muy ostentoso, muy amanerado, de mucha pluma y mucho huy, huy. ¿Quién los puso ahí, quién tuvo la idea de juntarlos en esa imagen atroz? El candidato parecía sonreír con las exageradas alabanzas del maquillador gay Lili Ferraz, que se derretía diciendo que Bolsonaro respeta los gustos sexuales de cada cual mientras el lobo, tieso, envarado, aguantaba el chaparón con evidente mala hostia fingiendo que era cierto, aunque no pudo evitar mostrar su incomodidad cuando Lili le echó el brazo por encima. Quita de ahí, coño, maricón, parecía decir el político. Yo creo que cuando la cámara se apagó, Bolsonaro dijo “ya sabéis qué hacer con esta escoria”.  

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