jueves, 25 de agosto de 2016

Maldeojos. Timoneles



Timoneles
(Artículo publicado el sábado, 13 de agosto, en diarios de EPI PRESS)

     Igual que Telecinco flaquea en audiencia sin el “reality” de turno, a pesar de que las cacas que quedan se lo toman muy en serio y abanderan la maquinaria de la empresa esforzándose en rellenar sus contenidos suplentes con el mejor detrito, La Sexta está notando el bajón de audiencia sin sus mascarones de proa. A La Sexta le quitan la buena televisión que cada domingo hace Jordi Évole, con sus crónicas imprescindibles de este tiempo, y de repente se tambalea. A La Sexta le quitas la gotita que añade Ana Pastor con El Objetivo, que sin ser imprescindible aporta calorías al menú, y notas cómo parte del edificio se resquebraja. Pero, sobre todo, a La Sexta le quitas El intermedio, julio y agosto se llevan por delante a El Gran Wyoming y a su equipo, y el chiringuito entra en coma. Estos meses son terribles para la cadena, para la audiencia.

      Si te acostumbras a que te analicen el día a día desde ese prisma corrosivo y lúdico, si te acercas a El intermedio buscando el lado más canalla y, al final, más real de la política, y no lo tienes en la oferta, La Sexta no te vale a esa hora. Y te vas a otra pantalla o te vas de la tele. Así de radical es la relación con ese programa. La competencia, Cuatro, que no sabía qué hacer con esa hora, que lo ha probado todo, que ha estrenado espacios que ha clausurado a las pocas semanas, ha visto el cielo abierto, ha vuelto a creer en dios siendo Carlos Sobera su profeta con una biblia visual que se puede ver sin esputar demasiado. Hablo de First dates. Estas primeras citas le están dando muchas alegrías a la cadena pequeña de Mediaset. Hay días que hace un 12% de audiencia, es decir, lo que hacía El intermedio un día normal. Que vuelvan los timoneles, que La Sexta zozobra.

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