miércoles, 7 de agosto de 2019

Maldeojos. Sin ellas


Sin ellas
(Artículo publicado el sábado, 3 de agosto, en diarios del grupo Prensa Ibérica)

     Bernuy de Porreros –no sean mal, o bien pensados- es un pueblecito de la provincia de Segovia que ni dios sabía de su existencia, salvo sus habitantes y allegados. Pero llega TVE y lo pone en el mapa vivito y coleando gracias a 7 días sin ellas, otro experimento sociológico nivel televisión. La cosa consiste en dejar al pueblo, o mejor, a las familias, o mejor a los hombres de algunas familias, y durante una semana, sin ellas, es decir, sin sus mujeres –que se van de vacaciones-, para que los hombres sepan de verdad lo que es llevar una casa, se den cuenta de lo mucho que hay que hacer y, sobre todo, lo poco que se valora el trabajo callado, rutinario, sin aspavientos, “del ama de casa” en la intimidad del hogar. Es el planteamiento. Se apuntaron al experimento cuarenta mujeres, que dejaron atrás no sólo el móvil sino preocupaciones y obligaciones.

     Aunque la igualdad es un concepto del que muchos hombres presumen, como en toda España, la realidad es que son las mujeres, en general, las que cargan con más horas de trabajo y responsabilidad que nadie, dice la voz de la narradora, que ha ido presentando a las familias participantes con sus peculiaridades. Hablando de igualdad, uno de los hombres se descojona cuando habla de lo que él hace en casa, creyendo de verdad que limpia los baños como lo hace su mujer. Es un retrato que ejemplifica que una cosa es la realidad y otra la que tú crees que es. Claro que también se ven píldoras tan conocidas como la de la madre controladora, la madre fiscal, la que prefiere hacer las cosas a su manera antes de que el hijo o el marido las hagan mal, según su criterio, o sea, el machismo de las mujeres. 7 días sin ellas es un envoltorio bonito, pero ahí se queda.


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