miércoles, 21 de agosto de 2019

Maldeojos. A los 80


A los 80
(Artículo publicado el domingo, 11 de agosto, en diarios del grupo Prensa Ibérica)

     Nada está perdido, todo está por llegar. Incluso a los 80 años. Es lo que trata, entre risa y risa, de demostrar Por el mundo a los 80, nombre descriptivo de programa donde los haya que emite Antena 3 los jueves por la noche. La cosa va de lo siguiente. Un grupo de octogenarios quieren si no recuperar el tiempo perdido, falacia que sólo es un bello pero trágico imposible, sí al menos echar una canica al aire, un soltarse la melena, un darse el gustillo que quizá hasta ahora no pudieron darse, y para eso nada menor que irse de viaje para descubrir mundo. O sea, estamos ante un formato que mezcla varios formatos, el de la convivencia con mayores y el de viajes. No van solos. Va el tío de las campanillas, el guasón titulado Arturo Valls, cara de la cadena que encaja muy bien con el espíritu del programa, que huye del drama, aunque a veces salten chispas en los ojitos de los participantes porque a veces, aunque todo es un ji ji ja ja, “la procesión va por dentro”, y se echa de menos a quienes les faltan en su vida.
     Está claro que en sus visitas a países lejanos  -la pasada semana fue a Japón, a Tokio en concreto, donde una de las señoras emulaba la forma de hablar de las chicas japonesas que le sirvieron el desayuno haciendo el sonido chi, chi, chi, ay, parecen ratillas cuando hablan, decía- hay que resaltar la sorpresa, el choque cultural, la comedia de la situación y la frescura de los comentarios sin filtros de los viajeros. Si viajan a Japón  se destacará el perfil gigantesco de Tokio, su envolvente tecnología conviviendo con sus milenarias tradiciones, y si lo hacen a Méjico habrá guacamole y mariachis. Por el mundo a los 80 es lo que es, un formato agradable que no superará la barrera del verano.




No hay comentarios:

Publicar un comentario