martes, 15 de septiembre de 2015

Maldeojos. Insufribles



Insufribles
(Artículo publicado el sábado, 12 de setiembre, en periódicos de EPI PRESS)

      Digo como dice Matías Prats anunciando seguros tan afectado y tieso, permíteme que insista. Pues eso, permítanme que insista en la capa exterior de La Voz Kids. Me quedo con la envoltura porque si ésta me encocora, el meollo me espanta y provoca palabras y pensamientos poco nobles. El estreno del programa hizo un escandaloso 28%, es decir, más de 4 millones de personas viendo la llamativa barraca que exhibe a críos con el apoyo tóxico de sus papás. Dejo a un lado a los críos, y sobre todo a los papás, porque de ellos no es el reino de los buenos. Me quedo con los llamados –cuánto cateto suelto- coaches. Resumo sus caras teatrales y sus intervenciones sin fuste aprovechando la actuación del gitanillo saleroso que cantó con la mano en el bolsillo, más chulo que un ocho. 

      Te llamas Antonio, eres gitano, eres que no se te puede aguantar –literal, ella es así-, que yo te voy a hacer cantar a ti con ese arte que tienes que nos vas a hacer llorar a todos, con ese cuerpo tuyo y esa cara tuya, así que vente conmigo, Antonio, gritaba Rosariyo con sus piños recién encalados, su cortedad, y su hatillo de tópicos verbales con los que sale al paso, la pobre. Antonio, gorrión, tú tienes que volar conmigo, que me ha encantado el punto de cantar con la manita en el bolsillo, mira, nos has emocionado, y merece la pena venir a este programa por escuchar a gente como tú, decía Manuel Carrasco, el más creíble y natural. Totalmente, soltaba desde la esquina el enervante David Bisbal. ¿Totalmente? ¿Totalmente qué, tarugo? Mira, Antoñico, yo te voy a decir una cosa, empezó el hueco simplón. ¿Antoñico? Suficiente. Vamos, yo cojo al niño y me largo. 

Vaya par. A cuál más simple y falso. Lo del cantante de las piruetas supera todo lo imaginable. Esas caras en trance y esa verborrea de paja ponen al programa en su sitio, pero a la gente, y sobre todo a los padres, no le importa. Pues que lo disfruten. Pobres críos.

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