Hormiguitas
(Artículo publicado el martes, 1 de setiembre, en periódicos de EPI PRESS)
Pero bueno, ¿qué
ha pasado? ¿Cómo hace El hormiguero
una promoción de su nueva temporada donde no está Will Smith, tan de las hormiguitas como Pablo Motos? El programa estrella, que tan buenos resultados le da
a Antena 3 –el lince Paolo Vasile
seguirá tirándose pellizcos y cagándose en los guionistas de Gym Tony, porque esa mamarrachada es la
que compite a la misma hora en Cuatro con Trancas y Barrancas, dejadas escapar
por unos ceros en el cheque-, empezó anoche su nueva temporada, y para
promocionarla han grabado un vídeo cargado de estrellas amigas. Desde Dani Rovira a Antonio Banderas o José
Coronado, pero también políticos como Albert
Rivera o Pedro Sánchez. Y Nicole Kidman, y Ricardo Darín y Ricky Martin.
Y Susana Griso, y Jordi Évole. Hasta Isabel Preysler.
¿Quién da más
por menos? El hormiguero no paga a
sus invitados por muy estrellas que sean, y eso que Preysler no sale de su casa
con el polvo de la eterna juventud echado si no le ponen en la mano algo más
que una bandeja de bombones, por muy dorados que estén. Pero ella es lista, y
huele lo que da prestigio y lo que quita. Ir al hormiguero “a divertirse” da
prestigio. Que te nombren siquiera en Sálvame
–a mí me nombraron cuando la muerte de Aquí
hay tomate y aquí me tienen- te lo quita. Isabel Preysler lo sabe, y por
eso ignora y se le pone el bótox de punta en cuanto huele el pestazo de los de
Telecinco, pero adora y se presta al juego de las grandes estrellas de El hormiguero. Es un gran formato, un
gran espectáculo, pura televisión. Eso sí, soy incapaz de verlo entero, pero el
problema es mío. Me divierto en otros hormigueros.
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