Verónica Sánchez
(Artículo publicado el jueves, 21 de mayo, en diarios de EPI PRESS)
No la conocía
bien, ni siquiera me constaba que esta mujer existía más allá de ubicarla de
refilón en una serie que ni seguía ni dejaba de seguir ni lo contrario. Los Serrano era una institución, y sus
personajes, de la familia, aunque no de la mía. Jamás reconocí mi familia en
esos guiones, en sus tramas, en aquellos desternillantes desayunos, en ese ir y
venir a una mesa repleta de marcas para consumir. Por allí, entre grandes y
pequeños, andaba Eva, la hija mayor de Lucía -Belén Rueda-. No me llamó la atención su forma de actuar, ni la del
resto del elenco. O no recuerdo que lo hiciera ninguno. Pero cuando ahora veo a
Antonio Resines, el papá Serrano, en
subproductos como Aquí Paz y después
Gloria, compruebo que sigue levantando
el dedo al hablar, que no salió de Los
Serrano.
El caso de Verónica Sánchez es distinto. Ha hecho
más cosas, aunque su personaje en Los
Serrano está ahí. Pero es pasado. Ahora la vemos en Sin identidad, en Antena 3. Y me embelesa. Es verdad que una de
Jaén no habla así, pero tampoco hay que ponerse tan tiquismiquis. Verónica
Sánchez es la hermana de María, Megan
Montaner, y creo que es de los personajes que más está creciendo, que más
perfiles muestra, que más ha cambiado. Su ordinariez, su frescura, sus gestos,
su nuevo estatus social no sólo no le han borrado la conciencia de su origen
humilde, trampero, lumpen y canalla sino que echa mano de él para dejar claro
que está dispuesta a todo, pero a la vez, en su mirada y su forma de decir las
cosas se advierte algo parecido a la piedad y el sentimiento. Tanto matiz sólo
puede conseguirlo una gran actriz. Verónica Sánchez ya no es una Serrano.
Verónica Sánchez, izquierda, y Megan Montaner, derecha. Ambas hacen un buen trabajo en Sin idendidad. |
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