Las madres
(Artículo publicado el sábado, 2 de mayo, en diarios de EPI PRESS)
El último negro
muerto en EEUU, por la acción de la policía, es Fredy Gray, y ocurrió en Baltimore, ciudad independiente del estado
de Maryland. Para protestar por la muerte del joven salió una muchedumbre a la
calle, harta de otro nuevo exceso policial, que no tiene freno cuando se trata
de personas negras, tal como hemos visto por grabaciones no controladas por la
policía –grabaciones que aquí el mariano y pío José Fernández
quiere prohibir-. El lunes, mientras se producían los enfrentamientos entre los
manifestantes y la policía de la ciudad, una mamá veía la tele, pero entre el
gentío vio a su hijo, un pollo adolescente que, con la cabeza tapada por una
capucha, lanzaba piedras. No se lo pensó. Se levantó del sofá, se fue a la
calle, buscó a su gallito peleón, y a guantazos, diciéndole que se quitara “esa
maldita capucha” se lo llevó a casa.
El vídeo que
está dando la vuelta al mundo no deja duda. Es una madre de las de antes. Vemos
al polluelo agachar la cabeza, soportar con resignado estoicismo, y dejarse
llevar por los empujones de mamá como un dócil corderillo, como tantas veces
hemos hecho más de uno, dejando por el suelo nuestro orgullo ante la mirada
entre atónita y de alivio de nuestros amigos. Uno se emociona al ver las
imágenes porque se reconoce en esos valores. Las madres no se andan con
tonterías. Y los hijos obedecen. Punto. Seguro que a ese adolescente –ahora no
es momento de otras consideraciones ni matices- jamás lo veremos en programas
como Hermano mayor, a donde acuden
las familias pidiendo auxilio por haber confundido amor con darle al hijo todo
lo que desea, criando poco a poco a un gilipollas que sólo obedece su santo
deseo. Viva esa madre. Y eso chico.
Aquí está el enlace por si no lo habéis visto
No hay comentarios:
Publicar un comentario