jueves, 9 de abril de 2015

Maldeojos. Potemos



Potemos
(Artículo publicado el jueves, 2 de abril, en diarios de EPI PRESS)

      Cuando en la tele se ponen cursis no hay plasma que sujete las babas. Cuando Malú se pone poética no hay pastilla que retenga la pota. No veo La voz por principios, igual que no veo ninguna edición de Gran Hermano por dignidad, así que no retengo el nombre de ningún concursante de ningún concurso. Dicen que La voz descubre talentos en bruto cuyas cualidades artísticas son pura dinamita. Recuerdo que La voz es de Telecinco. Y a Telecinco le importa la música y su circunstancia una mierda. Apostó por este formato, hizo sus arreglillos seleccionando trigo y paja al mismo tiempo, y sonó la flauta. Lo mejor de esta edición es que ya no está el farsante David Bisbal, mari gestos exagerado y huero.

      Tampoco está Rosarillo, por dios, qué hartura de tanto arte que no se puede aguantar y chorradas por el estilo en una panoplia de frases repetidas, también hueras y ridículas. En lugar de ambos, Alejandro Sanz -¿tan mal le van las cosas?- y Laura Pausini, creo que la más sensata del jurado porque a Antonio Orozco también se le va la pinza. La otra noche uno de los aspirantes fue Damián, el padre Damián, el cura al que la cadena ¿obligó, aconsejó, sugirió, impuso? ponerse el alzacuellos para dar espectáculo, que un cura “hipster” es la bomba, tiene más morbo y todos salimos ganando. Dicho y hecho. El cura cantó con el culo. Pero el jurado, al saber que era misionero, entró en trance. Orozco le pidió confesión. Pausini aseveró que si estaba allí era para profesar la palabra de Dios. Y Malú, la mística, dijo que era muy valiente por cantar al amor universal. ¿Ven? Telecinco lleva la música en su cuenta corriente. Y yo, con la pota fuera. 

¿Tan mal está la cosa que Alejandro Sanz ha dicho sí para ser jurado de La Voz? Metido en ese molinillo, sus aspas son implacables. Ya anda diciendo paridas para acaoger o descartar a sus pupilos.

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