miércoles, 10 de julio de 2013

Maldeojos. Estreno y despedida



Estreno y despedida

      Seguro que ustedes, al enterarse de que Telecinco estrenó el domingo lo que estrenó, ni siquiera lo vieron –tampoco los fieles de Telecinco-. La cadena, en su afán por descubrir nuevas zonas de creación y de clausurar otras por superadas y muertas, puso en antena unas escenas de matrimonio. Otras. ¿Saben cómo se llaman ahora? Esposados. Podría ser peor. Podrían haberlo llamado Esposa 2 o, aún peor, Esposa 2.0. A lo que no se ha resistido el agotado Paolo Vasile es a contar con Santiago Segura. Esa tentación se ve que es la pera. Con este señor, como saben, cuentan para todo. Aquí también. Hay que advertir que Esposados, como Segura, pretende que nos retorzamos a carcajada limpia. La marranada se estrenó después de recuperar momentos estelares de José Mota, pero las únicas risas que se oían en la pantalla eran de lata. Un fiasco. 

      La columna podría acabar aquí diciendo que semejante truño no merece más comentario y que, en todo caso, lo que sentí viendo a esas parejas metidas en la cama gritando unos guiones sucios, de gente tarada, fue la sangre hirviendo de mala leche, como la que se me puso viendo el Telediario del domingo en La 1, al que se le “olvidó” decir que Bárcenas, el puto amo, le confirmó a Pedro José Ramírez que el PP se financió de forma ilegal. Lógico. Los encierros de San Fermín, y la ola de calor que se empeña en visitarnos en verano, raro, raro, no dejan tiempo para nada. De Esposados, me he olvidado ya. Del Telediario, cada día más. De quedarme con algunas escenas de matrimonios serían las de Ana Pastor y Ferreras, director de La Sexta. El domingo cerró El objetivo. ¿Qué le dirá uno a la otra? ¿Se cumplió el objetivo? Ahí si hay morbo. 

Ejemplo de televisión cutre, trasnochada. Uno ve este mamarracho y cree haber retrocedido en el tiempo un puñado de años, pero no, se estrenó el domingo pasado. Da igual quienes sean los actores. El hedor a carne muerta, a basura y vomitera están garantizados.


Cuesta encontrar una imagen de Ana Pastor y Antonio García Ferreras, director de La Sexta, juntos. Así que sí, las únicas escenas de matrimonio interesantes serían las de esta pareja. ¿Estará el director contento con el resultado del programa de la periodista? Esos diálogos sí me gustaría escucharlos.

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