miércoles, 17 de julio de 2013

Maldeojos. Campamentos



Campamentos

      Creo que de pequeño sólo una vez fui de campamento en verano. Era un crío, y apenas recuerdo nada, o recuerdo sólo lo que veo en algunas fotos de la época. Me veo junto a otros adolescentes con el pantalón corto y un pañuelo anudado al cuello del uniforme de una organización que, seguro, estaba ligada al régimen del tito. En una de ellas hasta me veo aferrado a una guitarra. Pero seguro que era una pose en exclusiva para el instante, porque lo del guitarreo nunca fue un don. En aquellos tiempos existía la tele, pero como si no existiera. En aquellos tiempos nadie podía imaginar que la televisión llegaría a ser en color, y que alguna cadena pudiera organizar campamentos de verano. Hoy sí, hoy sabemos que la tele puede organizar cualquier cosa. También campamentos de verano. Telecinco estrena esta noche eso, su Campamento de verano. 

      El director del campamento es Joaquín Prat, y los colegiales que se han apuntado son lo mejorcito de Mediaset, es decir, lo peor de sus cuadras. Dicen que será más duro que Supervivientes y más polémico que Acorralados. O sea, más asqueroso y repulsivo que ambos programas juntos. Si se confirma la presencia de Víctor Sandoval, mequetrefe que vive de sus miserias, el nivel de acampados está claro. Se encerrarán en la Sierra de Gredos, pero podrían hacerlo en un establo de cualquier ganadería sin ventilación para comprobar desde casa cuál es el límite del estiércol luchando contra otro detritus. Dudo a estas alturas de lo que hasta hace nada he sostenido de Telecinco, de sus jefazos, o sea, que cadena y directivos conocen tan bien a su audiencia que sólo le da lo que merece, lo que le gusta. Ahora no lo tengo tan claro. Por mi parte, este campamento ni existe. 

La presencia de Lucía Etxebarría, escritora, fue la auténtica bomba que se guardó la productora para dejar a parte de los que vimos el momento preciso de su llegada con la boca sellada y el corazón parado. Ella explicó que se ha metido en un programa basura -con estos términos lo dijo antes de entrar- sólo por dinero, porque tiene problemas con Hacienda. Su madre le ha pedido que no enseñe las tetas y no se líe con nadie. Lucía también ha dicho que en una semana de programa gana más dinero que lo que cobra por los derechos de cualquiera de sus libros. La mayoría de sus colegas de tortura, un puñado de zafios muy populares en el submundo de Telecinco, conocían más a Carmen Bazán, la mamá de los mata toros de Ambiciones, que entró con ella, que a la Premio Planeta. Las dos ya están nominadas. Carmen por pavisosa, Lucía por... ¿una escritora aquí, esshto que ehhh? Uno, en casa, con ínfulas de escritor, trató de entender, pero cuanto más lo hacía, más me deprimía. O no. Hay futuro. 



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