Polvo
y ron, polvorrón
(Artículo publicado el domingo, 9 de diciembre, en diarios del grupo EPI PRESS)
Hay que
reconocer que el mal gusto elevado a la quintaesencia, firmado por la inefable Leticia Sabater, puede alcanzar cotas
de zafiedad y bochorno que de tan zarrapastroso dé la vuelta al calcetín y se
convierta en una cosa marciana, sí, pero peligrosa por su perversa capacidad de
adicción. Que la navidad está ahí con sus trineos, su papá Noel, sus pinitos,
sus bolas brillantes, su nieve de mentira, sus luces callejeras, que la navidad
lleva semanas asomada al salón de casa con anuncios de moco y lágrima, con
reclamos para que aflojemos la guita y gastemos por encima de nuestras
posibilidades es probado, pero hasta ahora no habíamos tenido la sensación de
estar metidos hasta el ombligo en el barro espeso del mazapán barato hasta que
la artista del submundo cerdo ha sacado su vídeo de temporada. La señora de
jamones ajados venía subiendo a la Red un vídeo veraniego con la salchicha y
las papas, o con los policías de dura entrepierna soñando alcanzar con sus demenciales
músicas la parte final de las borracheras colectivas como cierre de discotecas,
pero este año ha tenido a bien poner su desatada creatividad al servicio de “estas
fiestas tan entrañables” con un villancico para enmarcar. Atención, es alucinógeno.
Doña Leti acudió a Sálvame de luxe
para contar la nueva al mundo. Nací medio muerta, con las rodillas torcidas,
los ojos bizcos, y el estómago pequeño, dijo la estrella del porno choni
musical en lo de Jorge Javier, una
Leti abotagada, de papada inmensa, con la peluca mal puesta, descuidada,
terrible, la antítesis del deseo.
Edu
y Carmen
La estrella del
mamarracho visitó el plató vestida de mamá Noel. Está empeñada en alegrarnos la
navidad contándonos las tragedias de su vida. Enseguida, uniendo un asco con
otro, contó una tal Makoke, de las
pocilgas de Gran Hermano VIP y pareja
o ex de Kiko Matamoros, y ante el
infalible polígrafo de Conchita, que
sí, que tuvo lío con el actor Brad Pitt
en Valladolid, y que no le gustó, y que para cenar él pidió una vulgar
hamburguesa, que eso le encendió todas las alarmas, que no hubo química, y que
sí, que fue muy detallista, que en la “room” había fresas y champán, y que se
metió el dedo en la boca para sacarse un trozo de carne, qué asco, es decir,
que no, que allí tampoco se creó un ambiente muy especial para acabar la noche cantando
villancicos entre polvos y ron, ropopompón.
¿Falta alguien en este aquelarre? Pues sí, Carmen Lomana, que entre bótox y VOX se llena la boca de porquerías
y arremete contra todo lo nacido a esta parte de la izquierda volviendo al
mantra de que el presidente Pedro
Sánchez “es un ocupa” en La Moncloa, que representa a una izquierda
patética que no tiene pudor ni vergüenza y que ahora VOX demostrará, con la
irrupción conquistadora de Andalucía,
que a España no se le puede humillar. Estoy convencido de que la
recauchutada dama no necesitó ni ron ni champán ni desde luego más polvo que
los kilos que lleva en su jeta para escribir semejantes disparates en la redes
sociales, que enseguida reprodujeron algunos magacines que han hecho de esta
señora un personaje engreído y ridículo. A ver si hace migas con Eduardo Inda, que niega que VOX sea un
partido de ultraderecha, y se ponen ciegos comiéndose el polvorón entre los
dos. Edu y Carmen, gran pareja.
Lecquio
y Garó
Quienes sí
pueden tomarse el polvorón a gusto, incluso echar un polvo y luego tomarse un
ron, como querría la sardesca Leti, son los nuevos jefes de TVE. Verán, la cosa
de las malas prácticas en cuanto a información se refiere en esa casa alcanzaba
las 70 al trimestre, manipulación arriba, tergiversación abajo, cuando dirigían
el chiringuito los amigotes del PP liderados por el zafio José Antonio Sánchez, el que decía sin que se le cayera el peluquín,
que votaba al PP y que por favor, después del trabajo tan bien hecho, a ver si
le conseguían un buen puestecito –ahora ha sentado el culo en la Cope, la radio
santa obispal-. Estas malas prácticas eran denunciadas casi en el desierto por
el CDI, Consejo de Informativos. Pues bien, ahora, con santa Rosa María Mateo al frente del emporio,
sólo se han denunciado 4 casos al trimestre. Es lo que hay, le duela a quien le
duela. Hay diferencia. Así que sí, Begoña
Alegría, directora del área con el 84% de apoyo de la redacción, puede
estar contenta y tomarse una ronda de ron con sus colegas. Justo lo que no
pueden hacer dos eminencias de Telecinco, un olvidado Alessandro Lecquio –cuánto tiempo sin pisar la alfombra roja de esta
página tan prestigiosa- y un Ángel Garó
que salió del sarcófago donde vivía su declive para nacer en un mundo donde su
supuesto humor se transformó en esencia de vinagre, mala hostia y numeritos de
folclórica histérica. Creo que la otra noche discutió como lo hacen, dice el
dicho, las verduleras de Gran Hermano VIP
alentadas por Sandra Barneda, que se
ha hecho con el ganado como una experta pastora de alimañas diseñadas para el
circo. La cosa iba entre el divino y redicho Garó y una señora llamada Verdeliss, una especie de coneja
paridora –leo que tiene 33 años y seis o siete hijos, y que va a por más, y que
se hizo “famosa” por contar sus intimidades de embarazada, parturienta, esposa
y madre feliz, en su canal de Youtube-. Se enfrentaron por El Koala y Miriam,
concursantes del hediondo concurso, aconsejando el humorista sin gracia a la
mamá coneja que si tanto le gustaban que se los llevara a casa. El público
estalló en gritos. Y Garó se fue ofendido como una Lidia Lozano de porcelana. Recuperado el momento en lo de Ana Rosa –si me gusta su programa
podría votar a Podemos, dijo sin que saltaran los empastes de sus piños-
Lecquio reflexionó, “este señor siempre ha ido de divo, te habla por encima del
hombro, y es insoportable”. Nada que ver
con el júbilo decante, soez y festivo de Leti, que después de contar el drama
de su infancia cantó sin pudor su Polvorrón riéndose de sí misma con letras
muy, muy trabajadas, tiki tiki tiki, taka, taka, taka, báilalo, rico papasito,
polvo y ron, polvorrón. Dios, que pase esto cuanto antes.
La guinda
María,
presidenta
Es una buena
noticia. María Casado –La mañana de La 1-
fue elegida esta semana la nueva presidenta de la Academia de Televisión
sustituyendo en el cargo a Manuel Campo Vidal, que ejerció en el puesto durante
12 años. Sería más que conveniente que el equipo de Casado, con ella al frente,
impulsara el prestigio de una academia que, representando al medio más popular,
apenas tiene predicamento social.
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