viernes, 7 de diciembre de 2018

Maldeojos. Perfecta


Perfecta
(Artículo publicado el jueves, 6 de diciembre, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Hace una semana exacta se despedía de la audiencia la decimonovena temporada de una de las series que ya es historia de nuestra ficción, de la mejor de este país, en un capítulo que alcanzó la perfección y llenó de gozo emocionado a la audiencia más fiel, esa que se puso a seguirla hace 17 años y llegó hasta el capítulo 348 de Cuéntame cómo pasó como alguien más de la familia Alcántara. Es justo, aunque haga siete días del final de esta temporada –se ha renovado la siguiente a pesar de los radicales cambios en cuanto a personajes- detenernos un poquito para despedir como merece a Carlitos Alcántara, el hijo menor de esta familia que ha ido retratando la reciente historia de España con una capacidad de síntesis extraordinaria y como fondo de las vicisitudes de unos personajes encabezados por Imanol Arias y Ana Duato, además de Ricardo Gómez, Carlitos.
     El último capítulo, el de la despedida, alcanzó la perfección formal –como lo han hecho el resto de entregas- y la perfección narrativa apelando a la redondez de un guión que echó mano de los sentimientos para justificar no sólo la partida de Carlitos en busca de su amor de toda la vida, Karina, Elena Rivera, sino la historia en sí, escrita y narrada por el propio Carlitos –en la voz del también ya familiar Carlos Hipólito- en el barco que lo lleva a EEUU. La escena de la despedida, con la familia ante la tele viendo el VHS que les deja Carlitos, es memorable, emocionante, un cierre perfecto, un guión en estado de gracia firmado por Joaquín Oristrell. Hay que saber medir las emociones para no caer ni la cursilería ni en el desapego. De nuevo, y también en este capítulo, la inmensa María Galiana demostró su magisterio uniéndolo al del resto del equipo.

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