Más cocinillas
(Artículo publicado el sábado, 18 de julio, en periódicos de EPI PRESS)
Bienvenidos a la
mejor aventura culinaria jamás contada, dice en la cabecera del espacio su
presentadora, Paula Prendes. Mal,
chica, mal. Mal empezamos engañando. Sobre la cocina en televisión es imposible
a estas alturas decir que algo no se ha contado. Hemos visto la mierda
acumulada hasta el paroxismo en restaurantes que, quizá, alguien haya comido,
hemos visto cómo los dueños del negocio, a las órdenes del cachondo Alberto Chicote han llorado de emoción
con los cambios hechos al comedor después de haber limpiado y, en ocasiones,
desratizado las instalaciones, hemos visto la transformación del dulce guapito Jordi Cruz en Masterchef en ogro avinagrado e incluso maleducado en la última
edición del programa de La 1, hemos visto a Arguiñano cocinando chorizo mientras hablaba de los maleantes de la
política.
Es decir, en programas de cocina lo
hemos visto todo. Así que menos lobos, jovenzuela. Cocineros al volante es otro de cocina en La 1, que sí, que se
guisa en cocinas de apenas unos metros, sobre ruedas, sobre furgonetas
adaptadas, es decir, eso tan de moda que se llama “food truck”, la cocina
ambulante de los feriantes de toda la vida, pero ni siquiera el viaje
gastronómico por España es novedad porque lo mismo hemos visto en Este país es para comérselo –con Juan Echanove e Imanol Arias, con Ana Duato,
con Francis Lorenzo- o Cocina2, con Sergio y Javier Torres,
los gemelos Torres, también de la productora Shine Iberia, la misma que Masterchef y Cocineros al volante, donde Íñigo
Pérez y Álex Alcántara hacen de
jurado. Pero el resultado es desigual. La mecánica se hace pesada. Pero tal
como está La 1 podría ser peor.
Imagen de la grabación de Cocineros al volante, un recorrido en camionetas-cocina por España, un prograna que siendo nuevo tiene uno la sensación de haberlo visto mil veces. |
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