Sin perdón
(Artículo publicado el martes, 9 de junio, en diarios de EPI PRESS)
Me uno al clamor del estupor por la
falta de sensibilidad de La Sexta, tenía que ser La Sexta, a la hora de tratar
la emisión del capítulo cuatro de True
detective, esa joya que representa la mejor televisión, el espejo en el que
se miran y mirarán futuros creadores. Ese capítulo, el cuatro de la primera
temporada, esconde en su interior una de las perlas de esta serie protagonizada
por Matthew McConaughey y Woody Harrelson. No hay que ser un friki
amante del cine para disfrutar de determinadas virguerías narrativas. Si
recordamos Sed de mal, la
expresionista película de Orson Well de 1958, destaca uno de
los grandes planos secuencia de la historia del cine. En él vemos cómo alguien
pone una bomba en un coche. La secuencia arranca con un primer plano de la
bomba. Lo que sigue es una magistral coreografía que funciona como un reloj sin
corte alguno, es decir, un plano secuencia apabullante.
Otro memorable plano
secuencia es el de El juego de Hollywood,
Robert Altman, 1992, o
el falso pero impactante de El secreto de
sus ojos, de Juan
José Campanella, Oscar en 2009. Hay más, claro,
muchos más. Me contaba el actor Jaime Pujol en el Prado Real Web Fest que
cuando se hace un plano secuencia el corazón te late a mil, sobre todo si sales
al final porque si fallas, todo se viene abajo, y hay que empezar de nuevo. En
el plano secuencia de True detective
hay disparos, helicópteros, entradas y salidas de la cámara a las casas,
primeros planos, muertos, un alarde visual firmado por Cari Fukugana que La
Sexta degolló cortando la tensión narrativa del plano secuencia con un corte
para la publicidad. Tanta falta de respeto y sensibilidad no tienen perdón.
Os dejo enlace para que disfrutéis de semejante alarde narrativo... sin cortes.
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