domingo, 8 de marzo de 2015

Maldeojos. Lodo y náusea



Lodo y náusea
(Artículo publicado el sábado, 7 de marzo de 2015, en diarios de EPI PRESS)

      Telecinco también cumple años. 25. La cadena nació en marzo de 1990, y ahora, adulta y sabiendo su lugar en el mundo, apaga 25 velitas con Belén Esteban desparramada en un sofá de una casa vigilada noche y día como se desparrama la grama por la sementera. Esa imagen atroz, esperpéntica y terrorífica, resume la trayectoria del concepto de tele que tiene el gran magnate que la trajo de Italia, Silvio Berlusconi, una televisión chusca y banal, chabacana y bruta, apostando por un entretenimiento grosero y ramplón donde la información, el servicio público y el respeto a la audiencia se enmascara con la idea de que la audiencia sólo quiere espectáculo, pasar el rato, y no pensar en nada que tenga que ver con la vida real, con la dignidad y esas majaderías moralistas y caducas.

      Hoy Telecinco es la cadena más vista. Su negocio va como una bala. El año pasado hizo un botín de 60 millones con una parrilla monotemática cuyo espíritu es el mismo que la vio nacer, la fiesta permanente, lo ruin como valor, la mediocridad como triunfo, la incultura y la ignorancia elevadas a faro por el que millones de personas se guían. Es un negocio depredador y perverso. Es tan así que lo bueno de esta cadena, que lo tiene y lo tuvo –gloriosa etapa la de Juan Pedro Valentín, Ángels Barceló, o Monserrat Domínguez en informativos- , con programas excelentes y series de primera, queda sepultado por el fango de una parrilla tan sucia y de mal gusto que hace imposible acercarse a Telecinco sin prevención haga lo que haga. Y eso también se lo ha ganado a pulso. Por tanto no, no puedo desearle feliz cumpleaños. 

Este par de sujetos simbolizan a la perfección lo que es Telecinco. ¿Da asco? A mí sí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario