Bye, bye
(Artículo publicado el martes, 3 de marzo, en diarios de EPI PRESS)
Ay,
qué tertulianos, o lo que sea, tiene Guasabi.
Iñaqui Urrutia, Silvia Abril, Nacho
Bigalondo y Álex Clavero
acompañaron a Eva Hache en su
estreno el viernes pasado. Aunque no entendí para qué. Quizá para tener más
acusada la sensación de que Guasabi es
un fiasco. En todos los sentidos. Es un programa de humor que sólo lo consigue
a ratos, según la bromita de la cámara oculta. Sí, han leído bien. Cámara
oculta. Guasabi monta su trama en
torno a situaciones provocadas –ayudar a mover el coche de Wert, con el ministro dentro, frente a una facultad, pedir el
pasaporte al pasar de un pueblo de Aragón a Cataluña, hacerte una foto en una
cabina y salir tu foto junto a Pablo
Iglesias, comprar en la frutería y poder pagar con euros o con podeuros, y
cosas así que ponen en un brete a los que pican-.
Tiene
gracia unos minutos, y según el gag. Pero lo que te desalma es el paso al
plató, con la presentadora poniendo caritas y los opinantes diciendo chorradas
sin cuento sobre el gag de la cámara oculta. La nada sobre la nada y tiro
porque me toca. La audiencia no se lo tragó. Hizo un escaso 5% frente al 13’9
de José Mota en La 1 y el 11’6 de
Antena 3 con Me resbala. Todas las
cadenas generalistas apostando por el humor, todas, todas, sin excepción. No me
negarán que Sálvame de Luxe, donde
visten a la tropa de domingo para hablar de sus cochinadas, no es, aunque a mí
no me haga ni puñetera gracia, otro de humor. Por si le faltaba algo a Guasabi, Cuatro nos lo dio. Invitaron en
cuerpo mortal a Jaime Peñafiel. Me impactó
tanto que no sé ni de qué habló. Ni falta. Bye, bye.
¿Era necesaria esta visita, esta absurda imagen? |
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