jueves, 21 de marzo de 2013

Maldeojos. Soy el asesino. Jueves, 21 de marzo de 2013



Soy el asesino

      Esta mano que apretó el gatillo y mató a vuestros hijos se masturba hoy en su memoria. Parece el arranque de una novela con la garra de un mordisco que te anima a seguir para ver por qué alguien que apretó el gatillo y mató a unos cuantos, se masturba hoy en su memoria. Pero no es el arranque de una novela. Es lo que dijo ante el tribunal que lo ha juzgado T.J. Line, un frío perturbado que mató sin piedad a tres chicos el año pasado en una escuela de un pueblecito pequeño de Ohio, EEUU. El joven, que ya tiene 18 años, llegó sereno a la sala de juicios, cuchicheó con su abogado, y luego, con parsimonia de exhibicionista, se fue desabrochando la camisa hasta quedarse sólo con la camiseta en la que había escrito, a mano, una palabra que iba dirigida a él mismo, killer, asesino. Su chulesca y provocadora actitud era el comienzo de una actuación meditada y gélida.

T.J. Line. 18 añitos, lo que se dice un bombón.
     Preguntado si era el asesino dijo la frase de arriba, lo del gatillo y la masturbación. Los padres de los adolescentes abatidos estaban en la sala, y a ellos dirigía su sadismo sin freno. En un momento, T.J. Line, como una reacción que parece común en los humanos, canallas o no, y mirando a los padres, puso tieso el dedo corazón y les envió una peineta para que no quedara duda de sus firmes convicciones. O sea, acorralado pero arrogante, altivo, sobrado, incapacitado para la piedad y el arrepentimiento. En este país tenemos memoria de personajes a los que se les pedía explicaciones por su responsabilidad en asuntos de su incumbencia. También respondieron con maleducadas peinetas. Agravio sobre agravio. Estos días hemos visto a soldados españoles en Irak pateando a civiles. Por cierto, ¿cuántos muertos van ya? ¿Tiene Aznar preparada nueva peineta?

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