jueves, 20 de febrero de 2020

Maldeojos. Zaplana resucitó


Zaplana resucitó
(Artículo publicado el martes, 18 de febrero, en diarios del grupo Prensa Ibérica)

     Ha vuelto, ha vuelto a la vida el caballero de la mirada bovina, ha vuelto a su salsa don Eduardo Zaplana, ese hombre crecido hasta lo grotesco a la sombra del PP, la teta de la gran madre, la puta mansa que todo lo sabe esconder bajo sus ubres podridas. Era muy conmovedor escuchar a Teo García Egea, alias el Aceituno, don Teodoro para el vicepresidente Pablo Iglesias –filo etarra, separatista, comunista de los más malos, alto dirigente venezolano-, pedir la puesta en libertad de Zaplana cuando el caballero estaba en la cárcel por el caso Erial –malversación, blanqueo, soborno, tráfico de influencias, naderías tan caras al PP-. Lastimita de hombre. Era cuando se decía que Zaplana, con leucemia, era un cadáver andante que estaba en las últimas boqueadas y que “por humanidad” la justicia debería de ponerlo en la calle.

     Recuerdo que ante las cámaras agachaba la cabeza, miraba como mira el cordero antes del sacrificio, y hacía su papel. Hasta que salió del trullo. Las paellas, el mar, el buen marisco –que no falte la langosta ni la cerveza Cruzcampo en su dieta- obran milagros. Y ahí está nuevo, resucitado. Pero resucitado como esta gente sabe hacerlo. Ha sido una vuelta a la vida de la mano de la corrupción. Se ha levantado el secreto del sumario del citado caso y hemos sabido que “Mr. Eduardo”, en comandita con otro español y muy español como el santurrón Juan Cotino –director de la Guardia Civil con Aznar y alto cargo con Zaplana- pasearon por medio mundo 19 millones tratando de dejarlos limpios y santificados. Ahora, obrado el milagro, Mr. Eduardo volvió de nuevo a la vida de los telediarios, magacines y tertulias como lo hace el canalla y el delincuente. Larga vida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario