miércoles, 11 de septiembre de 2019

Maldeojos. El Cejas, en GH VIP


El Cejas, en GH VIP
(Artículo publicado el domingo, 8 de setiembre, en diarios del grupo Prensa Ibérica)

     Hola, soy El Cejas –dice El Cejas con una insoportable voz de pito en un vídeo que podría ser el que vemos de algunos políticos pidiendo el voto de los ciudadanos- . Chavales, os voy a decir una cosita –dice El Cejas moviéndose con esa chulería del saco de hormigas, enseñando los piños- este año por fin en Gran Hermano ha entrado un concursante que vale. Chavales, este, el menda lerenda, el cejitas, ¿vale?, así que os quiero ver a todos apoyando a muerte aquí al menda por las redes sociales, por los teléfonos, por los SMS, que os gastáis más en el chino de abajo en cuatro chuches, ¿vale? –dice El Cejas retador, señalando con el dedo, apuntando con el dedo, sin dejar ese bailecito, ese cabeceo de perdonavidas de barrio- , así que más os vale estar ahí votándome porque, bueno, es que, es que, no sé qué más deciros, es que voy a entrar yo. Quitando a los cuatro “pangorines”  que hay dentro, no tenéis más votos que dar, así que, cuidadito, chavales, como no me apoyéis os lleváis dos placas, ¿eh?, ojito. –termina este repulsivo ejemplar su arenga pidiendo el voto cuando se vote en GH VIP-. Este tipo, conocido como El Cejas, tiene nombre de carné, Diego, un chico de familia humilde que hizo el ridículo en un programa de barraca de feria como Got  talent. Pero dio en la diana y como buen buscavidas, listo, con hambre de fama y dinero, sin el más mínimo pudor ni vergüenza –términos que no forman parte del vocabulario de estas manadas-, aprovechó su resuelta y provocadora ignorancia para medrar en el mundo de la fama del mediocre, de consumo tan rápido que sólo los muy fuertes son capaces de sobrevivir porque la selección natural en este zoo es dramática, dura, a muerte. Y ellos los saben. El Cejas lo sabe. Cuando la casa de Guadalix abra sus puertas y este chico se vea en ella sabrá que ha merecido la pena, que sus vídeos de mierda, con chicas que mueven culo y tetas mientras él canta al lado con la gorrita ladeada como está prescrito en la imagen de estos memos, y se agarra el paquete, y dice bárbaras ideas como que le roba la novia a quien sea metiéndole “un marmitaco en to los piños, que le tumbo”, cuando ocurra todo eso, este payaso también sabrá que la necedad, la estupidez, el mal gusto y la arrogante ignorancia tienen su premio en esta sociedad en descomposición. Da asco él, su música repulsiva, sus letras insoportables, lo que representa y por qué se premia a alguien como él en vez de mandarlo a la escuela y reiniciarlo.

Gallinas violadas
     Lo siento, no puedo, estoy incapacitado para tomarme a broma a este tipo de productos. Ni siquiera, como hace mucha gente y es legítimo, me justifico diciendo que después de un día complicado con los problemas de la vida lo que me pide el cuerpo es relajarme en casa ante la tele sin darle muchas vueltas a la cabeza viendo estas mamandurrias. Por lo pronto El Cejas ha dicho que le gustan mayores, “pero no tanto como Mila”. Esa Mila es Mila Jiménez, y lo dice porque la sardesca, que también pasó por el quirófano para quitarse mil arrugas con la idea estúpida de quitarse años, va a estar en la misma casa que el angelito –es la reina, la que más va a cobrar-. Lo malo de pavos como El Cejas es que crea opinión, fomenta valores sin alma, despista, resta dignidad, promueve el mal gusto, se burla de los artistas y universaliza lo chabacano como se esparce la grasa sobre el agua. Es todo tan parodiable, ese estilo de música con base infernal, que da igual que se llame reguetón, rap, o trap. Y que lo firme Lola Índigo, Rosalía, o C. Tangana. Hasta Arturo Valls y Silvia Abril, sustituta del primero durante el verano en Ahora caigo echaron mano de la ironía musical para pasar el testigo del programa a su dueño habitual y en un abrir y cerrar de chinda chinda armaron una copla que podría haber firmado cualquiera de los mentados, incluyendo al Cejas ese. Qué pena que el vídeo de las chicas que denuncian que las gallinas son violadas por gallos se haya conocido hace apenas unas horas, suficientes, en una tele de chichinabo, para alcanzar el podio. Seguro que en Gran Hermano VIP encajarían como el pepinillo que viola a la aceituna. Esto se nos va de las manos, en serio.

Mediocracia
     Como El Cejas, una tal Anabel Pantoja vive del cuento –literal- de contar cosillas de su tía la cantante, pero tiene que darse prisa para convertirse en una atracción en sí misma porque la chacha, en la órbita de Mediaset, agarrada por la coleta por el zorro Vasile, no necesita ya portavoces ni  exégetas que la interpreten. Isabel Pantoja, desde que descendió como mortal que defeca en la isla escondiendo los excrementos debajo de la arena dejó de ser diosa para convertirse en una mercancía más del zoco de Telecinco. Pues bien, la pantojilla Anabel también entra en Gran Hermano, como Dinio, el ex de Marujita Díaz, el hombre cuyo mérito es, según dicen, tener un badajo a la altura de su burricie. Dice el filósofo y profesor canadiense de la universidad de Montreal Alain Deneault en su libro Mediocracia -Ed. Turner- que la mediocracia es la antesala de una revolución. La guerra ya no es sangrienta –que también- sino anestésica, diseñada al milímetro para aupar a los mediocres a la cresta de la política –véanse algunos líderes fantoche, insulsos, gente joven y preparada, pero preparada para no ir más allá de lo que se espera de ella, véase a Pablo Casado, véase al veleta y sin sustancia Albert Rivera, véase a Isabel Díaz Ayuso y su sonrisa encajada como parte de un rostro con mirada de vaca, incluso véase a Pedro Sánchez, hoy aquí, y mañana en la cara opuesta de la luna-, para aupar y premiar a los más mediocres llevándolos al centro del foco de manera que su luz, que lo ocupa todo, deje en penumbra, o en la oscuridad total, a quienes sí tienen algo que decir. Todo el tiempo que el puto Cejas –traído aquí como símbolo, como parábola- salga en la tele es un tiempo robado a la dignidad. Y al futuro. Es un peldaño más que vamos subiendo antes de despeñarnos por el precipicio.


La chispa
Terelu se va
Se rumorea que Terelu Campos deja la órbita Mediaset y se abraza a la otra religión. Está a punto de firmar con Atresmedia un contratito para ir tirando como colaboradora en Espejo público, que Susanna Grisso también tiene su corazoncito, y en la temporada que comienza lo va a demostrar dando más cabida a temas del chichi. Seguro que “la hija de” lo agradece. En Mediaset los contratos se firman para ser pasto de hienas. 

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