La
Sexta, a pajera abierta
(Artículo publicado el domingo, 16 de setiembre de 2018)
A rulo, sin
descanso, sin cesar, un todo continuo, a pajera abierta. Así es lo que estamos
viendo en la parrilla de La Sexta. Se enciende el piloto rojo de la cámara en
el plató de Arusitys a las siete y
media de la mañana y no se apaga hasta pasadas las diez y media de la noche con
la última maldad de Wyoming en El intermedio. En mitad, entre una y
otra hora, una programación que mantiene a su audiencia pegada a la pantalla en
directo y sin desmayo, enlazando magacines, tertulias, informativos,
entretenimiento, humor, y más informativos, y más entretenimiento. Y más
periodismo, asoma por la esquina de la pantalla Antonio García Ferreras, que conecta con Pastor, con Ana Pastor, que casi no lo escucha
porque tiene que poner mil quinientos mensajes de Twitter antes de decir ese
dato es mío, Ferreras, no me lo quites, cabrón, que te corto una mano y te dejo
más cojo que las aspas del molino que destrozó Don Quijote en su delirio contra
los gigantes y cabezudos manchegos. Tampoco para quieta doña Ana. Y en directo,
cosa de familia. La esfinge Ana Pastor, no sin mi móvil, apareció la semana
pasada en el palacio de la Generalitat en un plano enfático que la convirtió en
una diosa rojísima cuyo pantalón de anchos perniles barría el suelo de haberse
movido, pero las estatuas no se menean. De hacerlo se rompe el encuadre, y el
fondo gótico del testero de atrás no haría su función. En todo caso, cambian de
palacio. Si hace siete días El objetivo
se fue a Barcelona, hoy se monta la pista en La Moncloa. Si ayer fue Quim Torra, hoy es Pedro Sánchez el deseado –cinco años detrás del hoy inquilino del
palacio-. Y todo, en riguroso directo.
Un sin parar, un sin vivir, un sin aliento, más periodismo, ay, cuándo verán
Ferreras y Pastor a su hijo. La pasta es la pasta. Como Las Campos, qué
narices.
Manteca
para untar
Yo que Las
Campos, cuya matriarca está de los nervios porque Vasile el insensible no le da
el programa que merece, un informativo como dios manda, un magacín para mandar
a su casa a Ana Rosa Quintana la
mudita, una tertulia seria para dilucidar de una vez por todas las operaciones,
enfermedades, enganches, amoríos y lo que convenga para que el espectáculo no
decaiga, en fin, todo eso, y si no, ahí va mi propuesta. Al igual que La Sexta
no apaga el piloto rojo, María Teresa
Campos tiene rollo para rato por sí misma, por sí misma y sus niñas, claro.
La operación para rebanar la papada de Carmen
Borrego no dará las mismas horas que la boda de Belén Esteban, que dará para -creo que es el año que viene- que la casadera
llore, grite, se pelee con su novio, se vuelva a juntar, amenace con irse,
amenace con volver, valeeee, la papada de la hija de Maritere no es la boda de
la Princesa Chabacana, es verdad, pero sí para que uno esté a punto de vómito.
Verán. La gran Leonor Lavado, en Arusitys, decía el otro día que le han
quitado tanta manteca a la Borrego que la familia podría meterla en una orza e
ir untándola en las tostadas de la mañana durante un año. Ay, dios, aparta de mí
esa imagen. Menos mal que he levantado la mirada del ordenador para tomar aire
y no echar la pota y he visto a un lelo David
Bisbal anunciando no sé qué compañía de telefonía móvil, o quizá un
friegasuelos, tal vez laca para los rizos, parodiándose a sí mismo con tanta
naturalidad como unos reyes esforzados en ser naturales y cercanos y cotidianos
que llevan a su Leonor de Borbón al
colegio para que el pueblo diga, mira, como tú y como yo, ni rey Felipe ni
reina Letizia, sólo papá y mamá. Pues eso, Bisbal igual de natural dando un
pingo en el anuncio diciendo “ay, fibra mía, cuándo serás mía”. Luego hace un
chasquido, guiña a cámara, y pergeña algo que parece una sonrisa. Sólo el
chichi pelado de Aramís Fuster en
GHVIP se codea en repulsión con la manteca de la Campos y la mueca de Bisbal.
Ana
Rosa, bonita
Quien ha tirado,
una vez más, la toalla no sólo del directo sino de las mañanas es la directa
competencia de La Sexta, Cuatro, que a la hora en que se emite o Arusitys o Al rojo vivo, ella se columpia con sesiones soporíferas de series
yanquis de saldo. El pulso y el descaro de Al
rojo vivo hace que su audiencia casi roce el cardado de cemento de Ana Rosa, que esta semana volvió a
sentar su seta en el plató aparentando dar la cara por la historia de su marido
–detenido este verano, luego puesto en libertad sin medidas cautelares, acusado
de extorsión con la ayuda del ex comisario José
Manuel Villarejo-, aunque lo que pidió fue paciencia, “mi marido está
colaborando con la justicia, dejemos que jueces, fiscales y abogados hagan su
labor”. Claro, bonita, ¿lo haces tú cuando el encausado, mirado, estudiado,
vigilado, acusado, sorprendido con el carrito del helado no es tu santo? Pues
eso. Pero si la mañana de La Sexta pone al rojo vivo los pilotos de las cámaras,
la tarde no es menos -Mario López,
director de cadena, lo tiene claro, y por eso dice que su apuesta por el
directo no tiene vuelta atrás-. Después del informativo de Helena Resano llegan los gamberros de Zapeando –menos la presencia semanal e inexplicable de un botarate,
del espantajo Josie, todos los
colaboradores son un cielo que endulza la sobremesa-, y luego vuelta a la
información diversificada que ofrece Mamen
Mendizábal en Más vale tarde, que
enlaza, sin apagar el directo, con otra hora de informativos hasta la llegada
de El intermedio, que se crece con
patéticas pataletas como la denuncia de la Fundación Franco -¿quién coño
conocía a esta gente?- por las coñas que se traen con la momia del tito
Paco. ¿Y el fin de semana? También
regado con directos –desde La Sexta Noche
con Iñaki López el sábado, a Liarla Pardo, hoy, con Cristina Pardo, a ver si en la
temporada que hoy comienza afinan los contenidos, ajustan los colaboradores, y
encuentran el norte y de verdad la lían pardo, que en la anterior no fue así. Venga,
Cristi, suéltate, pero de verdad, a pajera abierta, como los directos de tu
cadena.
La guinda
Toñi
Prieto
No la conocemos,
pero sí sus decisiones. Toñi Prieto es la directora de entretenimiento de TVE.
Ha sido llamada a declarar por el caso la
rueda de las televisiones, chanchullo por el que algunos directivos de
cadenas cobraban derechos de autor. ¿Y? Pues que el Telediario 2, presentado ahora por Carlos Franganillo habló de esa
imputación. ¿Y? Pues eso, que hace unas semanas este tipo de informaciones era
impensable en La 1.
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