Tocándose el choto
(Artículo publicado el domingo, 1 de febrero, en diarios de EPI PRESS)
Yo dono todo lo
que gano con el vídeo si vosotros donáis los 62.000 euros semanales que pagáis
a Belén Esteban. ¿Trato? Sí señores,
Belén Esteban está cobrando 60.000 euros semanales por estar en una casa tocándose
todo lo que viene a ser el choto. Con 62.000 euros puedes financiar el
tratamiento de miles de personas con VIH, tanto que os quejáis, hijos de puta.
Quien habla con tanta vehemencia es AuronPlay, un youtuber que logró convertir en
tendencia mundial la etiqueta #GHVIH en Twitter, que más tarde cambió,
atendiendo la petición de algunas asociaciones de enfermos de sida, a otra más
potente y ajustada a la realidad, #GHVIPesBasura. Es perfecta. El rifirrafe
ocurrió hace un par de semanas, pero la de San Blas sigue encerrada en la casa
tocándose el choto y ganando 62.000 euros. Hay más. El joven, de lengua bien
amueblada, se dirige a cámara con un desparpajo de 24 quilates, y ya que está
hablando de Gran Marrano VIP no se
resiste a definir a los concursantes. Kiko
Rivera. Es un gordo desagradable que es famoso por ser hijo de cantante
mediocre. Olvido Hormigos. Una ex
concejala del PSOE que lo enseñó todo por internet, que va por ahí tocándolo
todo. Ylenia. Un putón verbenero. Sandro Rey. Un estafador, pero léeme
los labios, es-ta-fa-dor. Es mi canal de Youtube, y desde que lo creé tengo la
filosofía de no callarme nada, y hasta que este canal no se hunda yo no me voy
a callar. Por cierto, todo lo que gane con este vídeo irá destinado a la
asociación CESIDA, coordinadora estatal del VIH en este país. ¿Lo veis, Gran Hermano?, ya he hecho más por el
VIH de lo que vosotros haréis jamás. Así cierra el vídeo AuronPlay. Poco más se
puede añadir.
Sin comentarios. 60.000 euros a la semana gracias a ¿gente como tú que ve el programa? |
Mira, el tonto
Claro que se
puede hacer otro tipo de análisis de ese vertedero. Pero no me veo yo hablando
de la iluminación plana, de los colorines del mobiliario, del sonido, del
movimiento de cámaras, del momento confesionario, ni me veo recogiendo, papel y
lápiz en mano para no perder ripio, lo que puedan decir en el estudio los
defensores de unos y de otros, es más, no sé si Jordi González, al estilo Milá,
hace cada semana el payaso o se limita a hacerlo sin echarle leña al guión. Lo
que quiero decir es que para hablar de esta mierda no hay ni que verla. Yo
jamás la veo. Con gente como el joven de arriba tengo la columna hecha. Luego
sólo tienes que darte un paseo por las redes, ver algún vídeo, y confirmar que
el hedor sigue instalado en el programa y en la cadena. A ella, como el destino
justo que merece alguien con un perfil tan zafio, de usuaria de polígono, y
capaz de apostar por un futuro prometedor para reforzar su chabacanería, ha
llegado Sonia Castedo, nada menos
que la alcaldesa de Alicante hasta hace dos horas. No sabe uno quién merece más
a quién. Una forma de empezar su carrera, quizá para en un tiempo corto acabar
en Gran Marrano, es entrar a Un tiempo nuevo, lo que dice muchísimo
de ese programa. Como dice otro tanto de la cadena y del programa contar entre
sus culo opinantes con el señor de canas níveas Ramoncín, oh, Ramoncín, presentado como, atención, cantante.
¿Todavía canta el rey del pollo frito? Por coronar este tridente baste mentar a
Francisco Nicolás, el chico que dice
estar fascinado por el poder. Ya ha entrado en la órbita de Mediaset. Es otro
más. El gran farsante es uno de los últimos abducidos. Es tan ridículo,
cansino, repelente y fantoche que en poco tiempo alcanzó el punto de cocción
que necesita Mediaset para usarlo como picadillo. Lo pasean de Telecinco a
Cuatro, y de Un tiempo nuevo a Todo va bien, donde le hacen ponerse un
bigote parodiando a Aznar, como se
pasea al tonto del pueblo para que haga la gracia al señorito.
Esta cosa ha salido del cubil de la casa pestosa. Da igual. Seguirá metiendo en su bolsillo una cantidad obscena de dinero cada semana sólo por "ser como soy". Y porque ¿gente como tú? lo ve. |
Eres lo que ves
Ya forma parte
de la cadena de Los Chunguitos, de Ana
Rosa, de Jorge Javier, de Lorena –“Kiko Rivera se tira peditos durmiendo”, o “yo siempre voy limpia
aunque no vaya a follar”-, es la cadena de Rosa
Benito, de Olvido Hormigos, de Revilla,
de Pedro Piqueras y su noticiario de
sucesos, del insoportable Sandro Rey.
Esta parva de elementos está ahí porque hay espectadores que los ve, hay una
audiencia que los sigue sin sentirse atropellada cuando el esperpento Esteban, ruina
espantosa, dice que “no voy a dejar que Kiko coja una fregona y limpie porque
aquí hay tías que lo pueden hacer”. Si usted escucha eso y sigue impasible,
usted comulga con esa chusma que gana en una semana lo que quizá usted no gane
ni en un año. El ceporro de la Pantoja, al que se le ve todo el santo día
tirado como la grama en los sofás de esa insalubre pocilga, recoge cada siete
días 50.000 euros por tocarse lo que viene siendo la flauta. Toma, ríale la
gracia mientras su familia quizá no pueda pagar la luz o comer pescado fresco. Dicen
los defensores de esta desgracia televisiva, de este abuso, de este insulto a
la dignidad, que el programa entretiene, es cachondo y no hace daño a nadie.
¿En serio? El tiempo en que Gran Hermano
podía interesar por aquello de ver cómo era la convivencia entre desconocidos,
cuando los concursantes y la audiencia aún eran ingenuos, pasó. Ese formato hoy
es una pupa degenerada y sucia, pestosa, manejada a golpe de guión, y eso no
sería ni malo ni bueno porque hablamos de televisión, es decir, de control,
donde nada es porque sí, donde todo ocurre para atrapar a la audiencia. Lo inaceptable
es que el programa haya apostado por la exhibición de villanos, putones,
racistas, machistas, agresivos, maleducados, patanes, gentuza que convierte en
valor, en referente, en conducta a imitar lo chabacano, lo analfabeto, la
ignorancia, el mínimo esfuerzo. Hace 400 años ya escribía Cervantes que el “deleite que en el alma se concibe ha de ser el de
la hermosura… y toda cosa que tiene en sí fealdad y descompostura no nos puede
causar contento alguno”. Pobre don Miguel si viera a esos patanes. Me tiene
hasta el santo coño, grita la abotagada Belén tocándose el choto. Siga en su
tumba, don Miguel.
La guinda
Hundido
Se hunde en la
noche de Telecinco Las aventuras del
capitán Alatriste, la historia de espadachines que no interesa ni al papá
de las novelillas, que ha puesto su sonora voz en el cielo de Twitter para
decir que es vergonzoso que la cadena emita la serie que protagoniza Aitor Luna después de una ración de
ordinariez como Gran Hermano VIP. Esa
ordinariez arrasa. Alatriste hace menos de un 7%. Esto es televisión, imbécil.
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