domingo, 15 de junio de 2014

Maldeojos. Una de sardinas



Una de sardinas
(Artículo publicado el sábado, 14 de junio, en diarios de EPI PRESS)

      Por momentos, viendo Chiringuito de Pepe, lo lógico sería decir El chiringuito de Pepe, pero entonces colisionaría con El chiringuito de Jugones, que emite La Sexta, y de hecho andan en líos a cuenta del nombre, digo que viendo ese chiringuito de Telecinco –más de cuatro millones en el estreno-, tuve la sensación de ver en Santi Millán, como el famosísimo chef Sergi Roca, a un estirado Alberto Chicote que llega a la cocina de ese merendero de playa –bellísimo Peñíscola- y se espanta ante el aceite revenido de la freidora, y ante la limpieza en general y el concepto de verduras y pescado fresco que manejan los dueños, para reflotar el negocio, estancado en sus platos combinados del año de Maricastaña.

      Ese es el meollo, lograr ese reto antes de seis meses, y por eso el tal cocinero dejó en la capital su sofisticado restaurante y su cocina de vanguardia. Payasadas, viene a decir el actual dueño, un Jesús Bonilla al que lo sacan con un peluquín porque sí, quizá para caricaturizar más su ya estrambótica facha, lo que la gente quiere es una tortilla de patatas, no que se la deconstruyas. Anda también por el reparto Blanca Portillo, siempre grande, brillante, una de esas actrices que sabe decir, estar, mirar a cámara, que haga lo que haga parece que lo hace la mujer, no la artista. En este chiringuito ya están trazadas las tensiones amorosas, de los grandes y de los pequeños, las venas de la trama, la arquitectura de la comedia. Todo es previsible, pero se deja ver. Al final, marcharán los espetos, tan ricos. Porque no lo olvidemos, es un chiringuito. Al tiempo.

 
Equipo artístico al completo de Chiringuito de Pepe, nueva ficción de Telecinco para la noche del lunes. Está plagadita de tópicos, el guión es previsible, hay algunas actuaciones demenciales -la de Jesús Bonilla es terrible, una exageración mayúscula, más cercana al circo que a la televisión, y el ridículo peluquín no hace más que acentuar ese despropósito-, pero se deja ver, que es lo que importa, y de hecho la audiencia respondió con cifras espectaculares. Ah, sigo sin hacer las paces con Santi Millán. Que se me resiste el hombre, que no me lo creo.Que no es que esté mal, es que sigo viendo a Santi Millán, el que a veces va a El hormiguero y tal y tal y tal... y ja ja ja, y Pascual. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario