lunes, 4 de junio de 2018

Maldeojos. A la calle


A la calle
(Artículo publicado el sábado, 2 de junio, en diarios del grupo EPI PRESS)

     Hasta el último segundo ha demostrado su desprecio por las formas, su pasotismo personal por lo institucional a pesar de llenarse la boca, hasta desparramarse por sus barbas, con palabrería que decía lo contrario. El sillón vacío en su escaño del Congreso mientras los diputados ultimaban la espuerta para tirar los restos de detrito acumulados durante tantos años es la imagen que define no sólo a Mariano Rajoy como presidente de Gobierno sino al partido que lo ha sustentado, un Partido Popular enfangado que también hasta el último segundo ha pretendido hacernos ver que vive en su realidad paralela en lo social, económico, judicial, institucional, y político. Pero se acabó. Por ahora. Si gobernando, el PP ha estado contenido, en la oposición, también desde ya, desde el segundo cero, el PP será el partido que adelante, por la extrema derecha para sobrevivir, a un Ciudadanos que va a saber lo que es ser de derechas.

     Con poco que haga Pedro Sánchez hasta las elecciones, puede hacer algo que en estos dos días de infarto, de noqueo al Gobierno, de catatónico desbarajuste en el PP, ha ido demostrando TVE, materia televisiva de la que estas piezas se nutren, es decir, ha vuelto a ponerse al servicio de un partido corrompido hasta cotas inimaginables. Ana Blanco, en el especial moción de censura de La 1, tenía dos ojos abiertos retroalimentándose. Uno en el Congreso, otro en la Bolsa, usada por los esbirros como arma de canguelo. Es urgente un nuevo Consejo de Administración en RTVE, y por tanto el relevo de José Antonio Sánchez, nefasto currito del PP, arrogante, corrupto por manipulador, aunque por esos juegos de la arquitectura parlamentaria puede darse la paradoja de un PP en la oposición manejando los hilos de la pública. Pero hoy toca alegría. Rajoy, a la calle.


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