martes, 27 de agosto de 2013

Maldeojos. Quesejodan



Quesejodan
 (Columna publicada el domingo, 25 de agosto, en diarios de Editorial Prensa Ibérica)

     Hay que volver a la mítica Andrea Fabra, la diputada del PP que pasará a la historia del parlamentarismo no por su aportación a la democracia ni por sus iniciativas para que esta sociedad descuelgue de sus tetas generosas a gentuza como Andrea Fabra sino por su arte de palmera cuando habla el jefe, aunque al jefe se le vaya la olla y hable de lo bien que estarán los parados aunque para ellos sólo tenga navajas afiladas con que cortar sus sucios cuellos. Que se jodan, dijo entre palmas la peliteñida desde su asiento. Como recordarán, pasó a la historia. De la villanía. La frase es muy popular, así que ni siquiera la dama de Castellón, hija del Hombre de la Suerte, don Corleone Fabra, podrá cobrar derechos de autora. Que se joda. Dejémonos de historia. Pasemos a la actualidad.

      ¿Conocen aquél que va de plató en plató soltando estupideces, y presentado en rótulos como director de La Razón, en un ejercicio de descojone rampante porque es imposible dirigir un periódico sin salir de las teles, de todas, y a todas horas? Hablo, como usted ya ha sabido, del gran mártir Paco Marhuenda. Pobre. Seguro que las portadas las hace como le sale del bolo, es decir, a golpe de chascarrillo a través del móvil. Hay quien las almacena como ejemplo de revista de humor. Marhuenda no tiene otra misión en la vida que salvar el culo del PP y de Rajoy, y aunque ambos apesten como el de las monas, para el sirviente periodista sólo serán perfumes poco usuales. Esta semana ha soltado su “quesejodan” a los egipcios. Estoy convencido de que lo ha dicho sin pensarlo. Seguro que, con tanto estrés, pensaba que el reportaje de Espejo público hablaba de la oposición. Pobre hombre.   


Así es ella, Andrea Fabra, entregada al jefe cuando el jefe, Mariano Rajoy, acababa de decir que para ayudar a los parados les rebanaba el pescuezo cortándoles las ayudas. Que se jodan, dijo la hija de su padre, el Hombre de la Suerte, el capo de Castellón, el que hace aeropuertos para que su nieta diga que el abuelo tiene aviones, el único, Carlos Fabra.


Pobre Paco Marhuenda. Va de plató en plató, como la falsa moneda de mano en mano, defendiendo a ciegas hasta el olor del culo de Rajoy, que para Marhu sólo será, como el pestazo a culo de mona con la mano larga del PP, olores poco usuales. Estoy seguro de que, creyendo que hablaba de la oposición, soltó su "quesejodan" a los egipcios. Perdónalo, señor, que este Paco es muuú fuerte.

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