lunes, 13 de octubre de 2014

Maldeojos. Sin gilipolleces



Sin gilipolleces
(Artículo publicado el sábado, 11 de octubre, en diarios de EPI PRESS)

     Cocina sin gilipolleces. Es una especie de mantra que de vez en cuando suelta, en su imparable verborrea, el cocinero vasco David de Jorge, eso que se llama un crack. Su frase es algo más que una frase. Es el espíritu del programa, el resumen de lo que quiere Robin Food, atracón a mano armada, que se ha instalado en Telecinco a la hora en que hasta hace una semana Sandra Barneda presentaba uno de los programas más absurdos de la tele, De buena ley. El crepitar de un arroz de bogavante quiere decir que ya se está pegando, y eso es más importante que la llegada del hombre a la luna, dijo David ante una sartén de arroz con bogavante. Yo ante un tipo que dice estas cosas de la comida, sólo puedo rendirme. Mucho más si sé, como también ha dicho, que se pone a cocinar con los calzoncillos limpios.

       Es un tipo de fiar. Algunos políticos hacen política y llevan las bragas con supuraciones. Y hasta empresarios como Mónica Oriol, la que dice que no contrata a mujeres que se puedan quedar preñadas, que ni siquiera se lavan la boca. Robin Food, atracón a mano armada no es un programa de cocina y recetas al uso porque su presentador no es un cocinero al uso. Es un programa gamberro de cocina gamberra. Ya hay quien retorció el morro por el grosor del verbo de este showman al que no se le cae el gorro por iniciar un rosario de palabras que encajan mal si las relacionas con la comida. Ahí van. Mierda, caca, guarrería, cerdada, es decir, comer como cerdos cuando la “guarrindongada” que se prepare esté lista. Ese día tocó “tunear una hamburguesa”. Advertidos están. David de Jorge o les entusiasmará o les producirá sarpullido. No hay término medio. 

El cocinero vasco David de Jorge, un tipo excesivo, en todos los sentidos. En su programa de cocina, Robin Food, atracón a mano armada, no te deja indiferente. O te gusta, o lo mandas a la cuadra, a comer sus guarradas y cebarse como un cerdo.

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